parte uno.

3.5K 313 513
                                    

Ir a casa de su tía en Busan para una larga visita no es la forma en la que Kim Sunwoo esperaba pasar su tarde.

No es que odiara ir a casa de su tía... pero sí, en verdad odiaba ir allí. Sabía que estar en aquella pequeña casa solo le aseguraba horas y horas de aburrimiento mientras oía a su madre y a su tía hablar sobre todos los chismes de la semana. Y sería peor ahora que habían mandado a sus primos HyunJoon y YoungJae a vivir a Estados Unidos.

El moreno soltó un bufido de fastidio puro mientras veía por la ventana del auto los árboles pasar a gran velocidad, de pronto la idea de saltar del auto y correr de regreso a Seúl no le pareció una completa locura.

— Mamá, ¿por qué siempre debemos visitar a la tía Wendy? —cuestionó a su madre sin dejar de ver por la ventana.

— Ay cielo, sé que odias hacerlo pero tu tía Wendy se siente muy sola ahora que HyunJoon y YoungJae se fueron. Debemos hacerle compañía, al menos por un tiempo hasta que logre volver a ser la de antes. Es duro para ella no tener cerca a sus hijos. —explicó su madre estacionando el auto.

Sunwoo rodó los ojos al tiempo que su madre se giraba sobre su asiento para verle.

— Prometo compensarlo luego, cariño. —sonrió con dulzura.

— Eso espero. —finalizó el menor saliendo del auto.

Su madre salió tras él y juntos tocaron la puerta de la casa.

En su mente Sunwoo planeaba un sinfín de bromas que lo harían divertirse un montón, porque definitivamente él no estaría aburrido sin hacer nada por alrededor de cinco horas y si su mamá pretendía venir seguido sería mejor que él ya tuviera una lista de cosas por hacer.

Su tía los saludó con el mismo entusiasmo de siempre, se veía hermosa y radiante así que no podía entender porqué su madre se preocupaba tanto por su estado de ánimo. Su tía Wendy parecía igual de enérgica y alegre que siempre.

Entraron en la casa y de inmediato las dos mayores fueron a la cocina, seguramente a tomar café y chismear.

"Cosas de señoras." Pensó Sunwoo mientras se encogía de hombros.

Miró alrededor tratando de encontrar algo con lo que entretenerse pero nada lograba llamar su atención así que caminó hacia la habitación de su tía, al menos ahí podría ver televisión hasta que tuvieran que irse.

Se tumbó sobre la cama y cuando estuvo a punto de tomar el control remoto de la TV algo logró llamar su atención, era un destello brillante que provenía desde debajo de la peinadora. Se levantó de la cama y caminó hasta la peinadora, se agachó para quitar el banco que estaba ahí metido y poder seguir viendo el destello.

— ¿Qué es eso...?

Ladeó su cabeza mirando lo que parecía ser una especie de cristal, una ventana oscura. No tenía idea de lo que era y la curiosidad picaba en su interior, se sentía muy intrigado ya que nunca pensó que en casa de su tía pudiera haber algo medianamente interesante.

Estiró un poco su mano mientras inclinaba inconscientemente el cuerpo, esperaba que al tocar el cristal éste solo fuese de vidrio común y sólido, así todas sus ilusiones saldrían volando a otro lado. Pero la sorpresa fue grande cuando al terminar de estirar su dedo éste atravesó el fino cristal.

— ¡¿Qué demonios?!

Cayó de espaldas fuera de la peinadora debido a la exaltación. Sus ojos estaban abiertos de par en par y su corazón latía muy deprisa, definitivamente no se lo esperaba.

A pesar de sentir algo de miedo en su interior su curiosidad no se veía saciada por completo así que volvió a acercarse al espejo-cristal-vidrio mágico. Cerró sus ojitos y metió la cabeza, de nuevo, estaba esperando chocar con el cristal por lo que casi da un grito al lograr atravesarlo. Abrió los ojos bastante sorprendido.

entre dos mundos ↭ sunhak.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora