entre dos mundos ↭ sunhak.

parte ocho.

[♡] actualizo para ganarme su perdón y que ya no me odien. Aunque me odiarán más cuando acabe el cap. jsjsj.

disfruten.~

Otra semana más se le había ido al chico moreno entre planes y pequeñas reuniones secretas con Akari y Haknyeon las cuales siempre terminaban de la misma forma luego de que la chica japonesa los dejara solos. Tampoco es como si se quejara al respecto, no había que ser un genio para darse cuenta de lo mucho que ambos disfrutaban estar tan cerca del otro.

Su madre se encontraba muy emocionada con respecto a la relación de su tía y ahora más que ésta había decidido que quería a SooMan viviendo con ella, lo cual para Sunwoo resultaba bastante estúpido porque, vamos, el tipo era dueño de una gran cadena de hoteles, era obvio que no le faltaba donde dormir. Aun así cuando se enteró de la noticia fingió felicidad por su tía mientras interiormente deseada que SooMan pagara por todas las malditas cosas que había hecho.

- ¿Cielo? ¿Estás bien? No has dejado de picar la comida con los palillos. -la voz de su madre lo sacó de sus pensamientos.

El moreno le dio una mirada de completa neutralidad, tratando de mostrarle que se encontraba normal y que no debía preocuparse.

- Si quieres podemos quedarnos hoy en casa, creo que Wendy no va a necesitar nuestra ayuda. -continuó hablando preocupada.

Una pequeña sonrisa apareció en los labios del menor mientras tomaba una de las manos de su madre y le daba un suave apretón. La señora Kim miró sorprendida a su único hijo, ésta era la primera vez en mucho tiempo que su hijo le daba una muestra de afecto directa y eso la hacía inmensamente feliz.

- Estoy bien mamá, solo estaba pensando. No tienes que preocuparte tanto por todo, ¿sí?

Todo lo que obtuvo por respuesta fue un suave asentimiento de cabeza y una sonrisa hermosa y brillante la cual fue correspondida de la misma forma.

Pasados un par de minutos ya habían terminado su cena y se encontraban en el auto rumbo a casa de su tía Wendy ya que pasarían ahí la noche mientras ésta salía con SooMan a una fiesta de alta clase. Sunwoo aprovecharía el momento para visitar a Haknyeon durante un par de minutos.

Al atravesar el portal corrió hasta el lago donde sabía que se encontraba el mayor, el mismo lugar donde se besaron por primera vez, donde Haknyeon decidió mostrarle una parte de él y de su historia. La luz de la luna hacía brillar el agua y al cuerpo dentro de ésta, aunque Sunwoo pensaba que Haknyeon ya brillaba por sí solo. Como una enorme estrella.

Una sonrisa ligera brotó entre los labios del moreno mientras se acercaba al mayor, con cada paso que daba podía notar la distorsionada expresión que tenía el mayor.

Escuchó el crujido de unas ramas, se detuvo.

Joder.

Miró directamente a Haknyeon, siendo separados por muy pocos metros, podía notar el dolor puro en su rostro y eso lo hizo alertarse. Dio medio paso hacia atrás sin entender nada de lo que ocurría.

"Lo siento..." logró leer de sus labios.

Era una trampa.

Trató de darse la vuelta y correr pero no contaba con aquel hombre parado frente a él que lo observaba con una sonrisa mientras aplaudía.

- Vaya, vaya... miren nada más a quién tenemos aquí, el precioso y valiente Sunwoo. Estaba ansioso por encontrarte por aquí. Parece que te gusta mi mercancía, eh. He dejado pasar el hecho de que no has pagado lo que cuesta tener los servicios de una de mis putas favoritas, pero no importa. Somos familia ahora, ¿no? -habló el hombre sonriendo de forma ladina.