Tiempo después....
Shandy: ¡Joder, coño! -comienza a patear una pequeña piedra repetidas veces, tirando de uno de sus mechones rojos -. ¿Cómo carajo se nos escapan? ¡No tiene un puto sentido!
Martín: Magia negra nena, magia negra - bufa para luego mirarse en un espejo disfrutando de la vista -. Aunque vaya hermosura de esta mañana o sea yo
Leo: No los quiero joder, pero necesitamos un mejor plan que este de ir corriendo a lanzarnos a batalla - murmuró cansado, dejando reposar su cuerpo sobre la pared del cuarto -. Parecemos salvajes ni los simios se comportan así -suspiro para luego taparse la boca mirando a alguien en particular -. Sin ofender, Martín
Martín: ¿Perdón? - se voltea indignado, intenta pronunciar algo, pero le tapan la boca con una mano haciendo que termine lamiendo esa mano recibiendo un manotazo por parte de Romeo.
Kuro: Tiene razón, necesitamos usar éste cerebro que rara vez usamos, ¿alguien se le ocurre algo? - se queda pensativa esperando que alguno de los presente hable.
Leo: ¿Fingir que traemos pizza?
Kuro: No, la pizza ya está muy vista además no tenemos ni un peso - hace una leve mueca.
Mateo: ¿Decimos que le venimos a hablar de la palabra del señor?
Romeo: Uy si claro - rueda los ojos para dejar salir un pesado suspiro -. No más falta que alguien se vista de marrana y les vaya a coquetear para así poder entrar en su habitación con todo el plan seductor -se cruza de brazos mientras escupe sus comentarios sin pensar.
Leo: Bueno... podría ser que... - todos se observan mutuamente mientras alzan las cejas en una sola dirección.
Romeo: ¿Me están....? -palmface.
Minutos después
....Leo: Golpea la puerta repetidas veces tratando de sacar a alguien del baño -. ¡Apurate, ya es hora!
Martín: Sale llevando puesto unos pechos falsos mientras camina con una minifalda sosteniendo un bolso rosa chillón tratando de mantenerse equilibrado con unos tacones -. Ya estoy listo para ir a seducir a esos malditos y limpiar mí buen nombre - se levanta un poco la falda más -. ¿Qué?, Hay que mostrar muslos para que se sientan deseosos - sonríe acomodando la peluca que se le quedó trabada en su collar.
Romeo: Por Dios, ¿No pudiste pintarte con otro color? ¿Porque tuviste que escoger ese rojo maraco, si existen varios mejores colores? -golpeó su frente irritado al verlo.
Martín: Dah, para inspirar pasión - se ajusta los pechos falsos -. Ya déjame, en estos momentos él que se está vendiendo a esos desgraciados soy yo - guarda unos billetes entre sus pechos -. Ahora sí me disculpas debo menearle el trasero a unos chicos -intenta salir, pero es detenido por un brazo que le impide el paso -. ¿Ahora qué?
Romeo: No pienso dejar que salgas -
le da unos empujones para regresarlo adentro.Martín: ¿Tanto así me quieres? - se muerde el labio ante ello, manchando su diente con labial rojo.
Romeo: ¿¡A mí que verga me importa sí te vendes como zorra barata?!, ¡No más no pienso dejar que salgas con esas piernas peludas! - señala cada una de las piernas haciendo que todos vieran los vellos sobresalir de las piernas de Martín -. ¡Nadie va quererte tocar si andas con las piernas de chewbacca!
Martín: Oye que grosero, ¿Cómo me hablas así? - actúa indignado golpeandolo con su bolso -. Qué descarado, atrevido, sin vergüenza -aprieta los puños para luego suspirar -. Me ofendes y la pobre víctima que se va a vender soy yo, mira que poca madres tienes para tratarme - entrecierra los ojos.
Romeo: ¡No seas iluso! - hace presión sobre el puente de su nariz tratando de calmar su enojo -. Tenemos que arreglarte.
Martín: Pero entre más peluda mucho mejor, ¿No? - sonríe restandole importancia para ser agarrado de los brazos siendo forzado a tomar asiento-. ¡Oigan, no! - se mueve inquieto hasta sentir como un líquido caliente pasa a través de sus piernas -. ¡Ni te atreva!, ¡Habló en serio!
Romeo: ¡Cállate, chicos atrapenlo - se acerca colocando varias vendas sobre la cera agarrandolo firmemente con las puntas de sus dedos -. Uno... - comienza a tirar suavemente -. Dos...
Martín: ¡No, soltarme! - es afirmado de ambos brazos siendo inmovilizando con fuerza -. ¡Chicos! - voltea su rostro en varias dirección comenzando a mostrar una expresión de terror-. Por favor...amigos...
Romeo: ¡Tres! - arranca la tira de manera brusca para escuchar unos fuertes chillidos provenir de la boca de Martín que se oyó por todos los pasillos -. No jodas, ¡Apenas te saque un pedazo! -le da una cachetada sonora -. ¡Mira! - le muestra un montón de pelo para luego todos observar la pierna roja que aún tenía vellos.
Martín: ¡Me rehusó a seguir con está mierda! - intenta liberarse hasta conseguirlo logrando levantarse con algo de dificultad.
Romeo: Bien, entonces ve con toda una pierna peluda y la otra no -gruñe alejándose para dejarlo caminar -. A ver si así los conquistas
Martín: ¡Me irá fabuloso, ni siquiera necesito tú ayuda! - exclama en voz alta comenzando a flaquear las piernas al caminar -. ¡Que me vea como Bambi al caminar no quiere decir que te necesite, de hecho incluso parece que han abusado de mi hermosa persona! - trata de apoyarse sobre la puerta -. Son unos puercos, abusaron de mí
Romeo: Bufa molesto para observar como Martín se iba tropezando con los tacones hasta verle chocar contra la puerta dejando empañado todo ese maquillaje mal hecho -. ¿Qué decías?
Martín: Solo fue un golpe celestial -soba cuidadosamente su nariz -. Mi divina presencia ha de quedar marcada, sólo dejo mi autógrafo para que no se olviden de mí.
Leo: Basta, Martín apegate al plan -
lo jalonean hasta dejarlo atado a una silla esparciendo lo que quedaba de cera sobre todas sus piernas -. Mateo, cubrele la boca. No quiero tener líos por sus gritos - la persona nombrada asiente para colocar un calcetín sobre la boca de Martín, ambos se miran por unos segundos tratando de llegar a un posible acuerdo más Mateo sólo niega cerrando los ojos para no ver la escena, susurrando varios lamentos mientras que Leo comienza a tirar de la cera viendo como Martín comienza a sollozar.Romeo: Le da un zape sobre la nuca para callar al llorón -. No llores, debes ser una marrana con apariencia de nueva, no una toda usada - comenta para luego mirarlo con molestia.
ESTÁS LEYENDO
El internado para idiotas 2 [Libro4]
HumorNuestros protagonistas regresan de nuevo, pero esta vez devuelta al internado ¿Habrá más salseo? ¿Más drama? ¿El pan dominará el mundo? ¿Nacerá la diva que vive dentro de nosotros? Si quieres saber más, pues ven y sigue a este grupo de amigos fuera...