Thunderbird⁰ [Newt Scamander] LUNAE LUMEN SAGA

Capítulo 7: "Lo que nos depara el destino"

LAUREEN TARDA POCO TIEMPO EN DESCUBRIR QUE EL NOMBRE DE LA MUJER EN LA FOTOGRAFÍA ES LETA LESTRANGE, no le resulta difícil descubrirlo luego de que a Newt se le escapase su nombre en medio de la conversación que sostenían mientras caminaban por las calles de Londres.

Laureen no quiere admitirlo, pero puede notar con facilidad los malos recuerdos que atacan la mente de Newt al mencionar el nombre de esa mujer; no desea preguntar nada más ni presionarlo para que hable de la situación a pesar de que la curiosidad le carcome el pecho.

Ambos pasean por las veredas londinenses e incluso Newt admite que le agrada la compañía de Laureen y que le causan mucha gracia todas las historias que le ha estado contando en el camino; ella no para de hablar y Newt no desea que lo haga.

Hace mucho frío en Londres, Laureen se detiene para agradecerle a Bakari el gesto que ha tenido con ella al regalarle la ropa de su hermana y uno que otro abrigo, Newt le hace ver que le quedan muy bien a lo que los dos atinan a reír avergonzados.

El tema del matrimonio falso se toca un par de veces más ahora como una broma interna. A Newt sigue avergonzándole, pero Laureen parece muy divertida como para dejar de mencionar que habían estado casados al menos durante veintidós minutos; Newt le sigue la corriente, relajándose un poco y bromeando con ella diciéndole que, con el divorcio, desea quedarse con la custodia de los niños

— ¿Niños? —Pregunta Laureen, divertida—Nuestro fugaz matrimonio no dio para eso, ¿a qué te refieres?

—Los animales en la maleta serían como nuestros hijos—responde, levantando un poco el maletín para que ella lo viese—Son suficientes para ambos

— ¿Me quedaría con la mitad?

—Quizá con una cuarta parte

— ¡Oye!

Newt ríe, consiguiendo un pequeño golpe de la mano de Laureen en su hombro seguido de una carcajada que le hace mirarla. Sus ojos están cerrados mientras su cara alzada recibe los pequeños rayos del sol en una sonrisa que muestra sus blancos y brillantes dientes. Sonriendo, Newt baja la mirada, notablemente sonrojado.

— ¿Alguna vez has pensado en casarte de verdad?

—Uh... eso creo—dice, aturdido por la pregunta tan repentina. Newt nota que la algarabía de Laureen se apaga de pronto—Mi vida está dedicada a mis criaturas, pero supongo que en algún momento tendré que hacer un espacio en mi vida para alguien más

— ¿Crees que eso sea pronto?

—Supongo que eso dependerá del destino

—Crees mucho en él, ¿huh? —Una ráfaga de viento helado les despeina el cabello y Laureen, con las manos desnudas, las enrolla en el brazo de Newt, cubriéndolas del frío. Él le sonríe