Jugando con la comida

02

Nuestra ratita preferida, luego de un arduo combate, estaba acostada, boca abajo, en lo alto de un edificio, escribiendo una carta como toda una enamorada, mirando un enorme pósters donde aparecía Adrien guiñeando un ojo.

Era tan perfecto ésa calma que nadie la podía arruinar.

Sintió como dos pies le pisaban la retaguardia y se asusto, sin poder levantarse.

-¡Hi!

Miró hacia atrás con un sonrojo y toda su paz y tranquilidad se fueron al ver que quienes pisaban su trasero, eran sus depredadores que sonreían con burla.

¿Cómo sabían que estaba ahí?

¿La siguieron?

-Por favor chicos, estoy cansada. No molesten y vayan a cazar palomas.

Los dos héroes se miraron entre sí con una gran sonrisa y de un rápido movimiento, Viperion la dejó libre pero le quitó su carta de enamorada.

-¡Oye!

La chica se quiso poner de pié pero Chat noir se abrió de piernas y se sento encima de las caderas de ella y le empujó con sus manos, los hombros, dejándola inmóvil, en el techo.

-¡Chicos!

El héroe felino, dejó libre uno de los hombros de Marinette para así tirarle levemente de la oreja.

-¡Ay!

-Chicos, nada, señorita rata, ¿cómo te atreves a irte luego de una batalla y pasear con ése miraculous como sí fuese tuyo? Nosotros sólo creímos que lo ibas a robar, así que como somos tan devotos a my Lady, te seguimos para quitarte la ro... el miraculous.

La chica estaba roja de la vergüenza y el enojó por todo lo que estaban haciendo.

¡¿Por qué su amuleto encantado se empeñaba en que sea ése el miraculous que usé?!

Por una vez quería usar el miraculous del dragón y hacer cenizas de ésos dos héroes para el mundo y bravucones para ella.

-Yo no voy a robar nada, sólo vine a descansar un ratito. Déjame Chat ó te voy a acusar con mi papá.

El rubio tambaleo un poco antes ésa amenaza pero al sentir la mirada de Viperion, recobró la compostura y le volvió a tirar de la oreja pero con más fuerzas.

-¡Ahh!

-¿Me amenazas con my Lady y ahora con tu padre? ¿Qué eres Chloe?

Luka lo miró sorprendido y Chat noir suspiro profundo.

-No es Chloe, sólo es una comparación.

Las mejillas del poseedor del miraculous de la serpiente, se sonrojaron y se puso a leer la carta.

-Ojos verdes y apasionados, sonrisa de enamorado, cabellos más dorados que los rayos del sol, una amabilidad que invade mí corazón ¡Pfff! ¿Qué clase de nena es tu enamorado? Seguro es un triste chico con apariencia de niña, no, me disculpo con las niñas, ése tipo de ojos verdes, cabellos rubios y bonita sonrisa debe ser alguien horrendo, repugnante, poco hombre, idio...

-¡Ajam!

El héroe felino miró a su amigo molestó y este sonrió nervioso.

-Tu no Chat, tu te ves genial.

Le mostró el pulgar en alto y Chat noir casi se cae ya que Marinette aprovechó su momento de distracción para intentar liberarse, pero le fue inútil.

-¡Ya sueltame Chat noir, estoy muy molesta con ustedes ahora mismo!

Definitivamente, odiaba el miraculous del ratón.