Damián
Cubro mi rostro con la almohada al escuchar los insistentes golpes en la puerta acompañados de los gritos de mi tía como un intento por despertarme. Me mantengo cubierto por la sábana fingiendo que no la escucho y cuando pienso que se va a rendir, la puerta se abre de golpe.
—¡Damián Ciro! Despiértate, debes de ir con Thomas a recoger los materiales al instituto Holden. —ordena y escucho sus pasos acercarse a la cama—. ¡Obedece! —grita quitando la almohada de mi rostro.
Cierro mis ojos de golpe al sentir la luz y me cubro el rostro con ambas manos gruñendo en el proceso. ¿Qué le sucede gritando tan temprano solo por ir a buscar materiales escolares?
—¡Damián! —grita histérica quitando la sábana de mi cuerpo.
—Puedo pasar más tarde por eso. —gruño en respuesta dándole la espalda.
—Deberías de revisar tu teléfono, Thomas escupió su café al leerlo en el desayuno. —comenta de pronto y sale de la habitación.
¿Y a mí qué me importa si Thomas estuvo por escupir su desayuno al mirar su teléfono? Me siento en la cama suspirando en el proceso, tomo una camisa que está sobre la mesa de noche y me la coloco. Vestido y decente, salgo de la habitación pasando por el pasillo que da a la sala de estar y giro a la derecha directo a la cocina.
Thomas está muy interesado mirando su teléfono como para reparar en mi presencia que se acerca a prepararse el café matutino. Paso a su lado y beso la mejilla de mamá que está sentada a su lado en su silla especial en conjunto con su mirada perdida.
—¿Qué tanto miras en el teléfono, Thomy? —le pregunto sirviéndome café en la taza con osos que mi tía en algún cumpleaños me ha dado.
—Un correo fue enviado a toda la población, al parecer dicen que es un loco o alguna broma, pero la verdad siento que es algo más, Dante piensa igual.
—¿Con toda la población te refieres a ti y a Dante? —vuelvo a preguntar con ironía, sentándome al frente suyo.
—El mundo entero, hay algunas noticias internacionales en las que incluso se está hablando del dichoso correo. —Thomas sigue revisando su celular entretenido, demasiado curioso.
Me giro a mirar a mi tía que está bebiendo de su taza tranquila.
—¿Crees que sea algo real o solo una broma? —indago sin darle mucha importancia al tema.
—Puede ser solo una broma —responde tranquila girando a mirar a mamá—, ¿verdad Cynthia?
Como de costumbre no se obtiene una respuesta verbal o física de mamá. Evito seguir hablando del tema sobre ese correo extraño al igual que verificar que en mi móvil este la misma información. Es mejor de esa manera. Suficiente tenemos con para pagar por la curiosidad de mamá como para volver a pagar con la de Thomas.
—Chicos, llegarán tarde. —apremia nuestra tía señalando el reloj en la pared de la cocina.
Thomas se levanta de su lugar tomando las llaves de nuestro auto y sale de la casa sin darnos una mirada o cargar su mochila que ha dejado en la sala de estar. Maldita curiosidad. Suspiro levantándome para tomar mi mochila junto a la suya, agito mi mano como despedida y veo a mi hermano mayor dentro de la camioneta con la mirada fija en el móvil.
—Olvidaste tu mochila imbécil. —gruño tirando la mochila en su regazo.
No responde ni con un gesto de manos. ¿Acaso él planea conducir con su mirada en el móvil y no en el camino? Cierro la puerta del copiloto con fuerza y rodeando el auto abro la puerta del conductor mirándolo molesto.
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Orígenes (PAUSADA)
Science FictionHISTORIA PAUSADA POR TIEMPO INDEFINIDO Un matrimonio perfecto trajo a la vida dos niños. Un negocio que promete grandes descubrimientos científicos y que acaba con la infancia de los niños, llenando su infancia de pesadillas, dolores y perdidas. De...