Mechanical Lifeblood (LeoBin)

Capítulo 11: Luces neón

Mechanical Lifeblood

Capítulo 11: Luces neón

La noche era fría y de viento constante, o era que el auto iba rápido en la autopista y estaban con las ventanillas bajadas. Cruzado de brazos en el asiento trasero entornaba los ojos de tanto en tanto.

Iba a enloquecer.

La radio a todo volumen con otra canción pop insoportable

Y, ahora, esa voz:

—Y bien, ya sabes, los nano robots son pequeñitos, pero, ¡¿del tamaño de una célula dérmica!? Y yo dije ¡¿Qué!? Pero él dijo, ¡Nah! Y yo como que, ¡es una célula dérmica! ¡las puedo reconocer sin microscopio! ¿¡Qué digo, hombre!? ¡Sin lentes! Y el cómo ¡No! Y yo como que...

JaeHwan era insoportable como una pegajosa canción de verano.

Se enfurruñó en el asiento, turnando su mala cara a JaeHwan en el copiloto parloteando sus nerdadas sin parar y HakYeon que asentía, posiblemente ignorándolo.

—Dios mío... ojalá nunca hagamos un viaje a la playa juntos —rezó entre dientes.

Miró de reojo a su lado, notando como TaekWoon aplaudía con las puntas de sus dedos al ritmo infantil de esos ídolos femeninos.

—¿Emocionado? —preguntó. El ciborg le miró, HakYeon había insistido en arreglarle un poco, y con poco se refirió a sombra oscura y perlada de ojos, ropa negra y de cuero y sus mejores pendientes. Era toda una celebridad.

HongBin sonrojó.

—Sí —finalmente respondió, curvando sus pequeños labios provocadores en ese labial transparente.

—Ah, ya veo —desvió la mirada, rascándose la mejilla y reparando en su propia ropa. Vaqueros, zapatos deportivos y su suéter favorito, parecía más bien un estudiante universitario sin tiempo de siquiera peinarse a que... Bueno, en efecto, era eso— ¿Te gustan las fiestas?

—En realidad a él le gustan las... —intervino HakYeon.

—¡Luces! —se inclinó del asiento, señalando hacia el parabrisas.

HongBin miró al frente. Ya habían llegado a la discoteca, cuyas luces sobresalían y titilaban, volviéndose un extraño universo purpura con destellos de oro y rojo.

—En Navidad se la ha de pasar de lujo... —sonrió JaeHwan, limpiándose los lentes con la ropa.

TaekWoon abrió los ojos de impresión y se giró de golpe.

—¡Navidad! —tomó de un jalón las manos de HongBin— ¿Conmigo?

—¿Conmigo qué? —preguntó, ladeando la cabeza.

—La Navidad... —pidió— Conmigo.

Las manos de TaekWoon se sentían insólitamente tibias y aún en medio de esa oscuridad reconoció el rubor en sus mejillas. Pero, sus ojos bonitos seguían determinados.

—Aún falta mucho para eso... —murmuró avergonzado, queriendo soltarle. El ciborg le apretó.

—¿Conmigo? —insistió. HongBin suspiró.

—Contigo —prometió, pasando el pulgar sobre el dorso de su mano.

El auto se detuvo al estacionar.

—¡Ya llegamos! —jactó HakYeon, abriendo la portezuela— Soy amigo del guardia, así que tranquilos, diviértanse —guiñó el ojo, en lo que se acomodaba la chaqueta.