—Charlie, deja que te explique... Es complicado, no es que no te quiera llevar...
—¡Tienes que pasar Navidad con tus padres! No debes dejar de ir por mi culpa.
—Charlie, no te voy a dejar solo en Navidad. ¡Además! Es un día más... puedo ver a mis padres cualquier otro día.
—Entonces si es un día como cualquier otro, me puedo quedar solo. ¡Está bien! A mí no me importa. Tú aún tienes a tus padres, deberías compartir más con ellos. Yo daría lo que fuera por tener a los míos.
—Charlie...
—Iré a leer algo. No iré a clases hoy. De todas formas este viernes ya salimos de vacaciones.
Charlie se retiró para ir a encerrarse en la oficina. Yo me sentí terrible, ahora él se sentiría aun más deprimido y fuera de lugar por mi culpa.
—¿Y ahora qué pasó? —Rosa se apareció en la sala también y se dio cuenta que Charlie y yo volvíamos a tener problemas.
—¡Son mis padres ahora! Mi mamá quiere que pase la Nochebuena con ellos, pero...con Charlie sería muy complicado; ¡Todo con él siempre es más complicado!
—¿Se está quejando acaso de él? ¿Cree que es su culpa tener su condición? —Me regañó Rosa que inmediatamente se ponía de su lado de forma sobre-protectora.
—¡Yo no me estoy quejando de Charlie, rosa! ¡Jamás haría eso! Me quejo de... ¡Ya ni sé que estoy diciendo! No quiero llevarlo allá y que termine sintiéndose muy mal. Mi relación con mi padre nunca ha sido muy buena que digamos, y cuando conozca a Charlie tienen un montón de excusas para criticarlo. Además todo el ambiente en casa de mis padres será demasiado sobrecargado para él: Los excesivos adornos y luces, la música alta, toda la gente extraña que mi mamá va a invitar, la cena con todas esas cosas que Charlie odia, y seguro no faltará un gordo y muy llamativo "vestido de rojo" Santa Claus...
—¡Y no olvide los fuegos artificiales! A Charlie le aterra la pirotecnia, literalmente lo enloquece...—Me recordó Rosa—Cuando Charlie estaba con sus padres, ellos pasaban la Nochebuena sin nada de ostentación, ni música, ni adornos, ni luces... ¡Nada de nada! Pero se tenían ellos mismos: El señor Hank tenía acondicionado el sótano de la residencia con muchas comodidades, y allí lo pasaban los tres, aislando a Charlie de la pirotecnia de los vecinos, que gastaban muchísimo dinero lanzando fuegos artificiales, tanto en Navidad como en Fin de año. Para los padres de Charlie no era tan importante toda esa parafernalia de la Navidad, sino el hecho de estar juntos como familia, y poder brindarle a su hijo todo el bienestar que pudieran ofrecerle.
—¿Entonces debo encerrarme en un sótano con Charlie en esta Navidad?
—No, señor Johnny. Lo que Charlie necesita es que le haga sentir que le ama, sin importar su condición, y a pesar de todas estas complicaciones...—Me respondió Rosa de forma muy sabia.
Ella regresó a la cocina, y yo me quedé en la sala pensando, que en definitiva, tendría que explicarles a mis padres que no podría pasar la Nochebuena con ellos.
***
Cuando iba camino al trabajo, recibí una llamada telefónica. Pensé que era mi mamá, pero cuando escuché la voz de Pat se me arruinó la mañana:
—¡Charlie no ha llegado! ¿Acaso volvió a perderse? ¿Usted no se aseguró de que llegará sano y salvo a la universidad hoy?
—Pat, Charlie está en el departamento. No quiso ir a la universidad hoy.
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"Una muy diferente y especial Navidad"
Teen Fiction"La Navidad" es una de las celebraciones más esperadas y felices del año: Llamativas y coloridas decoraciones, muchos regalos, deliciosas comidas, alegres villancicos, y vemos en cada esquina a un viejito gordo, vestido de rojo y con una larga barb...