The Other Side

Capitulo 8: Luz de luna.

Nothing's Gonna Stop Us Now by: Starship

Roger se sentía como en un sueño, en aquellos tres meses que pasaron jamás creyó que todo lo que estaba viviendo fuera real, tenía amigos increíbles, era baterista de una banda y, por sobre todas las cosas, tenía a alguien a su lado, apoyándolo y amándolo hasta el fin del mundo. Todo era felicidad, vivía sonriendo cada momento de su vida menos cuando se encontraba solo en su habitación, parecía que todo el dolor se acumulaba y le recordaba que no debía cantar victoria, aún estaba atrapado en Rogerina; Brian no lo amaba a él, amaba a su bella y linda Roggie, Mary, John y Freddie eran mejores amigos de Rogerina no de él. Jade era la única que sabía de ambos, que apoyaba, tanto a Roger cómo a la linda rubia que aparentaba ser. Por eso misma razón, la llamó pues la carga sobre sus hombros era demasiada y que mejor ayuda que la de la hermana de su novio.

Jade lo comprendía todo, desde aquel día que lo supuso todo y escuchó la cruda verdad se sentía de alguna forma conmovida por la historia que cargaba el rubio y por eso mismo estaba decida a ayudarlo a que Brian no tomara de mal forma lo que su "novia" estaba por hacer.

—Oh, Jade, enserio no sé qué hacer. —dijo Roger, una vez que ambos se encontraban sentados en la cama del oji-azul— No lo va a tomar de buena manera, lo sé bien.

—Claro que lo hará, yo me haré cargo. —Jade buscó con la mirada el teléfono móvil de Roger y lo puso frente a él— Anda, envíale un mensaje diciéndole que lo quieres ver hoy por la tarde. Al fin a cabo tus padres saldrán, ¿No es así?

—S-sí...

—Entonces, después del agua de calzón que le vayas a dar, quiero que le digas todo, que seas fuerte y lo hagas por fin.

Roger no pudo evitar reír a carcajadas ante el comentario de la rizada, y asintió frenético. Claro que estaba listo.

Jade se fue después de una hora de plática sobre diversos temas, el rubio tenía que preparar todo para su lindo novio, quién estaría ahí a más tardar a las siete en punto, cuando sus padres ya no estén en casa.
Reacomodó toda la sala de estar, su habitación, la cocina y el baño de una vez; sus padres lo veían un poco confundidos, ni siquiera el día que se hizo novio de aquel jovencito de cabellos rizados se le vio tan estresado y pensaban que esta vez era algo mucho más especial y decidieron darle su gran espacio.
Cuando las siete en punto dieron, los padres de Roger estaban ya en camino a la casa de una de sus tantas tías, mientras Roger se observaba por decimocuarta vez en el espejo, se veía bien, un poco más al estilo de Roger, con un pantalón de mezclilla -lo suficientemente holgado para que no se notara su anatomía varonil- una camisa y ciertos tirantes de colores; claro, no debía faltar su peluca rubia. Se veía al espejo y no se reconocía, no estaba viendo a la Rogerina de siempre, había algo diferente esta ocasión y no sabía porqué.