"El clan"

Capítulo 13: El sacrificio

13- El sacrificio

**Magome, siglos atrás...**

Hace mucho, mucho tiempo atrás, en el pequeño pueblo de Magome vivían unos cuantos pueblerinos controlados por varias casas nobles a las que llamaban "clanes". Por aquel entonces, en las calles solo se oían los apellidos de la gente más influyente de la zona. La familia Ishida, la familia Genryusai, la familia Sasakibe....las cuales tenían descendientes varones muy queridos entre los suyos y amigos, tanto que los jóvenes, estaban muy unidos y tenían una pandilla en el pueblo.

Entre ese grupo estaban Souken, el heredero de los Ishida, un joven algo bajo, delgado, con cabello negro y ojos color café, Chojiro, el descendiente de los Sasakibe, un joven alto y finústico, de cabello negro y ojos dorados que atrapaban con solo una mirada y Yamamoto, el heredero de los Genryusai, un joven corpulento, de cabello negro, barba y ojos negros que amenazaba con su presencia. Los tres jóvenes conocían las costumbres antiguas del pueblo que su familia había protegido generación tras generación. La leyenda del dios de la luna, Tsukuyomi, patrón de Magome y protector de su gente. Como era típico en esos tiempos, los sacrificios humanos eran muy comunes en los pueblos nipones, pero Magome era conocida por sus gentes nobles y sin crueles intenciones como otros clanes que mataban a inocentes por contentar a sus dioses.

Tsukuyomi era un dios justo y los vecinos de Magome le adoraban. Pese a que las noches eran más largas que los días, nadie se quejaba y honraban del mismo modo la presencia de la luna.

Al poco tiempo se unió a la pandilla de herederos un joven criado llegado recientemente al pueblo, Kuchiki Ginrei. Tal como indicaba su apellido, Kuchiki podría traducirse literalmente como madera y podrido o en términos generales, podredumbre. La familia de Ginrei era vasalla de los tres clanes reinantes y el padre de Ginrei trabajaba directamente bajo el cabeza de familia de los Ishida. Ginrei, siguiendo la tradición de vasallo, trabajaba en los tres clanes por jornada partida como criado, aunque Souken y el resto le trataban como un igual, ya que le tomaban como un joven inteligente y fuerte aparte de su belleza extrema, que podría rivalizar a la de un dios. Muchos pueblerinos detestaban su presencia y más cuando observaban su piel lampiña y sus ojos grises. Narraba una vieja nana, que un niño de los mismos rasgos de Ginrei nació de la luna y cada vez que este paseaba por el pueblo, las ancianas cantaban esa canción a modo de maldición.

Cuando el invierno más crudo llegó, algo malo pasó en Magome. Las mujeres que se quedaban en estado no llegaban a parir a sus hijos y muchas morían enfermas. Una epidemia había asolado el pueblo y la pandemia que se creó dejó indefensos a los pueblerinos que echaban la culpa al dios Tsukuyomi por castigarlos injustamente. El consejo del pueblo decidió entonces que había llegado la hora de calmar al dios y tal como decía la canción, la luna siempre había ansiado ser madre....o padre en este caso.

No se tardó en hacer una rebelión y Kuchiki Ginrei fue el elegido para el sacrificio. Tal era su parecido al dios y su belleza tan exquisita, que los pueblerinos pensaron que eso calmaría a la luna y se librarían de la epidemia. La familia Kuchiki fue reducida e incluso masacrada cuando intentaron pedir piedad por su hijo y este fue sometido a la fuerza a subirse a un altar y esperar a que el dios decidiera por él....

**Souken**

Corro entre la multitud ajetreada que no deja de vitorear al consejo de nuestros clanes mientras Ginrei pasa atado con las manos a su espalda entre la gente que le empuja y escupe maldiciéndole. No puedo acercarme a él de ninguna manera, aunque en más de una ocasión intento alzar mi brazo y agarrar su túnica rota para llamar su atención.

-¡¡GINREI!!!! ¡¡¡Ginrei!!!!-

Noto como alguien tira de mi brazo y veo tras de mí a Yamamoto y Chojiro que me miran tan asustados como yo. Todos somos amigos y sabemos que las tonterías del consejo solo van a provocar que maten a Ginrei. Ese dios no hará nada....es una leyenda, un mito ¡¡si la gente ha enfermado es por causa natural!!! Solo porque él es plebeyo tienen que tratarlo así....tan cruelmente...