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           Un día, la madre de ella se enteró que le gustaban las chicas, por pura casualidad.

- ¡a lizzy le gustan los príncipes! - dijo el padre bromeando.

- ¡no, le gustan las princesas! - refutó la menor, ambos subieron a sus habitaciones.

La madre la miró con una sonrisa y vio a lizzy sonrojada.

- yo no niego nada. - fue al baño nerviosa.

- tenemos que hablar. - dijo sería la madre y se dirigió a los sillones.

         Contarle a su mamá que le gustaban las niñas fue toda una historia, Lizzy lloró como una niña pequeña, tenía miedo, mucho miedo.

Su madre la miró y simplemente la abrazó, la envolvió en sus brazos como solo una madre sabe hacerlo, le dijo que todo estaría bien, que la apoyaba, que la amaba tal como era.

          Hizo que Lizzy le mostrará una foto de la chica que le gustaba.
Agradecía infinitamente la confianza que tenía con su mamá, era un peso menos que al menos ella fuera la única que lo supiera.

          Esa noche volvió a hablar con Dulce, la niña insistente.

Sentimientos Encontrados - LGTBQ+ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora