Capítulo 8: Sueño de metal

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Mechanical Lifeblood

Capítulo 8: Sueño de metal


Entreabrió los párpados todavía pesados por el sueño. Giró en la cama con pereza y chocó suavecito su frente contra la adversa.

HongBin abrió los ojos como platos.

El ciborg a ojitos cerrados dormía plácidamente. Su respiración, apenas perceptible, era lo único que le hacía darse cuenta de que no era un muñeco de porcelana.

Uno muy bonito.

—No estés tan cómodo, licuadora —quejó a centímetros de su rostro.

Suspiró y cerró los ojos.

La estampa de esos ojos negros le detenía el corazón por un segundo.

No tenía ningún sentido. El cómo le agarró, le sonrió como nunca antes le había visto sonreír y sus ojos celestes dejaron de brillar para ser oscuridad plena.

>>Un dedo se posó sobre la fotografía. HongBin subió la mirada. TaekWoon observaba la foto sin realmente comprenderlo.

—¿Qué pasó? —preguntó extrañado. El ciborg se mantuvo cabizbajo analizando su reflejo. Estaba irreconocible. Ahora, a simple vista, lucía un poco más humano. Sintió su corazón perder bríos por la manera en que esos ojos luchaban por entender lo que detectaban.

Ellos ascendieron a corresponder su mirada. Entre lentos parpadeos podía sentir un poco de ese espíritu humano que en la foto no se percibía. Ya no eran tan azules como antes. Cada día perdía funcionalidad y se tornaba un experimento fallido.

Una máquina defectuosa.

Se preguntó si recordaría algo sobre su pasado, si sentía opresión al pecho al verse así, o era consciente de lo que los demás hablaban a sus espaldas.

Que era una máquina defectuosa.

En silencio se examinaron mutuamente. A simple vista tan iguales.

Un destello LED le sobresaltó, no era como los anteriores. Tan fugaz como una cometa cambió su mirar. Los ojos fríos y analíticos se sintieron de repente tan cálidos y vivos.

¿El real...?

—TaekWoon... —susurró apenas, casi deseando hacerle despertar de ese sueño donde era mitad metal.>>

Quitó la mano atorada entre ambos pechos y miró al lector empírico.

Se había movido dos milímetros.

El ciborg abrió los ojos. Entre parpadeos relució el zafiro profundo de sus iris.

Ya no eran negros, ya no eran pálidos.

Azul, muy azul.

—TaekWoon... —susurró. Los sensores le descubrieron tan cerca, pero, esta vez, de sus orejas no saltaron centellas— TaekWoon —volvió a llamar, pasando los dedos por su mejilla.

El ciborg mantenía sus ojos fríos sobre él.

Le analizaba, le pesquisaba. No le sentía.

—T-T130-26 —siseó mecánico— T130-26, T130-26... —repitió, causándole escalofríos— T130-26, T130-26, T130-26...

—¿TaekWoon? I-Idiota, no bromees... ¡TaekWoon! —palmeó su mejilla asustado.

—T130-26, T130-26...

Mechanical Lifeblood (LeoBin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora