G.B.

Capitulo 20: Ronin II

Secó su frente con cansancio, mirando el titilar de una luz al final de la calle, como si fuese una mala película de acción o se le fuese a aparecer algún monstruo o espectro. Se levantó y se paró derecho, guardando su arma entre sus ropas, una Glock 17 de 9mm; no era su favorita, pero era lo más fácil de esconder y pasar desapercibido sin perder poder de ataque.

Sabía que esa sería su última misión y después volvería a la vida pública para buscar a Stella y al resto de Gorillaz, porque su búsqueda ya estaba terminada y solo le quedaba volver a su hogar, volver a Stella.

Caminó cautelosamente, sin bajar la guardia mientras pensaba en las cosas que había descubierto: solo dos niños mas habían sobrevivido a la matanza, 14 y 20, sorprendiéndose de sus números, aunque después aprendió con el doctor Kyuzo que entre más alto el número, más letal y peligroso era el experimento, siendo Noodle quien tenía el número mayor. 14 se había convertido en un jefe Yakuza, decidido a destruir el gobierno que alguna vez quiso aniquilarlo, tomando el nombre de Shi no ryū, el dragón de la muerte, mientras que 20, una de las dos niñas del proyecto y la única sobreviviente, había crecido como hija de uno de los científicos colegas de Kyuzo bajo el nombre de Mizuki, aunque había escapado de casa para unirse a 14 y a su plan de venganza.

Salió de sus pensamientos cuando escuchó como alguien tropezaba detrás de él, un hombre corpulento levantándose y sacudiéndose las rodillas, riendo levemente.

Noodle decidió no tomarlo en cuenta, cruzando la calle para perderlo, el hombre cruzando también. Apuró el paso, doblando en una esquina para esconderse detrás de unos contenedores, sin embargo, el hombre aparentemente inocente se adelantó, golpeando con fuerza al muchacho en una mejilla.

- Al fin encuentro al pequeño bastardo que mató a Yasahiro. - Noodle frunció el ceño, tratando de recordar de quien hablaba. - Pero ahora, yo te mataré a ti y tendré toda tu fama, Musashi.

- ¿Qu-quién eres tú?

- Nobutaka Oda. - Contestó simplemente. - Un samurai acabará con la mierda ronin que ha estado ensuciando mi arte.

- No sé quien eres, pero eres tú quien mancha un nombre que no es tuyo. - Noodle se puso en posición de defensa, listo para asestar un golpe.

- Me da lo mismo. - Se quitó la chaqueta, preparando sus manos. - No tengo ganas de pelear con espada, pero con los puños...eso es otra historia - Entre sus dedos brillaron manoplas.

- Eso no es honor.

- Me da lo mismo. - Lanzó un golpe, Noodle esquivándolo con habilidad, el hombre riendo, como si le causara gracia estar peleando con un muchacho de la mitad de su tamaño.

Repitió su movimiento, Noodle tropezando y cayendo de espaldas, golpeándose la cabeza, aunque no perdió la conciencia.

Nobutaka sonrió, tirándose sobre el muchacho, alcanzando a darle un fuerte golpe en el ojo derecho del joven.

Un fuerte ruido se dejó oír, el cuerpo de Nobutaka cayendo pesadamente al lado de Noodle, escupiendo sangre, Noodle poniéndose de pie, cubriéndose el ojo con una mano, guardando la Glock en su lugar.

Debía huir antes de que llegase la policía o algún mirón, caminando torpemente hasta su departamento.

Después de cuatro años, volvería ser el guitarrista de Gorillaz, se vengaría de Muriel y, lo más importante, volvería con Stella.