When All is Lost One is Found. En español

Capítulo 112: La Nube Oscura

When All is Lost, One is Found. En Español.

Autora: Rinoaebastel

Capítulo 112: La Nube Oscura

Disclaimer: Harry Potter no es mío y no gano nada con esto, solo practicar en la escritura. Harry Potter es propiedad de JK Rowling.
AN: Esta historia puede contener escenas de los libros y de las películas de Harry Potter, pero no con el dialogo exacto, este ha sido reescrito u omitido. No está señalado.

El sol había llegado hasta ocupar el medio del cielo antes de que Severus fuera capaz de moverse sin ninguna sensación de mareo. Solo entonces, fue cuando pudo sentarse en el suave objeto transfigurado bajo la atenta mirada de su subdirectora. Minerva había insistido en quedarse con él e incluso obligarlo a comer y beber un poco.

Él solo cedió para que parase de molestarlo y con la esperanza de que la mujer se fuera antes de que comenzara a hacerle preguntas y a estudiarlo con esos inquisitivos ojos que se daban cuenta de todo.

Dio el último sorbo al zumo de calabaza y dejó la copa. Disfrutó del silencio por unos pocos segundos antes de que la paz se viese interrumpida.

—Ahora que parece que te encuentras mejor y tienes mejor aspecto quiero decirte algo.

Cuando la miró pudo observar un rastro de angustia en sus ojos.

—¿A caso no me has dicho ya demasiado? Ten cuidado Minerva, puede que mi maldad se te pegue. —se levantó poco a poco.

—Oh, por favor, deja tu máscara a un lado, Severus. Ya solo con mencionarlo es demasiado duro para mí. —Minerva cruzó los brazos y de repente se sintió como si fuera un estudiante siendo amonestado. —Los profesores van a atacarte.

No permitió que la sorpresa se mostrara en su rostro.

¿Por qué demonios le había contado eso?

—Me esperaba que alguien me retara pero no pensaba que iban a caer tan bajo.

Minerva esbozó una media sonrisa.

—¿De verdad crees que alguien del profesorado piensa que puede vencerte en un duelo, Severus? Esa es la razón por la que quieren atacarte todos al mismo tiempo.

—¿Es que han perdido la cabeza? Eso solo serviría para irritar más al Señor Tenebroso. Las consecuencias de tal acción serían desastrosas.

—He intentado convencerlos de que la idea era estúpida y cuando lo hice insinuaron que podría estar apoyando a los mortífagos.

—Ahora sí que estoy seguro de que el mundo se ha vuelto loco. ¿Alguien los ha hechizado?

—Cuando las personas están bajo un estrés extremo, el sentido común no es lo primero en lo que se depende. Y después de que me mostraran su falta de ganas de escuchar a la razón, mi única opción era avisarte. —ella suspiró. —Me siento como una traidora pero sé que en el fondo puedo confiar en ti, Severus.

Rió amargamente antes de que se diera cuenta de que lo había hecho.

—Bienvenida al injusto mundo de los traidores. A veces no tienes otras opciones y a veces solo tenemos una porque nos la concede otra persona. —dijo y fulminó con la mirada al retrato de Albus. Ella siguió su mirada y después volvió a centrarla en él mientras entrecerraba los ojos. Terminó de incorporarse de forma temblorosa y caminó hacia el escritorio del director. —Te... Te agradezco que me hayas avisado, Minerva.

Centró la vista en la ventana mientras sentía los ojos de la mujer taladrando su espalda. Sus pensamientos viajaron hacia el peligro con el que iba que tener que lidiar. Ahora también iba a tener que llevar cuidado cada vez que un profesor se acercase a él.

Incluso quizás, les permitiría que acabasen con él sí el estrés no lo hacía antes de que tuvieran tal oportunidad. Estaba tan cansado. Cansado de la vigilancia constante y de la carga que llevaba encima. Quería dejar descansar a su alma.

—Lamento que no pueda decirte los detalles. Creo que ahora no se fían demasiado de mí y no sé cuándo se llevará a cabo.

La voz de Minerva le hizo darse cuenta de que aún estaba allí pero no se dio la vuelta, al contrario, se centró en la oscura nube que había en la distancia. Sus ojos se ensancharon cuando se percató de que se movía mucho más rápido de lo que debería. La mofa ardiente en su brazo confirmó su miedo y se giró hacia la mujer.

—Tienes que irte, ya.

—No seas orgulloso, Severus aún sigues-

—¡Sí te ve aquí te matará!

Minerva miró por encima de su hombro y el color se esfumó de su rostro. Alabó a la mujer mientras se marchaba acelerada de su oficina. Volvió su mirada hacia la ventana y observó la sombra del Señor Tenebroso acercarse. ¿Por qué estaba aquí? Abrió la ventana y dio un paso atrás.

Las alas oscuras cruzaron los dominios de Hogwarts y se filtraron dentro de su despacho por la ventana abierta. Como había esperado, la niebla se materializó hasta que su amo se transformó en carne.

Sin esperar a que dijera nada, Severus se inclinó.

—Mi señor, ¿a qué se debe esta placentera visita?

—Tengo la certeza de que Potter va a venir aquí. Sí lo hace serás el que me ofrezca al chico.

Iban a venir a Hogwarts. No serían tan estúpidos de hacer tal cosa.

—Si me lo permite preguntar, mi señor, ¿por qué harían algo tan temerario?

—Haz lo que te digo y asegúrate de que los mortífagos de Hogsmeade estén alertados.

Severus se inclinó más aún.

—Así se hará, mi señor.

—Tengo cosas que hacer. Pondré a Bellatrix a la cabeza de los mortífagos. Sí Potter aparece borraremos este lugar del mapa y lo purgaremos desde sus cimientos. La mala sangre que lo apoya debe ser erradicada.

Con esas palabras se percató de que el Señor Tenebroso había perdido la cabeza. ¿Iba a asesinar a cada joven mago y a cada bruja solo para poder matar a Potter?

—¿Y qué pasa con los estudiantes que lo apoyan a usted?, ¿debo ponerlos a salvo, mi señor? —Intentó negociar, y con ello, probablemente estaba arriesgando su vida más pronto de lo que debía. La desesperación de su amo le mostraba que Potter era un necio sí venía hoy a Hogwarts. Era el comienzo de la zona de batalla y probablemente sería el enfrentamiento final.

Parte de él no podía creérselo. ¿Por qué aquí?

—No. Sí se alían con nosotros lo sabremos y será una forma de erradicar a los mentirosos. —la fría voz de su amo congeló sus miembros junto con su corazón. —Mantén Hogwarts bajo tu control y no me falles.

Se negó a mirar al Señor tenebroso mientras se marchaba, mientras el cuerpo de su amo se disolvía y atravesaba la ventana.

A pesar de que tenía los labios abiertos era incapaz de respirar e intentó digerir la información. Intentó entender que probablemente este sería su último día de vida sí esos tres decidían poner un pie en los terrenos de Hogwarts.

AN: Mis queridos lectores, ¿empezamos la batalla final? Espero que os haya gustado y feliz año nuevo. Dejarme en los comentarios lo que pensáis y nos vemos el sábado.