Wonwoo
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Por supuesto, Soonyoung sabía que el único restaurante de sushi en la ciudad compartía una pared con una discoteca. Wonwoo se sentó en el bar tomando un gin-tonic mientras observaba a su hermano circular de un alfa a otro en la pista de baile. Seulgi y Minhyun estaban en una esquina del salón, sus ojos solo se miraban entre sí, mientras que Minghao prácticamente estaba encima de Mingyu a unos pocos pasos de distancia. Nayoung y su prometido se habían retirado tomando un Uber a casa, y Wonwoo se preguntó si debería haber hecho lo mismo.
—Bueno, no te veas como una gruñona florcita en la pared, —dijo Eunwoo, apareciendo al lado del codo de Wonwoo
Wonwoo saltó, luego se echó a reír, limpiándose unas gotas de su bebida que se habían derramado en su manga. —Estaba empezando a preguntarme si me largaba, o si realmente decidías venir.
— ¿Estás bromeando? ¿Una oportunidad de verte un poco mareado y suelto? Como si me lo perdería —Eunwoo llamó la atención del camarero y pidió un vodka con soda. Suavemente murmuró— No me dijiste que habías decidido perseguir a Kim después de todo.
Wonwoo gimió. —No es así. Seulgi nos invitó a ir al mini golf con ella y con Minhyun y luego...
—Y tú estás haciendo caso omiso a la posibilidad de mirarlo directamente a la cara, como de costumbre —Eunwoo negó con la cabeza, aceptando la bebida del camarero. — ¿Qué voy a hacer contigo, Wonwoo?
Wonwoo miró hacia donde Mingyu había estado merodeando la mayor parte de la noche, pero él y Minghao habían desaparecido. ¿Wonwoo había interpretado mal esta situación? ¿Eran realmente una pareja?
No. Esa sería una dinámica seriamente desordenada. Wonwoo vació su bebida y la puso en el mostrador. —Emborráchame lo suficiente como para bailar.
— ¿Escuché que alguien quiere emborracharse? —Dijo una nueva voz—Wonwoo, ¿verdad?
A Wonwoo le llevó un minuto identificar al hombre que se había dirigido a él. — ¡Oh! ¡Tú! ¡El camarero del puerto deportivo!
—Shin Sangwoo, —le recordó a Wonwoo. Wonwoo presentó a Eunwoo, y luego Soonyoung se acercó.
—No me digas que me vas a dejar por mi hermano, Sangwoo — bromeó, aunque su voz tenía un dejo de competencia.
Sangwoo rodeó a Soonyoung con el brazo. —No pude evitar escuchar a tu hermano decir que quería emborracharse. Es nuestro deber de ayudarlo, ¿no te parece?
Los ojos de Soonyoung se iluminaron y se abrió paso hacia la barra — ¡Chupitos! —llamó— Cuántos... —Se dio la vuelta y comenzó a contar— Eunwoo, Mingyu. Chupitos ¿Te unes?
Wonwoo estuvo en el ángulo perfecto para ver las caras de Mingyu y Sangwoo cuando se giraron para mirarse. La sonrisa abierta de Sangwoo se apretó en una línea hermética, y las fuertes cejas de Mingyu se fruncieron cuando cruzó los brazos sobre su pecho...
—Mingyu. Ha pasado mucho tiempo —Sangwoo extendió su mano.
— ¿Ustedes dos se conocen? —preguntó Wonwoo, su curiosidad por su respuesta estuvo a punto de desgarrarlo a pedazos.
—Éramos amigos cuando éramos jóvenes, —dijo Sangwoo, aún con la mano extendida, mientras que Mingyu lo ignoró cuidadosamente. — ¿Qué tal una bebida, Mingyu? Por los viejos tiempos.
Sin decir una palabra, Mingyu giró sobre sus talones y se dirigió al otro lado de la habitación. Minghao quiso seguirlo, pero Soonyoung presionó un vaso de chupito en su mano.