Finalmente

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Apenas podía ver el camino con claridad, iba tomado y estaba mareado. Como cada viernes había ido a divertirse con Karin, últimamente no podía ni ver la cara de Sakura. No estaba seguro de la razón de ello pero estaba convencido de que la culpa no era, siempre vio a su padre golpear a su madre de ese modo se aseguraba de que no se entrometiera en sus asuntos. Le sorprendió lo bien que había funcionado con su propia esposa, una vez que empezó no pudo parar. Pero cada día ella era más obediente y fría, como una muñequita sin alma y sin ganas de nada, ella seguía sus órdenes y debido a eso no había razón lógica para pegarle sin embargo no perdía la oportunidad de insultarla o subestimarla y de vez en cuando una buena paliza. Lejos de causarle satisfacción, le causaba desesperación. Más que su Sakura, parecía un robot bastante obediente. Las cosas habían estado así al menos hace un mes.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la luz y el sonido de las sirenas, algo extraño ya que en ese pequeño lugar nunca pasaba nada. Las manos comenzaron a temblarle cuando vio que una patrulla tomaba el mismo camino que él tomaba a su casa. Intrigado y preocupado por la situación hasta la borrachera se le bajo. Más le valía a Sakura no haber hecho alguna tontería que le costará su posición.

Cuando llego a su calle no pudo ir más lejos que las tres primeras casas, tuvo que estacionarse y bajar debido a la gente chismosa alrededor y las patrullas y ambulancias estacionadas alrededor. Se hizo pasar entre la gente y no pudo evitar notar las miradas de lastima que la gente le dirigía. ¿Sakura se había atrevido a hablar?

La sangre se le heló al ver su casa acordonada, paso de entre los curiosos hasta quedar al frente. Iba a pasar por debajo de la cinta amarilla pero fue detenido por un policía --No puede pasar-- estaba apuntó de contestar pero sus palabras fueron interrumpidas por una charla entre dos policías --Nunca había visto algo tan descabellado-- muchas ideas pasaron por su cabeza, pero ¿cuál sería la correcta?

--Esta es mi casa, exijo saber lo que pasa-- puso una voz sería que fue escuchada por los policías que charlaban, quienes voltearon a verlo rápidamente. De nuevo esa mirada, lástima.

El policía que le había impedido el paso se quedó sin palabras ¿Cómo le diría el crimen que habían perpetrado en su propia casa? --¿Su nombre? Y qué relación tiene con la señora que aquí vive?--

--Sasuke Uchiha, es mi esposa.--

Se veía claramente que esas personas no estaban acostumbradas a lidiar con situaciones graves, sus rostros eran un libro abierto que podías descifrar por los gestos que hacían. No estaban inmutables ante la situación.

--Tendrá que venir a la comisaría-- trató de usar un tono neutro.

--¿Pero qué-- Uchiha estaba cada vez más molesto, quería respuestas.

--Aún esta viva, aún podemos salvarla-- su pregunta se vió intertumpida por los paramédicos que sacaban una camilla de dentro de la casa.

Vio a Sakura con sangre y moretones en la cara, y estaba seguro de que esta vez no había sido él. Paso de los policías para llegar a la ambulancia que se la llevaba, sintió una extraña sensación en el estómago. --¿Es usted familiar?-- le dijo una de las paramédicos. Él asintió --Vamos al Hospital Mercy-- cerraron la puerta de la ambulancia y se fueron. Volteo a ver a los policías.

Uno de ellos tomó el control de la situación, decidió alejarlo de la multitud y lo llevó dentro de la casa, entraron por la cocina, pisaron vidrios rotos de la puerta. --Uchiha Sasuke ¿correcto?-- el pelinegro asintió y el hombre frente a él había querido confirmar lo que había oído. --¿Dónde está mi hija?--

--Mi nombre es Ibiki Morino, detective--se presentó, no traía ropa de policía iba vestido de negro y con un sombrero. Empezó a caminar hasta llegar a la entrada principal, el pelinegro lo siguió, se quedó asombrado la puerta tenía sangre y había cosas regadas en el suelo y sobre ellas había cabello...rosa --A las dos con treinta y tres minutos de la madrugada recibimos una llamada de emergencia, dió su dirección y pidió una ambulancia porqué la habían atacado, luego de eso se desvaneció. Una patrulla arribó primero al lugar y entraron a la casa. Encontraron a la señora en el segunda piso, estaba llena de sangre e inconsiente.--

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