Tenía que ser una maldita broma.Hermione. Su mejor amiga, su hermana, la bruja más brillante de su generación, su conciencia. Harry esperaba que todo fuera un producto de su imaginación porque Hermione Granger no podía estar saliendo con Malfoy.
Iugh. La simple idea le daba escalofríos.
Y era obvio que su amiga no quería arruinar la reunión familiar con aquella bomba. El tipo era un ex mortífago, un Slytherin que la había insultado tantas veces que Harry había perdido la cuenta y les había hecho la vida imposible en Hogwarts (a él desde antes de pisar el colegio siquiera) y ahora Hermione estaba saliendo con él. ¡Quizás se habían comprometido! Aunque Hermione jamás les ocultaría eso, ¿o sí?
—Malfoy, yo tampoco te he olvidado, ni a tu insoportable ego— saludó, al darse cuenta de que el rubio lo miraba con una ceja alzada.
—Bueno, adiós Harry. Draco y yo tenemos que irnos. Asuntos del ministerio— explicó rápidamente Hermione
Harry parpadeó dos veces antes de hablar.
—¿Hace cuánto tiempo están juntos?— preguntó, casi sin pensar.
—Trabajamos juntos en un caso de criaturas mágicas del Ministerio. Draco tiene habilidades y conocimientos realmente útiles.
—Me refiero a...
—Potter— interrumpió Malfoy— Granger y yo tenemos que irnos. Estamos con este maldito caso hace tres semanas y en la oficina hubo un avance importante.
—Lo siento, Harry. Hablaremos en otra ocasión— dijo Hermione, casi sin lucir realmente apenada.
Se despidieron y Harry volvió a subir a su departamento, sin llegar a ver la sonrisa genuinamente divertida de Malfoy.
Al volver a su departamento, los Weasley ya empezaban a despedirse.
Se sintió bastante aliviado cuando todos se fueron, porque no creía poder resistir más tiempo sonriendo y fingiendo que todo estaba bien, cuando su cabeza era un desastre. Era inexplicable cómo una persona tan buena, inteligente y valiente como Hermione había terminado con Draco Malfoy.—¿Estás bien?— le preguntó Ron.
—Sí... ¿Por qué lo preguntas?— Harry sabía que era bastante transparente, pero creía que estaba haciendo un buen trabajo tratando de mantener su rostro tranquilo.
—Tienes cara de estar descompuesto— dijo Ron— y creo que el hecho de que pongas esa cara no es una buena señal.
—El novio de Hermione no me cayó bien. Es todo.
Harry le había guardado el secretito frente a Ron. Ahora Hermione le debía un favor. Y uno grande.
—
El día en la tienda de bromas pasaba inusualmente lento.
Había tenido que llevar a Teddy al trabajo con él porque, al ser el aniversario de la muerte de Ted, Andrómeda no podía cuidarlo por haber ido al cementerio.Luego de las ocho horas más interminables de su vida, Harry juntó sus cosas y salió de Sortilegios Weasley, con pasos firmes y rápidos.
Durante la noche anterior había pensado mucho en la situación de Hermione y Malfoy, y había llegado a tomar una decisión: hablaría primero con Malfoy, la advertiría sobre lo que podría hacerle si se atrevía a dañar de alguna manera a su amiga, y luego con Hermione. Le diría que, aunque no estuviera de acuerdo con su relación, podía contar con todo su apoyo incondicional y que nada en su amistad cambiaría.
Se apareció en el Ministerio de Magia y preguntó en la recepción.
—¿El alquimista Malfoy?
Sí, Harry sabía que Malfoy era alquimista y que trabajaba en el ministerio. No porque realmente le interesara, sino porque tenía que saber si Hermione andaba involucrada con un mago que no trabajaba en algo legal.
—El señor Malfoy está en su oficina— le respondió la mujer detrás del escritorio, sin levantar la vista de unos papeles— ¿Sabe como llegar...?— y ahí sí que lo miró y Harry penso que sus ojos podrían salirse de sus cuencas si los abría un poco más— señor Potter.
Fue cuando Harry se dio cuenta de que realmente no sabía moverse en el Ministerio.
—En realidad... Me vendría bien algo de ayuda...
La mujer lo miró, complacida de que el gran Harry Potter pidiera su ayuda, y le dio las indicaciones hacia la oficina de Malfoy.
Un rato después, Harry tocó la puerta, intentando calmar sus nervios. No sabía ni por qué estaba tan nervioso. Sólo hablaría con la pareja de su mejor amiga.
Esperó pacientemente, pero al imaginarse a Hermione y Malfoy teniendo un momento íntimo en la oficina (¡En el trabajo!) sacó toda su valentía y estupidez Gryffindor.
Abrió la puerta con un alohomora y entró apuntando con su varita, como si de un allanamiento se tratase.
—¡Hermione! ¡Malfoy!
—¿Harry?— el rostro curioso de Hermione apareció detrás de una biblioteca. Harry se acercó y vio a Malfoy revolviendo un caldero y a Hermione leyendo un libro que parecía particularmente viejo.
Bueno, no era la clase de cosas que las parejas normalmente hacían cuando estaban a solas, pero contaba como un momento de intimidad, ¿no?
—Potter, esta es una oficina privada. Vete.
—Tengo que hablar contigo- dijo mirando a Hermione— con ambos, de hecho. Es algo personal.
—¿Qué pasa?— preguntó Hermione— ¿no puede esperar hasta que termine nuestro horario?
Harry suspiró y pensó que tal vez no debería haber hecho eso. Podría haber esperado, pero su paciencia tenía límites, y había ensayado un discurso. Eso no podía esperar más.
—Quería decirte que, aunque Malfoy sea un ser humano detestable y haya sido una auténtica pesadilla en Hogwarts, si ustedes están juntos voy a apoyar su relación porque entiendo que durante la guerra cada quién hizo lo necesario para sobrevivir, y no me sorprendería que Malfoy no haya cambiado de actitud, pero si estás feliz con él, está bien para mí.
—Harry... ¿Crees que somos pareja?— Hermione parecía algo avergonzada, mientras Malfoy parecía intentar contener la risa.
—Lamento decepcionarte Potter, pero Hermione no es mi tipo— dijo Malfoy.
Harry soltó el aire que no sabía que estaba conteniendo. Hermione y el monstruo de Malfoy no estaban juntos. Todo había sido obra de su paranoica imaginación.
—Draco tiene unos estándares muy altos de lo que debería ser una pareja— dijo Hermione, sonriendo ahora— y yo también.
—Somos amigos, y aunque seríamos la mejor pareja del mundo, nuestras ideas de lo que sería nuestra "pareja ideal" no coinciden con lo que cada uno puede ofrecer. Además mi condición me impide ver a Hermione como algo más que una amiga.
Ahora Hermione y Malfoy se sonreían con complicidad.
—¿Condición?— preguntó Harry.
Y la sonrisa de Malfoy no podía ser más grande.
—Ya sabes... Hermione es una chica y yo soy gay.
—Muy gay— confirmó Hermione sonriendo detrás de él.
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Nuevas Oportunidades || Drarry/Harco
FanfictionAños después de la guerra, Ron y Harry deciden mudarse al mundo muggle. Empezarán una nueva vida, abriendo sus mentes a nuevas oportunidades, y ¿por qué no? sus corazones.