|2| Sola

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Desperté gracias a la insistencia de mi despertador y a los gritos silenciosos de la habitación.

Me acomodé en mi cama aún cansada, tallándome los ojos en un vasto intento en despertarme de la pesadilla del que llamo "yo".

Y entonces, nada. Me doy cuenta que estoy sola y eso hace que me sienta mejor conmigo misma.

Me alivia de sobremanera no escuchar a los monstruos, no lo hago y sonrío brillante, contenta de seguir aquí, tan viva y presente.

Es raro sentirse capaz de enfrentar al mundo, sentir que puedes tenerlo en tus manos. Quería sentirme así un rato más pero aquel pensamiento se fue tan pronto como había llegado cuando escucho a alguien tocar la puerta.

Sin lugar a dudas era Glimmer, su voz era más como un susurro que otra cosa. Me había dicho que desayuno está listo, por si deseaba salir.

No tuve que pensarlo mucho, tenía tanta hambre que podría comerme hasta un unicornio.

Contesté con un "ya bajo" mientras me levanto de la cama, buscando entre mi desastre de habitación ropa limpia, para luego dirigirme al baño.

Casi me da un susto cuando veo mi reflejo. Tenia ojeras de días enteros sin dormir y mi piel esta más que asquerosa.

Ni loca iba a salir así por lo que me doy un buen baño caliente.

Al terminar me cambio y bajo hasta llegar al comedor dónde me espetaban Glimmer y Bow.

Los saludé sentandome junto a ellos, la comida ya estaba servida por lo que comienzo a comer.

Podía ver las caras de preocupación de mis amigos, mas no digo nada.

Glimmer me pregunta el cómo estoy, contesto un simple "bien" para luego seguir comiendo.

Al parecer mi respuesta no fue tan buena como pensé y Bow comenzó a hacerme más y más preguntas de las cuales, sinceramente, no quería responder.

Unos tantos "lo sé", "okey", "sí, entiendo" bastaron para que se muriera la conversación.

Al terminar de comer, me despido de los chicos y voy de camino a mi trabajo, aún con las preguntas molestas de Bow y Glimmer en la cabeza cuales la mayoria no logré responder con sinceridad.

Entro al metro casi vacío y me siento en un lugar desocupado cerca de las puertas, comienzo en divagar.

Aquel "bien" que había dicho con anterioridad era, de lo que cabía, verdad.

Es decir, puede que emocionalmente y, hasta físicamente estaba mejor, un poco al menos, no estaba tan perdida como el día anterior pero, de alguna sentía que había mentido.

Busco entre mi vocabulario personal una palabra para definir como me sentía, pero descarto todas y las pocas opciones que logro recordar.

Luego de rato, entre perdida y frustrada, noto un mensaje, un texto proveniente de mi celular. No tenía que abrirlo para saber quién era, pero la tentación me ganaba.

Y es lo que hice, leí el mensaje convenciendome en que no contestar, que no valía la pena y que podría así calmar mi curiosidad.

Sonreí triste al terminar de leer el mensaje, el cual me dejó con un sabor amargo en la boca y los ojos medio queriendo llorar, mas no dejé que se escapara ningúna lágrima.

Es dificil esto, pero sé que cada día me dolerá menos y menos, y al final, ella será nada más que un recuerdo lejano y dejaré se sentirme así.

Así de sola, pensé. Sí, esa era la palabra.

Sola.

Lo sientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora