Capítulo 7: ¿La verdad? parte uno.

640 105 30
                                    

Hysteria by: Def Leppard

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hysteria by: Def Leppard.

Brian había amanecido de la mejor forma posible, estaba tan emocionado por la cita que tenía esa tarde con Rogerina que por un tiempo olvidó que el mundo existía. Jade lo sabía, Roger le había mandado un texto desde hace ya tiempo y estaba feliz, su hermano por fin tendría una cita aunque no fuera con una chica en totalidad, de igual forma no pudo contenerlo y se lo contó a sus padres, los cuales, al escuchar dicha noticia estaban muy emocionados y no dudaron en preparar un buen desayuno para sus dos hijos.

—¿Es esa chica...? —mencionó su madre, pero había olvidado el nombre de la "enamorada" de su hijo.

—Sí, es Rogerina. —respondió Brian, luego de darle un sorbo al jugo de naranja que tenía enfrente.

—¡Que emoción! ¡Quiero que la traigas aquí cuanto antes! —chilló su madre, ganándose las risas de todos.

Jade estaba un poco absorta de la plática, el hecho de saber toda la verdad sólo le provocaba náuseas terribles; deseaba decirle de una vez por todas la verdad a Brian pero tenía que esperar a que Roger se lo dijera de su propia boca, pero sentía que, tanto el vómito verbal como el vómito real viajaban por su garganta, dispuestos a jugarle una mala partida.

—¿Y es que acaso por fin se harán novios? —preguntó la pelinegra, desconcertando a todos.

Dicho comentario emocionó aún más a Brian y sólo pudo decir: —Eso espero, ¿Sabes? Ser novio de esa chica debe ser un verdadero honor.

—Chica... Claro...En parte. —Jade bajó un poco su tono de voz al sentir el vómito verbal ya fuera de sí.

Pero todos estaban demasiados ocupados con su plato de comida que no la escucharon, ni el mismo Brian.

Mientras que en el hogar de Roger, la mañana pasaba rápida. Sólo se podía escuchar la voz de un chico preguntando donde se encontraban tales objetos o porque el agua de la regadera seguía saliendo helada. Hubo un momento en el que, fuera del baño personal que tenía, volvió a mirarse en el gran espejo de cuerpo completo que se encontraba en una esquina de su habitación, miró cada parte de sí, desde su cabello rubio cenizo hasta las uñas de sus pies, parecía que nunca estaría conforme con lo que él verdaderamente era.
Todos sus familiares le hacían ver lo bello que era pero no bastaba eso, siempre se sentía mal consigo mismo, sintiendo que no era lo suficiente para alguien, que todos sentían asco al verlo.

Suspiró de nuevo y de una vez por todas entró al baño para terminar de alistarse para su cita. Tenía un mente un simple paseo por el parque y, luego de todo ese romance, ir de una vez al grano, confesarle toda la verdad para poder dormir tranquilo. Cuando salió de ducharse se vistió en sus mejores ropas de mujer, con un simple vestido azul cielo que dejaba a la vista, como siempre, sus piernas y parte de sus brazos; se sentía un tanto expuesto pero recordó lo que una vez le dijo su hermana: "Con un buen suéter todo se arregla." y así lo hizo, una vez colocado el vestido fue por las zapatillas blancas que una vez le regaló su propio padre pues hasta él entendía la situación, es por eso que sólo las utilizaba en ocasiones especiales.
Y por último, estaba la peluca y su maquillaje, lo que le daba la vida de Rogerina.

Volvió a mirarse al espejo y con voz baja dijo: —Brian... No soy lo que piensas. Siempre he fingido ser alguien que no soy y, lo creas o no, me duele. Quiero dejar de fingir para abrirme totalmente a ti, a Freddie, a Mary, a John, a Jade. Ustedes... Tú eres una parte importante de mi vida, aunque sea limitado el tiempo de conocernos.

Una lágrima cayó por su mejilla, pero la retiró rápidamente para no arruinar su maquillaje.
La hora de encontrarse con el rizado poco a poco llegaba, lo sentía en ese extraño malestar en su estómago; su madre, incluso su padre, decían que era nada más y nada menos que enamoramiento y, ahora más que nada lo creía.

Brian estaba listo, revisó por última vez su cabello y pudo escuchar una risa a lo lejos.

—Qué gay eres, Brian. —la pelinegra se acercó a él, acomodando el cuello de su camisa blanca. Jade tenía que aceptar que su hermano era guapo y que Roger se había ganado la lotería con él.

—Cállate. —contestó él, un poco sonrojado, cosa que hizo reír aún más a su hermana.

Ella lo miró detalladamente, a simple vista se veía que saldría a una cita, su primera cita, pero temía que sufriera por el hecho de que hoy sabría toda la verdad sobre su "enamorada". Así que pasó su mano por la mejilla de su hermano y susurró unas débiles palabras:

—Mucha suerte.

Y luego hubo un fuerte apretón en la misma mejilla.

—Estúpida. —dijo Brian, sobándose la mejilla.

—Estúpido. —respondió ella, saliendo de la habitación para darle su privacidad.

Echó una última vista a su apariencia y salió pronto de la habitación y luego de su hogar.
Ya estaba listo para encontrarse con Rogerina.

 Ya estaba listo para encontrarse con Rogerina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The Other SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora