SasuNaru ~El Lado Luminoso de la Vida~

Capítulo 7

Mordía su labio inferior, inseguro. Con ese dinero bien podría comenzar sus estudios en la universidad. Estudiar medicina. Sería su sueño hecho realidad, pero......pero hay algo mas importante que eso.....la salud de su hijo.

Con ese dinero puede pagar el tratamiento que su hijo necesita y si no es suficiente, no sería mucho lo que faltaría. Era lo mejor. Si, es cierto con el dinero que Sasuke le ha dado puede entrar y comprar todo lo que necesita para la universidad, pero eventualmente se acabaría. Tampoco eso era un problema, una vez matriculado, Naruto trabajaría día y noche si es posible para lograr graduarse. Pero es mejor terminar el tratamiento de Koichi. Al menos saldría de eso y no tendría que pensar mas en ello. Si, es la mejor opción. Su hijo ya no tendría que sufrir de ataques de asma tan seguidos y severos.

Naruto observó la figura dormida de Koichi en el sofá. Su hijo es tan vulnerable aún. Aveces, Naruto se siente culpable y un mal padre o por no poder pasar mas tiempo con su hijo. Koichi a crecido con los cuidados de Ayame, Iruka y Kakashi, y el viejo Teuchi también. Es un sacrificio que tuvo que tomar, tanto él como Koichi, si no quieren morirse de hambre. Aunque claro, Su hijo ni siquiera es vagamente consiente de lo que sucede al su alrededor. Koichi es feliz y Naruto desea que su hijo no siga creciendo para que él no se de cuenta de la situación en la que viven.

Dios, como puede tener a su hijo viviendo de esta manera. Si los del servicio social se enteran de la situación en que vive Koichi, seguro se lo quitan sin ningún pero que valga. El mero pensamiento hizo que una sensación helada recorra la columna vertebral de Naruto. Si le arrebatan a Koichi de su lado, Naruto no podría vivir sin él. Simplemente su vida perdería sentido, ya que todos estos años, el motor de su vida a sido Koichi, su hijo, su bebé.

Naruto se giró de nuevo en las sabanas que él colocó en el suelo para dormir. Esta es una de esas noches en las que no puede conciliar el el sueño. Una de esas noches en que los pensamientos sobre su familia no dejan de atrofiar su mente.

En el orfanato donde fue abandonado, le habían dicho que prometieron regresar por él, pero nunca lo hicieron. La Señora Akane, quien le cuidaba en el orfanato, le dijo en las condiciones en que lo hallaron tirado en la puerta del orfanato. El estaba rojo de tanto llorar. Había una nota con su nombre y donde decían y prometían regresar por él. También le entregaron una cosa más cuando tuvo suficiente madurez.

Naruto se levantó y hurgó entre sus ropas viejas hasta que encontró el objeto mas preciado de su vida. Naruto lo ha cuidado y lo ha guardado con recelo. Es lo único que lo une vagamente con su "Familia". Era un collar, la señora Akane le dijo que venía envuelto en una de sus manitas cuando lo encontraron en la puerta del orfanato. Es un poco extraño. Tiene un cristal y una perla atada a cada lado del cristal. A pesar de sus rareza Naruto debe admitir es un collar hermoso y único. Al menos eso es lo que piensa y espera así sea, pues nunca ha visto alguna joya igual.

Naruto regresó a sus sabanas en el suelo y se acurrucó de nuevo allí, sintiéndose solo, vacío y frío. Con el collar apretado entre sus manos.

Lo hilarante de toda su desgracia es que, cuando era niño, muchas familias se interesaron por él, pero la señora Akane nunca permitió que lo adoptasen creyendo fielmente en aquella promesa que, sin duda alguna, nunca se cumplió. Para cuando la señora Akane se dio cuenta de eso, ya nadie quería adoptarlo, ya era un pre-adolescente de 11 años en ese entonces. Nadie quería lidiar con un niño entrando a esa etapa. Es demasiado complicado, decían.

Naruto recuerda como la señora Akane le pedía perdón por haber zanjado su futuro. Por haberle quitado la oportunidad de tener una familia que lo amara. Pero Naruto nunca la culpó. El también se encontraba aferrado a esa promesa.

Una sonrisa torcida apareció en su rostro. ¿Acaso el no fue deseado? ¿Acaso solo fue un maldito error? ¿El producto de una noche llena de licor y pasión? ¿Acaso fue concebido de forma......de forma violenta? ¿Es el producto de una violación?. Naruto cerró sus ojos con fuerza. Las lágrimas comenzando a salir. Tuvo que reprimir un sollozo en su garganta. No quiere que su hijo despierte y le mire llorando. Koichi nunca le ha visto así.

Aún que fuera el producto de una violación, no puede entender su abandono. Y Dios, no es que este siendo hipócrita. Si, el no quiso a Koichi cuando se enteró que estaba embarazado de él porque.....porque es el producto de una agresión sexual. Pero, con el pasar de los días, Naruto se encontró aferrado al niño que crecía dentro de él, sabiendo que el no tenía la culpa de nada y....Dios.....el día en que lo tuvo en sus brazos, fue el día mas feliz de su vida. Así que no, no entiende porqué lo abandonaron, dejándole tirado en medio de la madrugada fría, frente a las puertas de un orfanato y con una promesa que no cumplirían.

Tomó un suspiro pesado. No los odia, no odia a sus padres. ¿Cómo puede odiar a alguien que no conoces de todos modos?. Pero......pero le gustaría saber las razones de su abandono. Le gustaría tenerlos frente a él y que le expliquen porqué y como sucedieron las cosas.

Un sollozo escapó sin querer. Afortunadamente, Koichi no se despertó.

Esta será una noche larga......

Se encogió cuando sintió el peso de algo, o mas bien dicho, alguien, caer directamente en su estómago. No se quejó, ama a su hijo. Pudo escuchar la risotada de Koichi.

—¡Te Asuste! ¿Veldad? ¿Veldad que lo hice, papito?— Naruto haló a Koichi hacia el y lo envolvió en un abrazo muy tierno y lleno de afecto.

—Claro que lo hiciste mi amor— Koichi puso sus manitas alrededor del cuello de Naruto. Permanecieron así, abrazados, por largo rato. Hasta que finalmente, el estómago de Koichi gruñó. —Parece que alguien tiene hambre— Koichi soltó una rusita divertida.

—¡Si! ¡Y mucha!

—Bien, vamos a preparar algo para desayunar.........