Manzanilla

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6 interminables meses que estuve solo, me sentía bien en soledad y lo supe cuando alguien más la invadió.

Se había acabado..

Los momentos dulces cuando éramos niños se habían terminado, ahora ambos como completos desconocidos en nuestra propia casa nos estorbabanos...

Desearía haberme quedado bien solo, desearía nada hubiera acabado así.

Tomados de las manos, prácticamente obligados, fingimos que aún nos guardamos cariño. Ninguno dice nada, pero ambos sabemos que esto se acabó desde hace tiempo.

Le pequeña chispa se apagó, esos días en el parque de las aguas se fueron, esas tardes de hospital cuando él con miles de detalles me enamoraba cada vez más.

Así que esto es la simpleza de la vida.

Entiendo.

Y un día cualquiera, mientras yo dibujaba mirando el atardecer note que error estaba mirando un cuadernillo.

"¿Qué es?" Pregunté.

"Escribí esto cuando estuviste internado en el hospital por lo de tu pulmón... Da un poco de risa" dijo él ojeando las páginas.

"¿Risa?" Insistí.

Error se acercó a mí y se sentó a mi lado, me mostró el libro página por página, las palabras que recuerdo el me dedicaba, pequeños pétalos de flores que el dejaba.

Pero también había envolturas de caramelos pegadas...

"Ya veo por qué te da risa..." Murmuré con una sonrisa. "Esos días ahora creo fueron algo tontos..."

"Claro que no" intervino el "son los mejores recuerdos que tengo, me da risa por qué me esmeré tanto en hacer este cuaderno que olvidé dártelo, era para cuando salieras del hospital pero nunca te lo di, recién hoy lo encontré, toma"

Me extendió el libro y lo tomé con cuidado...

"¿No se puede verdad?" Pregunté rompiendo ese silencio del tema que habíamos evitado.

"¿Qué cosa?"

"Volver a sentir lo mismo..."

Error me miró con una sonrisa, una lastimera sonrisa de piedad.

"No se puede Ink..." Musitó él.

"Ya veo... Igual gracias..." Comenté dándole un abrazo a error.

Esto es el fin de una historia de amor de adolescentes, una historia que parecía tan hermosa que jamás acabaría y así hubiese deseado. Lastimosamente nunca la vida me ha premiado en mis deseos.

Solo estaremos aquí por nuestro hijo, es todo lo que puede unirnos. El fruto del amor que un día nos tuvimos, el no tiene la culpa, podremos hacerlo bien, aun si no podemos querernos. En honor a lo que un día sentimos, haremos de este niño algo hermoso.

Lo que nunca iba a saber era que esa misma noche Error saldría a caminar y llorar un rato, nunca sabría ni él ni yo que se vería metido en una balacera de una pandilla.

Jamás adivinaría que mientras yo dormía el sería atacado por una bala perdida al huir de aquellos sonidos aterradores.

Creo, qué la vida nunca me ha tenido en gracia.

Había despertado y al no ver a error por la casa me angustié. Como era costumbre desayuné antes para mí y para mi bebé.

Cuando iba a salir para ver dónde podría estar ví a unos vecinos del lugar acercarse a mí dándole la noticia fatal...

"Tu pareja fue herido de una bala perdida" murmuraron.

No lo creí...

Pero luego cuando fui al hospital ví a error con una herida en su pecho.

Me dijeron que se había perforado el pulmón...

Que no había mucha posibilidad... Lo intentarían tratar pero debía aceptar esa realidad.

Apenas despertó me senté a su lado, él no podía hablar... Tenía un tubo conectado a su garganta.

Tome su mano, la acaricie...

"Veo que las cosas se volvieron al revés" le expresé queriendo verle lo divertido a la situación aunque esto me rompiera por dentro.

Él solo me miró triste...

"Tranquilo... Esta vez yo estaré aquí para ti... Y no te dejaré..." Hablé de forma suave.

Te cuidare con la dulzura que tú me cuidaste a mi...

Caramelos //ErrorInk//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora