Nací de las cenizas de un hechizo sombrío, en una tierra oscura manchada de sangre, creo que la conoces, solía llamarse tierra antes de la guerra, ahora los hombres la bautizaron como Pandora, la que oculta todos los males, me parece un buen nombre.
Todo comenzó hace mucho, mucho tiempo.
Los humanos alzaron las armas los unos contra los otros y dieron inicio a la guerra nuclear, la devastación y el horror arroparon al mundo, hubo un largo invierno, surgieron enfermedades, se vino la muerte y una peste a la que bautizaron la Peste Nuclear estuvo a punto de acabar con la humanidad. La solución que tomaron los hombres fue la más simple: dividir. Enviaron a los enfermos al norte del mundo, a las zonas inhabitadas a las que solían llamar las zonas letales por la gran cantidad de radicación que había allí; el resto, la gente sana, se fue a vivir al sur, con su gobierno, sus políticos, con sus médicos y sus vanos intentos de encontrar una cura.
Yo me crié entre los enfermos, vi cómo se volvían extraordinarios como los héroes y luego se destruían sin nadie que estuviera allí para ayudarles, viviendo entre ellos entendí que los hombres jamás merecieron este mundo, nosotros sí, se nos negó el derecho a vivir en él pero mi madre encontró la manera de hacerme nacer aquí, de ser la mitad de dos mundos. Cuando las bombas nucleares estallaron, una antigua puerta que se encontraba sellada se abrió, la Puerta del Exilio, la misma puerta por la que Dios echó a Lilith de la Tierra por no querer ser sumisa ante Adán y pretendió suplantarla con Eva, la puerta se abrió por muy poco tiempo, el tiempo suficiente para que mi madre encontrara un hombre con el que yacer y tenerme, todos los hijos de Lilith mueren o eso dicen, pero yo no, yo sobreviví.
Mi madre me dejó a cuidado de una inmune a quién llamamos Ma' Lucile y me dijo que lo hacía con un solo propósito: tenía que abrir un portal entre los dos mundos y traer a las huestes del infierno a los restos de la tierra para restaurar lo que los hombres dañaron. Los hombres hicieron el mundo arder, nosotros caminamos sobre las cenizas y comenzamos el legado de los hijos de la oscuridad.
Me gustaría contarte esa historia esta noche, es una historia de muerte y maldad.
***
La sala de conferencias de Pandora estaba atestada de gente, la presidenta Úrsula Kapet presentaba al profesor Victor Strauss y sus prodigios al mundo. Daniel jugueteaba con la pulsera blanca que lo identificaba como miembro VIP, dijeran lo que dijesen, ser un prodigio era un completo fastidio cuando todo el mundo tenía sus ojos puestos en tí, Jake y Madeleine se sentían muy bien en su rol de futuros protectores de la humanidad, pero él no lo veía de ese modo, se sentía más como una mascota que todos van a observar a través de un cristal.
—Los prodigios —decía la presidenta— son la nueva esperanza de la humanidad, formarán nuestras fuerzas armadas y nos ayudarán a conservar la paz. Profesor, ¿podría hablarnos sobre sus experimentos?
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Antología Villanos del Más Allá
Ngẫu nhiên«-He visto catorce millones de futuros posibles. -¿Y en cuántos ganamos? -En uno». ¡Bienvenidos al primer concurso del perfil! Suma este apartado a tu biblioteca y no te pierdas de la antología que reunirá a los mejores relatos que entrelazan a los...