SasuNaru ~El Lado Luminoso de la Vida~

Capítulo 27

—Eres un imbécil— la cachetada resonó en la sala.

Sonrió y limpió la sangre que aún salía de su boca y lamió su dedo. Arregló su traje, que ahora estaba sucio y arrugado por los golpes que recibió de Sasuke. Una sonrisa torcida en su rostro. Sin miramientos ni culpas, la bofetada cayó directa, sertera y dolorosa en la mejilla de Sakura, rompiendo su labio inferior y tirándola echada en el sillón de enfrente. Se agachó y la tomó en un agarre mordaz de la quijada.

—Resulta que no estoy de buen humor en este momento para aguantar tus berrinches, preciosa— Gaara la beso rudo en la boca. —Y prefiero que esa pequeña boquita sucia que tienes la utilices para decirme lo mucho que te encanta mi polla— Gaara sonrió —¡Ah!, casi se me olvida. Si no quieres perder a tu bastardo, no vuelvas a pegarme.

Gaara se fue.

Sakura pataleo y le dio puñetazos al sillón mientras gritaba como solo una desquiciada podría hacerlo. Maldiciendo a Gaara.

—Me las vas a pagar, maldito— musitó al aire mientras entraba a su auto —Vámonos...

—Hijo, por favor, toma asiento.

Mikoto tomó del brazo a Sasuke, quien tenía los ojos ligeramente hinchados e inyectados en sangre.

—No entiendo como sucedió todo esto— exclamó Fugaku con su entrecejo fruncido.

Sasuke vio la palma de sus manos y las apretó en un puño, tan fuerte que de sus nudillos empezaron a salir pequeñas gotas de sangre nuevamente.

—Fue mi culpa, yo.....yo..

—Ya sabemos lo que ocurrió, mi amor— Mikoto lo abrazó y Sasuke se dejó hacer.

—Tu crees que me lo merecía?

—Nadie merece lo que esa mujer te hizo, Sasuke— respondió Fugaku, cortante —Pero todo lo que pasó es enteramente tu culpa. Tu decidiste ignorar mis consejos ¿Y que recibes a cambio?, que...

—¡Fugaku!— Mikoto le regañó, el castaño refunfuñó por lo bajo, siendo incapaz de faltar el respeto a su hermosa y amada esposa.

—No mamá, mi padre tiene razón— dijo Sasuke y prosiguió un silencio incómodo para todos, mientras Sasuke tenía su mirada perdida en algún punto del suelo.

Un par de horas después, el Doctor por fin salió de la sala de emergencia, preguntando por los familiares del joven Namikase.

—Usted debe ser su esposo— dijo el doctoró mientras revisaba el expediente.

—Si, soy yo— contestó Sasuke —¿Cómo están Naruto y Koichi?

—El niño está bien, tardará un tiempo hasta que los hematomas desaparezcan de su cara, su ojo no recibió ningún daño permanente y, como es de lógica, la inflamación en el mismo ira disminuyendo gradualmente— el doctor observó a Sasuke —¿Qué fue lo que pasó?, Naruto salió muy bien de aquí esta mañana y unas horas después lo traen con severos golpes en el rostro. ¿Acaso tu.....— el doctor dejó la pregunta sin terminar, siendo consciente de que no necesita hacerlo.

Los ojos de Mikoto se ensancharon y luego hizo un gesto de total indignación ante lo que el doctor trataba de insinuar.

—¡Pero que está diciendo!— exclamó —Mi hijo sería incapaz de golpear a una mujer o Doncel, él fue criado con valores y usted es...

—Tranquila, Mikoto— Fugaku trató de calmar a su esposa, quien estaba coloreada por el enojo. —Claramente el doctor está tratando de entender la situación.

—¿Naruto estuvo esta mañana aquí?— preguntó Sasuke sin poner cuidado a lo que el doctor insinuó (No porque no entendiera, sino porque principalmente él no tenía motivos para ofenderse).

—Si, esta mañana— el doctor vio a Sasuke como si tuviera un tercer ojo, pero no dijo nada. —Fue golpeado muy fuerte en su rostro, rompiendo su labio inferior. Está de más mencionar que tiene hematomas muy marcados. ¿En algún momento se golpeó el vientre?.

—Verá doctor, lo que pasa es que mi hermano y yo— Sasuke señaló a Itachi —Cuando llegamos al apartamento un sujeto estaba golpeando a Naruto y Koichi. No se que tanto pudo hacer o que partes de su cuerpo golpeo, pero cuando llegamos le estaba golpeando el rostro y...y yo solo traté de defenderlo y....y....

—Sasuke comenzó a golpear al tipo y Naruto cayó sentado en el suelo, por la brusquedad en que fue soltado. Después Naruto se quejó que le dolía el vientre y comenzó a...pues, a sangrar, ya sabe— interfirió Itachi, terminando un poco avergonzado de lo último que dijo.

—Si. Naruto me dijo que lo trajera aquí, que usted es el doctor que lo ha atendido siempre y bueno yo.....lo traje— terminó —¿Tiene algo grave?— preguntó con los nervios a flor de piel.

—No, en realidad, si le restamos importancia a lo último que dije. Afortunadamente, a pesar de que perdió mucha sangre, no perdió el feto; aunque tiene que estar en reposo los próximos meses, púes también quedó muy débil y corre el riesgo de sufrir un aborto.

Los Uchiha se quedaron en silencio, con Mikoto tapando su boca con sus manos y el cerebro de Sasuke tratando de comprender lo que el doctor había dicho.

—¿El...? ¿El feto?— pronunció tan bajo que él médico apenas logró oírle.

—No lo sabía— aunque sonó como una pregunta, no lo fue. Entonces el médico comprendió. —Pues déjeme decirle que ha escuchado bien. Será papá.

Sasuke llevó una de sus manos y la enredó en su cabello oscuro —Voy a ser papá— dijo —¡¿Oíste eso Itachi?! ¡Voy a ser papá!— buscando a Itachi con su mirada y luego buscó a sus padres. Sus ojos negros se dilataron y pronto una lágrima se derramaba por su mejilla —Voy a ser papá— dijo, ahora menos animado. La noticia golpeándole mas fuerte que antes. Una lágrima de alegría pero tristeza a la vez. Tristeza porque esto fue lo se le negó y alegría porque al fin cumpliría su sueño; tristeza porque no estuvo allí para proteger a su pequeña familia de tres —pronto cuatro— y ahora su hijo no nato corría el riesgo de morir antes de nacer —¿Cuántos meses tiene?— preguntó volteando hacia el doctor, quien estaba confundido por la reacción de Sasuke.

—Seis semanas— contestó.

—Seis semanas— repitió el moreno. Tuvo que sentarse, porque de pronto se sintió mareado y con ganas de vomitar. —¿Puedo verlo?

—Él está despierto ahora, pero trate de no hacerlo hablar mucho, ahora más que nunca necesita estar tranquilo— Sasuke asintió y el doctor se marchó.

Cuando Sasuke entró al cuarto de Hospital, se encontró con que Naruto observaba a un Koichi dormido en otra camilla. Se sobresaltó cuando sintió entrar a alguien y sus ojos se pusieron llorosos cuando vio a Sasuke.

—No quería que te dieras cuenta de esta forma— pronunció en un susurro doloroso.

Sasuke llegó hasta donde él y se recostó en la camilla, abrazándolo y hundiendo su cara en el hueco del cuello de Naruto. Roto en un llanto silencioso y doloroso.

—Lo siento. Lo siento tanto. Por mi culpa tu esta y nuestros hijos están aquí— dijo entrecortado.

—Sasuke, yo

—Shhhh— abrazaba a Naruto tan ligeramente, como si temiera que se fuera a romper o algo así. —Descansa, ya luego te explico todo.

Naruto obedeció y en unos minutos quedó dormido, demasiado exhausto para seguir hablando. Esa noche Sasuke veló el sueño de ambos.