El Dragon Amarillo [Edward ElricxLing Yao]

VII: Charlas

–Así que...–
Ed levanto la vista de su libro para observar a Al, su hermano se encontraba en su cama con su espalda contra la pared, en sus piernas estaba su cuaderno de dibujo y movía por las hojas delicadamente el pequeño pedazo de carbón que utilizaba para hacer bocetos.
–¿Hay alguna razón por la que estés ignorando a nuestro querido amigo Ling?–
Sus labios se curvaron en una sonrisa engreída cuando sintió que los hombros de Ed se tensaban sin siquiera levantar la vista de su dibujo. Le dio al clavo.
-No se de lo que estas hablando.-
Ed volvió su mirada a su libro y respondió defensivo, sus ojos pasaban por las palabras pero no llegaba a registrarlas. Sus nudillos se blanqueaban con su fuerte agarre en el libro, lo que solo daba a luz que estaba acorralado por el menor.
–¿Oh? ¿En serio?–
–En serio.–
El mayor de los hermanos procedió a enterrar su cara en el libro que sostenía en sus manos lo mas humanamente posible, pero sentía a Al, quien había dejado sus útiles de dibujo en la cama, acercarse a el con su molesta sonrisa ampliándose, sabiendo que si, Ed si estaba ignorando a Ling como había dicho.
–¿Entonces?–
Volvió a preguntar Al, ahora sentado en la esquina de la cama con su cara entre sus manos y codos en sus rodillas. Viendo de cerca a Ed para juzgar sus reacciones, después de todo era el menor de los hermanos quien podía mantener una mejor cara de poker.
–¿Tuvieron una pelea?– Esta vez la pregunta era mas seria, con preocupación genuina. Ed no respondió. –¿Hizo algo?–
El mayor mantuvo su silencio, escondiendo su rostro entre el libro y sus hombros tensos
–¿Hiciste algo?–
–¡No!–
El movimiento brusco de Ed al mover su cabeza casi hace que su trenza le golpee la cara, pero termino por enredarse en su cuello como una serpiente.
–¿¡Entonces, que!?– La exasperación en la voz de Al era evidente, dejando en claro que no tenia ganas de lidiar con el lado "adolescente incomprendido" de Ed, pero el otro se mantuvo callado, mordiéndose la lengua y sosteniéndole la mirada a Al. El menor de los dos entrecerró sus ojos y Ed sintiéndose atrapado en la mirada afilada de su hermano solo se dispuso a moverse incomodo en su silla.

–¡Hey! ¿¡Qué estas-!?–
Ed sintió un dedo apretarlo en su costado, buscando hacerle cosquillas; Al era un pequeño bastardo y en momentos como este era que se preguntaba porque el era tachado como el "pequeño e inocente Elric" (aunque suponía que a comparación de Ed, Al si podría ser considerado a ser "inocente", pero eso ocurría con la mayoría de personas). Rápidamente el primer toque lo siguió otro, y otro y otro, pronto Ed estaba pataleando tratando de safarse de la tortura entre carcajadas y gritos.
–¡Basta!–
–¡No hasta que me digas que ocurrió!–
Ed sintió su mano hacer impacto contra la cara de Al, pero el golpe no tuvo la suficiente fuerza como para hacer mucho.
–¡Vamos, dime!–
El mayor de los dos comenzaba a sentir un dolor de cabeza por la presión de su risa al igual que en su estomago, se habían comenzado a formar lagrimas en sus ojos y el aire venia en una cantidad que honestamente podría agrandarse.
–¡Es-Esta bien, mierda, esta bien! ¡Solo para!–
Al dejo su espacio personal en segundos y se dejo caer en la cama, dejando a Ed en su silla de escritorio con la mayoría del cuerpo deslizándose de su asiento, tratando de conseguir la mayor cantidad de aire posible luego de ser privado de el, pensó en Roy diciéndole uno de esos consejos que parecían venir de las galletas de fortuna Xingesianas cuando compraban delivery, algo cursi como "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" o algo asi. El pensar en las galletas Xingesianas lo llevaron a Ling y en respuesta su cara se transformo en una mueca incomoda.
–Esta bien, habla.–
Miro a Al, quien había agarrado su almohada y la abrazaba contra su pecho, sus piernas se encontraban cruzadas y la imagen lo hizo pensar en una pillamada para chicas que hablaban de chicos que les gustan, algo como para Mei o tal vez Winry (quien hablaría de chicas en vez de chicos suponía Ed).
Ed emitió un ruido gutural extraño que hizo que su hermano riera.
–Es solo que...– enterró sus manos en su rostro, tratando de poner en palabras lo que estaba en su mente. –La ultima vez que nos vimos, estaba este tipo, un raro con una van de la época de el tío Maes o de Roy, y era como, ¿un amigo de Ling? ¿Creo?–
Al levanto una ceja en curiosidad.
–¿Crees?–
–Solo me dijo su nombre, que era Codicia de paso, es ridículo, que clase de padre le pone ese tipo de nombre a un hijo. ¿Lo imaginas? Tu esposa da a luz y ves a tu hijo, un bebé recién nacido, y dices "¿sabes como te vas a llamar? Te vas a llamar Codicia"–
Al suelta una carcajada a su comentario molesto, y Ed saca sus manos de su cara para cruzar sus brazos sobre su pecho.
–No parece que Codicia te agrade mucho.–
–¡Tenia dientes afilados y parecía un idiota!–
Al volvió a reír al tono exasperado de Ed.
–¿Y que tiene que ver el contigo ignorando a Ling?–
Ed gruño y se acomodo en su silla para no caer, termino echo una especie de bolita con sus rodillas apretadas contra su pecho y sus brazos rodeándolas.
–Cuando terminaron las clases Ling y yo planeamos ir a la nueva casa de comida Xingesiana cerca de aquí y–
–¿Ooh? ¿Una cita?– Pregunto Al con un tono divertido, sonrisa burlona adornando su cara.
–¿¡Que!? ¡No!– La cara de Ed lo delataba en su vergüenza ya que se encontraba mas rojo que la bandera de Drachma.
–Esta bien, como digas.– Por su tono Ed sabia que no "estaba bien" y no era "como el diga" y en vez era su forma sutil de decirle "voy a dejarlo pasar por ahora pero voy a molestarte luego".
–¿Entonces?–
Ed trato de ignorar su propia cara sonrojada y continuo.
–Cuando salimos de la escuela este idiota lo estaba esperando y Ling solo... Corrió a el y lo abrazo como si fueran amantes de una película de el año 1930 que fueron separados en la guerra.–
–Muy especifico, niisan.–
–Cállate.–
Ed murmuro de mala gana mientras se movía en su asiento para ponerse mas cómodo, dejo caer su barbilla encima de sus rodillas y advirtió su mirada de Alphonse a el piso. Dejo salir un respiro pesado.
–Luego de eso Ling hablo con el y era como si ni siquiera estaba ahí, Codicia le decía su "sabandija favorita" y lo abrazaba y Ling también lo abrazaba y yo solo estaba ahí; y entonces Codicia preguntó si se lo podía "robar" y Ling había dicho algo como "ya tenemos planes" pero yo...–
Murmuro contra sus jeans el resto de la oración, enterrando su cara en sus rodillas.
–¿Tu qué?– Escucho a Al acercarse a el para escucharlo mejor, y Ed saco su cara de su escondite con sus cejas fruncidas y sus mejillas rojas.
–Yo le dije que estaba bien y solo me fui.–
–¿Aunque era claro que no estaba bien?–
Ed no respondió y Al suspiro.
–¿Que se supone que iba a hacer? Ling estaba tan feliz de ver a ese idiota, lo único que faltaba era que esos dos se pongan a besarse enfrente mio.–
–¿Eran novios?– Cuestionó Al. –Nunca escuche a Ling hablar de algún novio.– presiono sus cejas juntas, tratando de recordar alguna mención de una pareja de la que Ling tal vez haya hecho.
–¡No lo se!– Exclamó Ed, claramente frustrado con la pregunta.
–¿Entonces solo asumiste que estaban juntos?–
Ed mantuvo su boca cerrada.
–Dios mio...– Al paso su mano por su cara con una expresión cansada.
–¿¡Que quiere decir eso!?–
–Enserio no tienes remedio.–
-¿¡Que!?– Al lanzo la almohada que tenia a la cara de Ed, quien no pudo hacer mas que ser impactado.–¡Hey!–
–¡Me escuchaste!– Le grito Al, claramente molesto con su respuesta. Porque exactamente Ed no sabia.
–¿Porque asumirías que estaban juntos?– Le pregunto, su tono cansado.
–Es que...– Comenzó Ed, bajando sus pies de la silla y presionando su mejilla en la madera de su escritorio, ambos brazos colgando inútiles.
–Ling se veía tan feliz, el idiota básicamente brillaba, lo deberías haber visto. Estaba...– dejo salir un respiro que no sabia que estaba sosteniendo. –Radiante.–
Al se mantuvo en silencio, observando y estudiando la mirada distante que tenia Ed.
–¿Ed?– Rompió el silencio luego de unos segundos.
–¿Hm?– Ed no parecía concentrado, sus pensamientos en otro lado, había levantado sus brazos, los dejo descansar en su escritorio y jugaba con los mechones fuera de su trenza, enredándolos en su dedo índice.
–¿Crees que hay una probabilidad de que... Ling te guste? ¿Mas que como un amigo?–
Los ojos de Ed se abrieron de par en par, y la mano que jugaba levemente con su mechón se cerro y termino tirando de su pelo rubio.
–...¿Que?– Su voz no era mas que un incrédulo susurro, una pregunta que demostraba honestamente su confusión.
–Solo digo...– Al se encogió de hombros y le dio una sonrisa abiertamente gentil, sus ojos no tenían rastro de burla o malicia, su hermano le estaba dando su honesta hipótesis en la situación, y aunque le gustaba molestar a Ed con el tema de Ling, no se encontraba haciendo una broma.
–Ves a Ling como solías ver a Winry cuando estábamos en primaria.–
La respiración de Ed se entre corto y se enderezó en su silla, había desviado su mirada a los patrones en la madera de su escritorio, las lineas y curvas que se movían entre ellas parecían mas interesantes que la crisis en la que Alphonse lo lanzo.

"Ves a Ling como solías ver a Winry cuando estábamos en primaria"

Las palabras resonaban en sus oídos y parecían sonar en eco en su mente ahora vacía de algún otro pensamiento que haya sido ajeno a la conversación.
No era algo que le gustaba admitir, pero cuando ambos el y Winry tenían 10, Ed había cultivado sentimientos no platónicos hacia su mejor amiga, recordaba como se sentía, era probablemente uno de sus recuerdos mas embarazosos.
Recordaba lo nervioso que se sentía cuando Winry lo miraba o lo estúpido que podía actuar cuando se trataba de ella.

Pero no era así con Ling.
Con Ling no era como era con Winry, con Ling era... ¿Diferente?

Ling no lo hacia sudar o reír de los nervios, Ling lo hacia sentir cómodo, lo hacia reír en momentos que se sentía ansioso y lo calmaba con una mano segura y gentil en su hombro. Ling sabia reconocer cuando Ed estaba en su limite a estallar y podía distraerlo haciéndolo hablar de cosas que tal vez no tenían sentido, como teorías químicas absurdas que pensaba en el instante o preguntándole cosas acerca de las notas que mantenía en su libreta de química.
Al mismo tiempo Ed había aprendido a leer algunos hábitos en la personalidad de Ling, mientras mas cómodo el estaba con las personas a su alrededor mas leve seria su sonrisa y su volumen de voz seria menos 100% entusiasta, si Ling estaba cómodo con tu compania sus verdaderos colores brillaban, no es que el Ling que conoció al principio sea un Ling "falso" o algo por el estilo, pero Ling no era el idiota que parecía ser, no era inmaduro y ruidoso. Si hacia bromas y amaba molestar a otros, si era algo rebelde y reaccionaba sin pensar en ciertas ocasiones. Pero sabia que dentro de el exterior Ling era un nerd de la historia, la política y el debate, Ling podría ser naturalmente maduro en situaciones en las que se necesitaba una mente clara y una forma de pensar afilada. Eran dos lados de una moneda conviviendo en completa paz y harmonia dentro del chico, y mantenía a Ed completamente fascinado.

Pero no eran solo facetas en Ling que Ed notaba.
El rubio notaba como su amigo hablaba, algunos patrones en su habla se copiaron a su vocabulario; notaba las manos delgadas y elegantes de Ling, como eran distintiva-mente mas largas que las suyas (y recordaba el echo que Ling había mencionado haber tomado clases de piano cuando era niño, y Ed mentalmente noto que si, las manos de el otro si eran manos de pianista); la forma en como acomodaba su cabello en una cola de caballo mas alta de lo usual al momento de jugar algun deporte en su clase de gimnasia y su cabello casi tan negro como la obsidiana reflejaba el sol que brilla en el patio donde tomaban la clase; o sus ojos, que si no los mirabas lo suficiente no te darías cuenta de lo oscuros que eran, un marrón yendo a carbón que distrajeron a Ed mas de una vez mientras ambos hablaban.

–¿Ed?–
Al victoriosamente saco a Ed de su remolino de pensamientos sobre el peli negro.
–C-creo...– El mayor de los dos trago saliva y paso su mano por su pelo en un intento nulo de calmarse. –Creo que tienes razón.– Murmuró y Al solo le sonrió y presiono su mano en su cabeza (un pequeño gesto que Ed había adoptado para demostrar afecto, y Al sabia usarlo en los momentos necesarios, como por ejemplo, este).
–Deberías hablar con Ling.–
–¿Qu–
–No, acerca de esto pero,– Interceptó rápidamente, sabiendo casi con exactitud lo que su hermano mayor diría –deberías responder a sus mensajes. Lo tienes algo preocupado.–
–¿Preocupado?– inquirió Ed, Al soltó su cabeza y apoyo su propia barbilla en su mano.
–Me envió un texto preguntando si algo te había ocurrido. Según el no le respondes a nada desde el viernes.–
Ed siseo por lo bajo, dándole una mirada con culpa a su teléfono que estaba en una de las esquinas de el escritorio cuando decidió optar por mantenerse fuera de cualquier tipo de interacción con su amigo.

–Diablos.– Dijo Ed.
–Diablos.– Repitió Al.