MY BOY

♛Perra Adicta♛

ＡＤＶＥＲＴＥＮＣＩＡＳ

✖ Contenido Sexual
✖ Lemmon [8/10] 

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Es una zorra, y lo está disfrutando como nunca.

Adora depender de ella;
De su suave piel contra la suya y sus labios contra los suyos.
Mirar su cabello castaño la hace morder sus labios, su mirada inyectada en cafeína y su cuerpo la hace no despegar su vista de sobre ella.

Tiene obscuridad en la cabeza, tiene cafeína en la venas, veneno en la lengua y azúcar en los labios; Está cayendo en el abismo, se está revolcándo en el pecado, se está incinerando lentamente, y lo ama.

Adora escucharla decir su nombre, porque cuando la llama la maldad responde. Se ha vuelto adicta a lo prohibido, algo que siempre tiene un sabor especial.

—¿Te has estado acostando con él? —dijo Ochako mordiendo sus clavículas mientras masajeaba sus pechos con fuerza, marcando de rojo el pecho de Jirou y tatuando sus molares y caninos sobre su cuello.

Quemaba, dolía y de una manera deliciosa. —Me siento sola en sus brazos.

—¿En verdad? —dijo burlona.

Suspiró ahogadamente —Mordiendo mis labios sabrás que nadie más está en camino, nada tiene porque importar, déjalo atrás, estás conmigo.

Se está pudriéndo desde dentro.

Ochako sonrió besando sus labios lentamente, lamiendo con paciencia.

Tan cerca del Limbo.

Mordió suave y jaló delicada.

—¿Entonces me amas, Kyoka?

—Si, te amo Ochako —masculló sintiendo las manos de Uraraka sobre su abdomen, quemando suavemente, apretando fuerte de vez en cuando en su cintura.

Siente que ella en verdad está llegando a su corazón.

No cree en las palabras de Ochako, pero aún así la deja indagar en su cama. Sabe que seguro ella está enamorada de su jefe, pero si aún así huecamente la tiene sobre ella; no le importaría salir herida en el proceso.
Los débiles humanos como ella sólo deben disfrutar de las migas que demonios prohibidos como Ochako les obsequian.

Sabe que la castaña es adicta de lo prohibido pero lo sabe controlar.

Mirar las mejillas rojas de la educada Uraraka la hacen tragar fuerte, y sentir como la pelvis de Ochako muele contra la suya le hacen decir su nombre en profundos gemidos que se van rompiendo conforme el roce aumenta.

—Ámame Kyoka, ámame —masculló con sorna ante la cara extasiada de la famosa escritora de letras maravillosas. —Vamos, di mi nombre.

¿Han escuchado aquellas palabras que te helan la sangre?: No coquetees con el diablo sí no te gusta el infierno...

—Ochako, Ochako. Ahh~ Ochako.

Pudo notarlo, el orgullo de Uraraka se infló y su mirada se volvió egoísta. —Te adoro, Kyoka-chan.

Y Jirou se muere por creerle.

Quiere subir y bajar con ella, pertenecerle por completo, ser ahogada por ella. Quiere saber lo que está pensando, quiere saber todo sobre ella, quiere tenerla. Quiere saber sus secretos, quiere conocerla a fondo, sumergirse en su océano.

La quiere, la desea.

Quiere perderse con ella, quiere que le dé todo, quiere que la miré sólo a ella, mentiría por ella tal y como lo hace ahora.
Moriría por ella.

—Dejame ser algo más que tu amiga. —dijo Jirou.

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Puede verla siendo herida en un futuro.

Puede verla implorando amor.

Amor retorcido ¿Eso busca? Podría amarla hasta la muerte, iría a su lugar de descanso: sacaría a su pálido cadáver y la abrazaría hasta que los gusanos se pasaran a regodearse entre su carne viva.

¿Quiere hundirse?
L

a arrastrará al infierno, la ahogaría en veneno dulce, en flores llenas de espinas, en sangre y saliva.

La asfixiarà.

—¿Quieres que te ame? —dijo tomándola de la cintura. Juntando sus ambos pechos sudorosos.

—Si. —Dijo Jirou escondiéndose en su hombro, inhalando la morfina natural en su aroma.

—Te arrancaría las alas —dijo dulce. —Te ahogaría en mi esencia, me colaría en tus venas... Hasta envenenarte.

—No importa, te amo.

Ochako empacó crueldad desde hace mucho. —El amor es una perra, Kyoka, ¿Podrás manejarlo?

—Si, Ochako.

—Bien, ¿Quieres que sea tuya? Bueno, entonces tienes que ser mía.

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Say My Name - David Guetta, Bebe Rehxa & J Balvin