Capítulo 28

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—No deberías estar aquí— Mikoto acarició el abultado vientre de Deidara. En los últimos días este había crecido bastante. —Deberías estar en casa, descansando. Cualquier día de estos podrías dar a luz.

Deidara estuvo de acuerdo, pero algo dentro de él no le permitía estar lejos de Naruto cuando él mas joven acaba de pasar tremenda situación.

—Lo se— dijo y meditó muy bien sus palabras. —Pero me preocupan Naruto, Koichi y él bebé. Ellos necesitan saber que tienen a alguien que los apoye. Ellos siempre han estado solos.

Mikoto vió la mirada triste y decaída de Deidara cuando este terminó aquella frase. No quiso decir nada, pero tenía curiosidad de lo extrañamente bien que Naruto y Deidara llegaron a llevarse.

—Al menos yo conocí a mis padres. Es cierto que aún era muy niño cuando los perdí, pero conocí lo que es ser querido por ellos, tener a una madre a quien abrazar y llorar cuando te golpeas, un padre que desee protegerte de cualquier mal. Naruto nunca tuvo eso, a él nadie le consoló cuando se hirió, nadie le protegió cuando debían— Deidara rió torcidamente —Sonará loco, pero quiero a ese muchacho como si fuera mi hijo.

Mikoto estuvo de acuerdo.

—Tiene una extraña aura ¿No?. De alguna forma logra que todos le quieran y de igual forma deseen protegerlo. Fugaku ya lo dijo, Naruto y Koichi comenzaron a formar parte de nuestra familia desde que pusieron un pié en nuestra casa. Ahora más, pues dentro de él está creciendo nuestro segundo nieto— dijo —No, nuestro tercer nieto— se corrigió, pues para ellos Koichi ya formaba parte de sus nietos.

—Tiene razón, Señora Mikoto, logró hacer que quiera protegerlo desde que lo vi por primera vez. Un niño que se enfrentó a la vida él sólo y luego un padre que está criando a su hijo de la mejor forma que puede. Digno de Admirar— dijo.

—Lo es— secundó Mikoto —Es todo lo que hemos deseado para Sasuke. Mi hijo no se merecía tanta crueldad por parte de ella— Mikoto recordó.

—Ella nunca terminó de agradarme, pero jamás imaginé que fuera capaz de causar tanto daño jugando con los sentimientos y sueños de Sasuke. Es cruel y despiadado.

La conversación quedó allí. Tanto Mikoto como Deidara sumidos en sus propios pensamientos, incapaces de seguir con un tema que no era del agrado de ambas partes.

—¿Están bien?— no se dieron cuenta en que momento Sasuke había llegado —Los dos se ven pensativos— Sasuke tomó asiento al lado de Deidara y restregó sus ojos y debido a su piel blanca las marcas debajo de sus ojos eran muy notorias.

Llevaban dos días en la clínica y Sasuke apenas y había dormido unas  tres horas. El cansancio era notorio en su rostro.

—Estas cansado, deberías ir a casa y dormir un poco— dijo Deidara.

—Tiene razón hijo— estuvo de acuerdo Mikoto.

Sasuke negó con la cabeza.

—No, es por que los dejé solos que le pasó esto, no quiero volver a hacerlo.

—Cariño, yo los cuidaré, para eso estamos nosotros.

—No mamá, yo....

—Su mamá tiene razón, joven Uchiha, necesita descansar, si permanece mas tiempo despierto podría ocasionarse daños no permanentes a nivel cerebral— aseguró el doctor que atiende a a Naruto y sus dos hijos.

Sasuke asintió en comprensión, entendiendo las consecuencias. Sin decir una palabra se marchó, confiando en su madre y Deidara para cuidar a su familia.

Su Familia.

El pensamiento le hizo sonreír, lo que siempre deseó. El destino tenía una forma retorcida de hacer las cosas, pero su sueño se cumplió, tiene una familia a la cual ama y anhela proteger. La vida parece  estar mostrándole un nuevo lado, uno mas luminoso...

—Él realmente se preocupa por Naruto y Koichi— dice es doctor distraídamente mientras escribe algo en el expediente. —Me alegra que ese muchacho por fin tenga a alguien en quien apoyarse y que Koichi tenga una figura paterna— el doctor dirige sus ojos hacia Mikoto, le dio una mirada avergonzada. —Mis disculpas por haber dudado de él.

—¡Creí que nunca lo diría!— menciona Mikoto al escuchar al doctor. —Lo ve, se lo dije, mi hijo no es capas de tocarle el pelo a un Doncel o mujer. Jumm— finalizó.

El doctor se marchó sin decir nada más.

Deidara, quien se había mantenido callado durante esa breve conversación, pensando demasiado en una que otra cosa, y solo para satisfacer su curiosidad, preguntó a Mikoto:

—Señora Mikoto.

—Hmm, dime querido.

—¿Usted le dijo a mi abuela que estuviera viniendo a revisar a Naruto y Koichi?.

—¡E..eh!— Mikoto se puso nerviosa casi de inmediato, luego de haber escuchado lo que Deidara le ha preguntado.

La pregunta le tomó por sorpresa, sabía que era mala idea contar a la familia Namikase lo sucedido con Naruto, pero el fuerte sentido de lealtad de Itachi y Fugaku les obligó a hacerlo, y ella no estaba en desacuerdo de ello, de hecho eso era lo mejor que podían hacer. Pero avisarle a ellos implicaba poner en riesgo toda los avances que habían logrado hasta ahora. Podía poner en riesgo la investigación en cintra de la familia Haruno y ya tenían un gran avance. La aparición de Kushina Uzumaki de Namikase es el punto central y la mejor prueba. Su aparición nonsolo hace constar que el señor Minato Namikase la asesinó tan fríamente como decían en aquel entonces, sino que su testimonio podría significar la caída de los Haruno.

Cuando Fugaku le contó todo, era incapaz de poder creer que aquella joven hermosa es capaz de causar tanto daño por ambición al dinero. Su instinto de madre siempre le dijo que aquella no era una buena mujer, pero ella por ver a su hijo feliz decidió aceptarla, dándole la espalda a su esposo y obligándole a que él también la aceptase. Cuan arrepentida estaba ahora. Si tan solo ella se hubiese puesto del lado de Fugaku, tal vez aquel matrimonio nunca se hubiera realizado y su hijo no hubiese sufrido tanto.

—¿Señora Mikoto?

Ahora estaba en problemas. No se suponía que Deidara llegara ese día y viera a sus abuelos aquí, ello solo traería problemas y por más que quisiera decirle la verdad, ciertamente no puede y no tiene el derecho de hacerlo. Bueno, dicen que la mejor mentira es la que tiene un poco de verdad y ahora Mikoto debía hacerlo, por el bien de todos.

—No— respondió —De hecho fueron Itachi y Fugaku quienes le llamaron. Pensaron que, como médico de la familia, ella debía estar al tanto de lo que ocurría con Naruto, Koichi y el bebé que espera con mi hijo. Es por eso que la encontraste aquí hoy, junto con tu abuelo.

Deidara asintió levemente. Si, era algo que Itachi haría, él siempre se preocupa demasiado por la familia y no se diga de Fugaku. Bueno, todos los Uchiha son iguales. Y Deidara se sentía profundamente afortunado de formar parte de la familia Uchiha.

—Si— sonrió. Mikoto se decepcionó de si misma al darse cuenta que acaba de engañar a Deidara, evitando cruelmente de contarle una verdad que está en todo su derecho de saber. —¿Dónde están ellos?. A el señor Fugaku e Itachi, me refiero.

—Ellos tenían una importante reunión hoy con un cliente. Dijeron que vendrían al terminar— dijo cabizbaja.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2019 ⏰

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SasuNaru ~El Lado Luminoso de la Vida~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora