Emma
Ya hace apenas unos meses que me gradué de la preparatoria.
Mis padres querían que me fuera a la universidad, cual sea, así que me enviaron fuera de la ciudad. una semana después de la graduación, me dejaron aquí con dinero y maletas. Lo que hiciera con mi vida ya no era asunto de ellos, sólo 'esperaban más de mí de lo que antes había hecho'.
Mi vida de preparatoria no siempre fue perfecta, era de buenas calificaciones y todo, pero creanme, las neuronas se te mueren cuando te enamoras, de quien sea y como sea, el sentimiento te toma parejo.Todo lo que hice me perjudicó, hasta el grado de que mis padres quisieran suspender mis estudios. Agradezco que eso no haya pasado, pero nada bueno me dejó eso, siendo sincera.
Es por eso que mís padres me mandaron a esta ciudad, a que aprenda a "edificarme a mí misma", a que me repare.
Siento que a la vez es un castigo por todo lo que hice, y sí, lo merezco.Pero, a la vez siento que haciendo todo esto no me servirá de nada. ¿Estudiar? ¿Para seguir estudiando? Y después de eso, ¿trabajar para alguien que no lo merece?
Es un sistema que todos debemos seguir, pero que tenemos la decisión de si seguir ese camino o no.
Se supone que soy mayor de edad, y mis padres me dejaron aquí a que haga mi vida, pero a su modo.
No, he decidido que no.
No caeré en esta trampa otra vez.Una parte de mí me dice que éste podría ser otro de mis tantos errores. Pero otra que podría ser una segunda oportunidad; no sé, pero mi primer paso ya lo di.
Mis padres me dejaron sólo con dinero y mis pertenencias, lo suficiente para encontrar un lugar para vivir mientras encuentro dónde estudiar.
Tomó un poco de tiempo pero sí, lo logré. No era un lugar lujoso, pero era un techo para estar.Encontré un edificio con apartamentos destinados para jóvenes estudiantes o aspirantes a carreras o labores, de esos que vienen a la ciudad a cumplir sus mayores sueños y aspiraciones empezando desde abajo.
Sí, lo que mis padres querían que pasara.Una habitación pequeña, donde apenas cabían mis maletas. Con lo suficiente para vivir, y muy económico la verdad.
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Ha pasado una semana desde que llegue aquí. Este lugar parece desierto, soy la única residente del edificio que no trabaja ni estudia, desde temprano se van a cubrir sus turnos o sus clases, y yo pues, me mantengo encerrada.
Trato de cuidar el dinero que me queda en lo poco que compro para comer, así que salgo desde temprano a los mercados a buscar buenas ofertas antes que nadie.
Encontrar trabajo no ha sido fácil, mucho menos si no tienes experiencia alguna en los mercados de por aquí o en las tiendas cercanas, no he querido acercarme mucho a la ciudad.
Así que, básicamente, ni he socializado ni he tenido éxito, tal parece que para mí no habría nada bueno desde ese entonces.Desde cierto tiempo siento que mis expectativas han ido decayendo conforme a mis desgracias, una tras otra. Y todo comenzó con ese chico.
Sí, ya había dicho que un tipo te alteraría como sea. A mi me pasó de todo por él.
Todo por un tipo que no valía la pena ni mi tiempo.
Solo me dejó heridas que no he dejado que cicatricen.
De todas las malas experiencias, la que no dejas ir es la peor.
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El Club del Infortunio
Teen FictionMuchas veces queremos probar suerte en el amor porque vemos cómo les va a los demás, pero siempre debemos tener presente que no somos iguales, mucho menos buscando a ese alguien especial. Emma, quien ya ha pasado por algunas malas experiencias, se e...