Love Hurts (Or Kill). - ♣️♥️TicciMask♠️♦️

↠ＰＳＹＣＨＯＰＡＴＨ ＩＮ ＳＩＧＨＴ↞

La recámara se veía igual de descuidada que el resto de la cabaña, pero se sentía mas fría. No se por que tenía la sensación de que era un lugar oscuro y, en cierto modo, me recordaba a la habitación de mi antigua casa.

Pensar en ello trajo mas tics a mi cuerpo, pero eran leves y ya estaba acostumbrado. 

No tenía equipaje que dejar allí, así que decidí sentarme en una vieja cama que estaba encajada en una esquina. Había dos puertas más en las paredes, pero no tenía ganas de ver dentro de ellas así que supuse que una correspondía al baño, y la otra a un armario. También me fije en una ventana, con un desvencijado marco de madera bastante corroída.

Me recosté en el colchón y puse un brazo bajo mi cabeza. Observé con atención el techo. Se veía algo sucio y la pintura estaba algo quebrajada, pero en general se notaba bastante bien en comparación al resto del lugar.

Pensé en muchas cosas, como en mi anterior... familia, en como había llegado hasta aquí, y la manera en que la gente hablaba a mi alrededor cuando revelaron mi nivel en esa extraña escala de habilidad suya.

Todo esto me llevó a una conclusión; Estaba en una casa, llena de psicóticos y asesinos corruptos, pero no tenía un arma para defenderme. Es cierto que yo cargaba con unas hachas, pero no recuerdo en que punto del bosque las tiré. De todas maneras estaban en mal estado, así que acabé en ir a buscar algo para defenderme.

Salí de la habitación sujetándome un mano con la otra. Los espasmos, podía sentirlos en el dorso de la mano como un shock eléctrico que me llegaba a la espina.

Estaba nervioso, por que si era cierto lo estricto de las reglas que me habían impuesto mis tutores, entonces estaría metido en graves problemas por salir a horas que no correspondían.

Bajé las escaleras y salí en busca de cualquier persona que pudiera encontrar. Sin embargo, parecía que la multitud que había visto se hubiese esfumado.

Al salir noté que una suave manta de niebla se había asentado sobre los arbustos del bosque, y una fría humedad azotaba el ambiente.

Oí un crujido del lado derecho de la casa, y me acerqué para observar.

Al dar vueltas al rededor de la pared de madera, fijé mi vista en una figura de pie mirando hacia los árboles, dándome la espalda.

Me esclarecí la garganta para dar a entender que me encontraba allí, y la silueta se volteó en mi dirección.

Era complicado saber el género de la persona, por que tenía un cabello largo hasta el hombro, negro y grasiento, y ademas su cara estaba totalmente deformada.

Una cicatriz profunda y algo infectada surcaba sus labios, atravesando sus mejillas. Por otro lado,no tenía pestañas y sus parpados superiores estaban destrozados.

Su piel parecía blanca, a manchones de formas extrañas e irregulares. Cuando se giró para mirarme, noté que tenía un cigarrillo entre los dedos y daba largas caladas mientras, supongo, esperaba que yo dijera algo.

- Hola - Dije, pero luego sentí que había sonado demasiado amistoso como para estar hablando con un (o una?) delincuente.

La persona solo prosiguió a mirarme como si estuviera hablando en otro idioma y luego miró al suelo para seguir fumando.

Salí de ahí para seguir buscando a mis mentores. A la vez, en mi cabeza, deseaba que existiera alguien entre toda la gente que parecía vivir aquí que pudiera responder a mis preguntas.

Me encontraba mirando al suelo cuando abría la puerta principal para examinar adentro, cuando choqué contra alguien. Se oyó un sonido de algo chocando con la madera de pórtico, seguido de varios repiqueteos más.

Casi pude sentir como se me caía el alma al suelo por el miedo, al ver una chaqueta de cuero amarilla frente a mi. 

Fijé rápidamente mi vista en el suelo, y entonces vi lo que había hecho el sonido hace unos segundos. Aquel frasco anaranjado lleno de pastillas que había visto a Masky tomar yacía en el suelo, con una docena de píldoras repartidas a su alrededor. 

Decidí quedarme quieto hasta que él dijera algo, por que pensé que cualquier movimiento que hiciera, le molestaría aún más. Algo así como hacerse el muerto cuando te ataca un oso.

Nos encontrábamos en medio de un silencio sepulcral y, como si el universo supiera que era lo ultimo que necesitaba, mis piernas comenzaron a fallar por los espasmos. Mis manos y cuello no tardaron en sufrir de tics también, y yo intentaba retenerlos con todas mis fuerzas.

Él seguía allí, de pie sin decir nada, sin moverse. Me estaba poniendo demasiado nervioso, tanto que casi podía ver que sacaba un arma y me destrozaba a disparos.

Y entonces, oí un crujido detrás de mí.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Nuevo capítulo, que termina en suspenso ;)

-Walker🐾