Error me convenció de bajar del árbol a cambio de un caramelo, era de naranja por supuesto, sonará muy infantil e idiota pero en realidad funciono y no sé por qué le tengo tanta confianza a ese chico que me resulto tan extraño ante mi intuición.
Al bajar me dijo que por qué estaba ahí en primer lugar, no le dije nada, solo mire a los caramelos y mi boca se hacía agua al pensar en comerlos.
Cuando cayó la noche en el firmamento vi mi final ya escrito suspenso, tenía que volver a mi hogar, tenía que volver a ese lugar donde me espera Zephyr y me volverá a golpear.
"¿Que te da miedo?" Me preguntó error al verme aterrado de mirar el camino que lleva hacia mi casa de finos rasgos.
"Me da miedo ir solo, normalmente Zephyr siempre me acompaña a casa" mentí mirando el suelo queriendo evitar la verdad que en mis heridas y marcas se da por hecho en realidad.
"Ya veo, ¿Quién es Zephyr?" Pregunto mirándome como si estuviera haciendo una pregunta que mi secreto revelará.
"Mi hermano" dije sin pensar para taparme la boca y razonar.
Hubo un lago silencio y empecé a caminar lejos de él, no podía hablar más.
"¿Él te hizo eso?" Señaló mis vendajes y mis heridas cicatrizadas.
Caminé en silencio ignorando al chico extraño.
Al llegar a mi casa vi a mi hermanastro y... A mi padre...
Ambos estaban gritando...
Apenas me miraron sus manos fueron puños y sus miradas un calvario.
Lo último que vi fue a mi padre haciéndome caer de las escaleras.
No desperté en el hospital, solo en el frío piso de mi cuarto. Busque el alcohol con mis rasguñados brazos y con un trapo sucio de sangre pasada me limpie las heridas que necesitaba cicatrizaran.
Busque en mis bolsillos y encontré un caramelo de naranja, lo mastique con desesperación y saboree su dulzor.
Necesitaba azúcar, necesitaba esa satisfacción...
Pero por primera vez mi cuerpo lo rechazo... No sentía el dulce en mi ser, mi lengua no podía detectar el azúcar en mi paladar.
Perdí mi única razón de seguir, perdí lo que hacía a mi corazón latir...
ESTÁS LEYENDO
Caramelos //ErrorInk//
Fanfic"Mamá me mentiste, sin el azúcar mi vida es más triste" Él ocultaba su dolor con pequeños dulces y se ahogaba en su dulzura buscando descanso y tal vez algún mañana.