Nuevas Oportunidades || Drarry/Harco

CAPÍTULO 1

Harry Potter podría haber conseguido el puesto que quisiera en el ministerio sin problemas. Kingsley Shacklebolt, el nuevo Ministro de Magia, se lo había dicho. Podría haber seguido su sueño de ser auror, sin estudiar los tres años necesarios, aún sin tener los EXTASIS suficientes y sin haber conseguido calificaciones suficiente mente altas. Todo por ser Harry Potter y haber vencido a Voldemort.

Se sorprendió a sí mismo al rechazarlo, y decidió que ayudaría a George en Sortilegios Weasley. George se había burlado de él una semana por esto porque «¿El niño-que-vivió trabajando en una tienda de bromas?». Era bueno ver que George, poco a poco, volvía a ser el mismo chico alegre y risueño de siempre, pero aún había un aire de tristeza y nostalgia a su alrededor, siempre pensando en su gemelo caído. Finalmente, el chico había aceptado a Harry en su negocio diciendo que siempre sería un placer trabajar con él, no porque fuera el famoso salvador del mundo mágico, sino porque era como su hermano y lo quería, además de que Sortilegios Weasley no hubiera existido sin su ayuda.

Harry se volvió a sorprender cuando se mudó con Ron, quién si había aceptado la oferta de Kingsley de ser auror, a un departamento del mundo muggle, llevándose a su ahijado con ellos.

Hermione había decidido continuar con sus estudios. Ella quería trabajar en el ministerio y encargarse de la justicia y los derechos de las criaturas mágicas.

Harry no quería ser reconocido en todos los lugares a los que iba, pero tampoco quería cortar toda relación que tuviera con el mundo mágico, aquel que lo había salvado de continuar viviendo una vida miserable con sus tíos y su primo. Así que, junto con Ron habían encontrado lo más parecido a un punto medio; vida muggle, trabajos mágicos. Además de las habituales visitas a la Madriguera.

Habían decidido hacer una íntima reunión familiar para celebrar que habían terminado de desempacar la ultima caja y habían empezado así, oficialmente, su "nueva vida", aunque se hubieran mudado hacía un año. Estaban invitados todos los Weasley y sus familias y Hermione, así que no podía decirse que era una pequeña reunión. De hecho, Harry había tenido que hacer un hechizo de expansión indetectable sobre su departamento.

La primera en llegar fue Hermione, probablemente porque al ser hija de muggles, estaba acostumbrada a andar por esas calles y encontrar la dirección no había sido ningún problema para ella. La chica lucía radiante. Llevaba un vestido sencillo y unos zapatos con un poco de tacón, lo que la hacía más alta que Harry.

Luego llegaron Molly, Arthur y Andrómeda, quién recibió a Teddy Lupin, de diez años, en brazos. El pequeño metamorfomago saludó alegremente a los Weasley.

Fleur y Bill Weasley llegaban con sus hijas e hijo, Victoire, Dominique y Louis. Los niños corrieron a jugar con Teddy, ignorando a Harry que les decía que tengan cuidado porque estaban en un departamento y no en una casa.

Luego llegaron George y Angelina. Sus hijos Fred y Roxanne se unieron al grupo de niños que escuchaban a Teddy dar instrucciones de quién sabe qué.

Percy y Audrey Weasley llegaron con sus pequeñas hijas, Molly y Lucy. Los últimos en llegar fueron Charlie y Ginny, quiénes -además de Ron- no parecían tener interés en formar una familia.

—Bueno, Harry. Esto fue tu idea— dijo Ron— ahora hazte cargo de la situación.

A Harry le tomó un momento entender a lo que se refería su amigo.

Louis lloraba desconsoladamente porque al parecer Roxanne lo había empujado al intentar empujar a Teddy, pero el metamorfomago se había movido de lugar en el último segundo y la niña no tenía tan buenos reflejos y no pudo detenerse.