Minotauro

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Abrió sus ojos, estaba amarrada de pies,  manos y amordazada, giró su cabeza y ahí estaba Esteban, encadenado de pies a cabeza, solo la observaba, pero su mirada estaba vacía, como si estuviese decepcionado de ella.
-LOS LLEVASTE A MI- le dijo con un gruñido -TE HUBIESE MATADO DE SABER QUE ME ARIAS DAÑO-
Le golpearon la cabeza con una escopeta, de su cabeza comenzó a brotar sangre y después de unos momentos se le saltó un poco. Nadie le limpio la sangre ni nada, ni si quiera lo observaban, ella sintió impotencia y comenzó a moverse, con la esperanza de que sus amarres aflojaron y pudiera auxiliarlo, pedo al momento fue golpeada también ella, solo sintió como si algo muy duro la golpeara justo arriba del ojo y después no vio nada, sentía como un líquido le escurría y no podía hacer nada para limpiarse.
-Nicole, ¿te hiciste daño?- pregunto preocupado -tranquila, me comeré a casa uno de estas bestias- y fue golpeado de nuevo.
Ella solo meneó la cabeza, justamente cuando quería hablarle, ella no podía, en sus pensamientos rondaban el ¿qué está pasando? ¿En qué enrollo me metí?
Estos iban en un tipo de carruaje de madera donde estaban recostados, este les llegaba a la cintura a las personas que caminaban alrededor, pero estas aún llevaban sus armas, como si estuviesen preparados para cualquier situación que se pueda presentar.
Después de tanto andar, llegaron a un tipo de pueblo, en este las casas estaban hechas de madera y los pueblerinos con ropas muy extrañas, como si sus vestimentas vinieran de la época antigua, con sus vestidos largos y sus pantalones campesinos.
-descancen- dijo el hombre que era el líder -nos quedaremos en una de las cabañas, nos tiraremos para cuidar de este monstruo y no se confíen, aunque parezca linda esa chica es su mascota, ya está marcada-
“¿cómo que marcada? ¿A qué se refiere con mascota?”
-no te preocupes Nicole, yo te voy a sacar y regresaremos a casa-
Ella asintió, ¿qué tanto durará esto de mi coma? Ella pensó y recordó que las personas en coma no tenían hora de despertar, ni día, ni semana, ni años. Y se puso a pensar, ¿qué pasaría si muere aquí? ¿despertaría? ¿Moriría?
Sintió el verdadero terror, entonces empezó a pensar, si aquí moría lo más probable era que muriese en el otro lado, ósea, tenia que seguir viva y encontrar la manera de despertar y el único que podría ayudarla, estaba frente a ella encadenado de pies a cabeza.
-oye- pregunto a un hombre al otro mientras nos hacían guardia -¿porqué este tipo es tan importante para los nobles? Apenas y pudo escapar de nosotros y no lo logró-
-no lo logro porque teníamos la estrategia de Louis, sin el jamás lo hubiésemos conseguido, ni si quiera nos pudiésemos acercar. ¿A ti se te ocurriría dejar las armaduras y instante estiércol?-
-claro que no y fue muy asqueroso-
-ahí lo tienes, el a tratado con muchas bestias antes, de todos tipos, el ya sabe como cazarlos, además, el a sido buscado por los nobles por más de 20 años, y no creas que no han ido tras el, solo que nunca vuelven, por eso cuando entramos a la cueva y encontramos a la mujer pensé o es su hembra o su mascota, porque el no puede vivir entre seres humanos, el es muy peligroso, el podría acabar con todos nosotros en un parpadeo, pero debe importarle mucho la chica, debe tener a dañarla pues a estado quieto, muy quieto-
-¿cómo que acabaría con nosotros? Y ¿a qué se refería con aue ella esta marcada? Parece una lindura.-
Esteban le comenzó a gruñir, el chico no lo tomó en cuenta. Este parecía joven, unos años mayor que yo, como de unos 20 o 23, llevaba unas ropas de campesino y cargaba una escopeta, la cual no soltaba por nada y junto a él, un hombre de barba canosa, llevada las mismas ropas que el joven y este estaba sentado en un tronco, solo observándonos, este parecía de unos 40 y tenía una enorme barriga y mirada feroz.
-si muchacho, el es muy peligroso, ni si quiera podrían tus ojos ver lo rápido que es, solo para dispararle, en cuanto tomas el arma y le apuntas, el ya te arranco la cabeza y esta sale volando por los aires, por eso estaba desterrado y nadie podía acercarse, el es hijo de la hija de un demonio, también está maldecido, por lo que necesita de matar, es su instinto natural. ¿No recuerdas los huesos que encontramos al inicio de la cueva.-
-si, eran muchos, estaba tapizado el piso de esto?-
-bueno, el hizo eso y más, los cadáveres también pertenecían a nuestra armada, lo sé por la armadura. En cuanto a tu otra pregunta, observa bien a la chica-
El la volteo a ver, observándola detalladamente, eso duró un buen rato hasta que se dio por vencido.
-me rindo-
El hombre río y se puso de pie, camino hacia ella, rodeando el lugar donde estaba Esteban, el solo los observaba con odio y en algún momento, no sabía cual, sus ojos comenzaron a oscurecerse, a la luz de la luna, el parecía otra cosa, no una persona si no una bestia, la cual mientras el hombre se acercaba más a ella, más gruñía y más parecía engrandecer.
-observa- le bajo la blusa
En el estaba un pequeño tatuaje, este parecía un minotauro, pero diferente, como un hombre mitad y mitad, era rojo con negro y rodeado por un círculo con letras, pero no se entendían.
-esa pintura- dijo el joven confundido -¿qué tiene?-
-es la marca de la bestia, es la misma que le dejaron al príncipe, antes de robarlo de su hogar, de separarlo de su familia, antes de que lo robara, el comenzó a comportarse extraño y después de eso desapareció, eso si, cuenta la leyenda que si le haces daño a la pareja que tiene la marca, te encontrarás con la furia y ni los dioses, ni nada te salvara.-
-espera, le hiciste daño, la golpeaste, 2 veces-
El hombre río fuertemente y dejó la blusa como estaba -solo son rumores, leyendas baratas, no creas todo lo que te dicen, pero una cosa si es segura-se alejó de nuevo hasta llegar a su tronco -si el escapase y no estuviéramos todos, nadie se salvaría-
Pasaron unos cuantos minutos y Esteban se veía cada vez menos humano, la luna estaba llena y su luz lo hacía siniestro, en cuestión de segundos, el Esteban que ella había conocido hace algunos días ya no estaba, en su lugar una especie de criatura con dos grandes cuernos y gran pelaje, estaba frente a ella. Ella no sabía como se sentía, si miedo o ansia, pero sentía algo y era un sentimiento fuerte.
Las cadenas se callaron y la bestia solo se levantó, haciendo que la pequeña carreta se bajara enormemente. Esteban  (que ahora era ese monstruoso minotauro) tomó a la chica desatando su amarre y le rasgó la blusa. Noto que tenia su marca y la colocó en su hombro. Todos los hombres se acercaron con sus armas.
-¿qué es eso fruto el joven de antes
-es la bestia-dijo el señor de antes -es lo que fuimos a buscar a la cueva, ahora llama a Louis, las leyendas eran verdaderas, creí que íbamos por un hombre que quebrantó la ley, pero no, ese verdad existe la bestia- dijo el señor, poniendo su arma apuntando hacia Esteban
Todos lo rodearon, disparando sus armas, la bestia lanzó a la chica lejos de todo, haciendo que se golpeara con un tronco en su brazo, rasgando lo y dejando la sangre salir. Esta se puso de pie y comenzó a correr, tan rápido como pudo, dejando aquel pueblo a sus espaldas, junto a los crujidos y ruidos. Solo se escuchaba el crujir de las ramas al pisarla, ella escuchó como la seguían y cada vez se acercaban más y más. Giro su cabeza lentamente y pudo notar quien era la que la seguía tan desesperadamente.

la maldición del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora