Capítulo 8: Infortunio

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☆●Hey buddies!●☆
○Antes que nada quiero agradecer a los que han llegado hasta acá y siguen leyendo la historia. Perdón si de está tornando algo aburrida, pero primero quiero explicarles unas pocas cosas para que puedan proseguir con su lectura...
[Cuando hago capítulos cortos, algunos se centrarán en pensamientos de Emma, que pueden ser claves capítulos mas adelante]
[Irán apareciendo más personajes con hechos en común que irán siendo catalogados como miembros del 'Club del Infortunio']
[No se formara un club en sí mas que en la mente de Emma, asi tendrá definidas a las personas que conocerá en su trayecto]
[El título de la historia se basa en que los personajes están involucrados dentro de un mismo círculo de distintas circunstancias y diferente final, pero cada uno tiene sus experiencias e historias, tanto buenas como malas.]
{{El capítulo anterior da inicio a un día después de conocer a Alessia, y en este continuará con el personaje de identidad desconocida, quien tendrá cierta relevancia junto con los 'miembros del club. Pongan atención a los detalles👀}}Listo. Esta era mi pequeña intervención para aclarar estos puntos.
Los dejo continuar, pero si tienen dudas no demoren en preguntarme😉😋
Continúen... 🤓📚
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  Mi cuerpo por reflejo soltó el bolso dejándolo caer. Quise quitar sus manos cuando aquella persona me planta un beso sobre mi mejilla.
--¡¿Cómo te atreves?!—dije furiosa tratando de zafarme.
--¡Oye! ¡Tranquila!—respondió la persona soltándome asustada—No pensé que te asustaría.
--¡Más te vale que…!—no completé mi frase. Al dirigir mi vista en busca del responsable mi cuerpo se congeló y mi mente disparó un rollo de recuerdos.

Era él. Nadie mas que él.

--A-¿Alex? ¡¿Qué… qué haces aquí?!—la voz me empezaba a temblar.
--Sorpresa baby. ¿Adivina quién vino a verte?—Quisiera que fuera mi mamá.
--¿Cómo es que…? ¿Por qué…?—Demonios, malditos nervios.
--Sharon me dijo que viniste aquí y da la casualidad que una compañía afiliada a la de mi padre me contrató, y la sucursal está aquí, en ésta ciudad.—dijo sonriente. Rayos, cada vez que lo veía sonreír así me daban ganas de ahorcarlo.

Sharon, era mi mejor amiga en la preparatoria, era quien nos encubría cuando los escapábamos de las clases. En resumen y para no hacerla larga, se hizo mejor amiga de Alex que mía.  Punto final.
--No entiendo… ¿cómo me encontraste?—dije aun confundida.
--Cariño, esa brillante cabellera castaña es inconfundible para mí.

Genial, ahora él se pone amable después de nuestra última discusión.

El tipo me toma por sorpresa y  me abraza.
Mi cuerpo otra vez me traiciona, no reacciona.
  Mientras me dice al oído “Te extrañé “.
Inmediatamente me suelto de él y recojo mi bolso del suelo.
--Mira—dice tomándome de la barbilla –Sé que discutimos mucho, y quedamos en darnos un tiempo, pero quiero decirte que de ahora en adelante intentaré ser una mejor persona, y entonces…
--¿Intentarás?—dije en un tono serio alejándome de él unos centímetros. –No lo sé... No quiero ser grosera contigo; pero debo hacer mi vida sola esta vez, ¿comprendes?
--Eso lo sé, pero quiero estar cerca cuando lo hagas, estar para ti.--decía mirándome fijamente a los ojos.

Me sentía confundida. Algo en su voz calaba hondo en mi consciencia, como si cada duda de mi mente se multiplicara por cien.

--Quiero seguir contigo. Tú, debes decidir, deja que tu corazón te guíe. --Cielos, odio que use ese tono de voz inocente conmigo.
--Haz lo que debas hacer aquí, sigue con tu trabajo.  Mientras tanto, yo seguiré en mi búsqueda. –Sonó algo profundo pero yo aun me refería a mi búsqueda del parque, intenté no reírme mientras me alejaba.
--¿Eso es un sí?--preguntó forzando su sonrisa.
--Eh... no lo sé, Alex. Debo...
--Por favor...
--Dejame pensarlo, ¿sí?--en realidad no sabía qué responder, solo quería hallar ese maldito parque y ya.

Me despedí rápidamente de él, sin preguntarle nada, nada relacionado con su estadía aquí.  Quería alejarme lo más posible de él, sólo logra nublar mi enredada mente.

--¡Nos vemos luego, Emma!—escuché decir a Alex en tono alegre. ¿Creerá que lo dije en serio?

Me alejé.
Cada vez que intentaba alejarme de sus palabras, él regresaba. Y yo cedía.
Fue muy tonto de mi parte.
Es lo que el amor te hace hacer.

Soy parte del efecto aleatorio de la desgracia y la fortuna.
La vida juega conmigo.
Me va bien, me va mal. A este paso conseguiré membresía 'Platino' en el Club del Infortunio.

¿Por qué a mí?

Volví al problema de mis audífonos, pero tuve otra interrupción.
"¿Cuando me dejarán escuchar mi música?", pensé.

Una llamada entrante. Era... ¿Gabe?

--Busco a la señorita Jefferson, ¿se encuentra dispuesta mentalmente?--dijo bromista

--¿Que rayos..? Gabe, ¿a qué se debe el honor de tu llamada?--dije molesta por el susto.

--¿No hay un "Hola Gabe, es un gusto volver a escuchar tu melodiosa y hermosa voz" para mí? Ya no hay modales en este mundo, no señor.

--Ja, Ja. Qué gracioso.--dije sarcástica--Ya en serio, ¿qué ocurre? No respondiste a mi ultimo mensaje.

--Nada. Sólo para preguntarte qué es lo que buscas...

--¿Qué? ¿Cómo que qué busco?--me asusté.--¿Por qué dices eso?

--Andas deambulando por las calles como chica veinteañera ebria. Das miedo para la sociedad, mujer.

--Espera... ¡¿cómo sabes que ando por las calles?!--Ya no escuché nada en la llamada.
Una mano toca mi hombro izquierdo. ¡Dios! Ya no quiero más sorpresas...

--¡Sorpresa!--dijo Gabe haciendo 'manos de jazz'
--¡Gabe!--grite con algo de asombro y espanto. --¡Qué milagro!
--Sólo ven acá y ya--dijo abriendo sus brazos.
--¿Es realmente necesario?
--Tienes ya varios meses sin verme, ¿crees que no lo merezco?

  Odio los abrazos.

Gabe me abrazó pero al instante me solté. Nope, no era realmente necesario.

Me preguntó qué hacía por las calles y le respondí que buscaba algún parque. ¿Por qué? De donde vengo, hay mas espacios verdes y abiertos por donde sea que vieras. Aquí solo logro ver un montón de edificios y anuncios deslumbrantes. Sentía la necesidad de encontrar uno, quería sentir paz en un lugar así.

--Camino acá vi un pequeño parque por allá, ¿vamos?
--Vamos.

En el camino Gabe me contó que en unos días mas entraría a clases. Pero sus tareas pendientes eran en realidad sus videojuegos, ¿por qué no lo pensé antes?
Iniciaban el lunes, en tres días más. Que mientras quería pasar su fin de semana en la ciudad.

--Es broma, ¿cierto?
--Nope. Lo digo en serio. ¿Por qué crees que te mandé mensaje en la mañana? Era un plan B por si algo ocurría el sábado. Y fue ahí que me dijiste que trabajarías. Así que decidí venir desde hoy, de sorpresa. Para no intervenir en tus planes.
--Wow, si que estabas aburrido como para venir a verme.--dije mientras le daba un golpe de puño en su brazo.
--De hecho, ya estando aquí, quería pedirte un favor.--dijo mirando al suelo.--Le dije a un amigo si me podía quedar con el los días que estaría aquí, él aceptó.
--No veo el problema en eso--dije confundida.
--El problema es que aún no llega de vacaciones hasta el viernes en la noche, y quería pedirte que si podía quedarme en tu apartamento solo por esta noche.
--Ah...--rayos, esa no me la esperaba.--Mira, quiero ayudarte. Pero no sé que piense la dueña del edificio de esa idea. Es muy religiosa y no permite que alguien del sexo opuesto de otro apartamento u otro edificio pase la noche con alguno de sus residentes.
--¿Es de esas que toma registro de todo?
--Sí. Exactamente.  Agradezco que hayas venido hasta aquí y por eso quiero ayudarte. Es más, voy a hablar con ella, tal vez logre entender que no vienes con "esas" intenciones conmigo.
-¿Ah no?--bromeó. Se mereció un buen manotazo de parte mía.

Ya necesitaba convivir con mi mejor amigo.



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