El internado para idiotas 2 [Libro4]

03

Martín: *Camina lentamente* ―soy un ninja, mi ser el viento, me muevo como el viento sigilosamente y velozmente

Romeo: Muévete carajo, nos impides el camino *lo patea*

Martín: *Queda tendido sobre el suelo*―bueno era un gran ninja hasta que este bruto me pateara *observa a su alrededor*―como que ellos se toman muy en serio su investigación

Kuro: Sin duda *observan a Shandy y a Leo interrogar a unos chicos*

Shandy: Escúchame chico, no me agradas, pero sé que tú sabes algo así que habla *lo toma por el cuello* ―dime ¿¡Dónde está ese pan!¡?

Chico: ¡NO LO SÉ! *le escupe en la cara*―jódete perra

Shandy: *Se limpia la cara con su manga*―okey, eso fue asqueroso *le da un cabezazo*―veo que no me estás tomando en serio, Leo encárgate

Chico: ¿Qué me hará tu novio? *lo agarra del cuello*―O-Oye...

Leo: No soy su novio, ahora dime ¿Qué sabes de mi pan? *lo mira amenazadoramente*―¡Habla o te cortare en mil pedazos!

Chico: ¡Okey hablare! *comienza a temblar*―no me mates...*lo sueltan*

Romeo: No puedo creer que en serio estemos investigando el robo de un pan *suspira*―ni hasta en mis sueños más raros creí que estaría haciendo esto

Martín: Ya sabes lo que sucede cuando se trata de su pan, las cosas se pueden poner muy feas *se levanta*

Romeo: Además que ambas bestias están salvajes *observan al chico en el suelo temblando*―fabuloso otro más que debemos llevar a psicólogo por traumas 

Leo: Maldita sea, solo me dijo que debíamos subir después doblar, seguir derecho luego bajar y volver a doblar

Shandy: Leo te dijo que debías solo seguir derecho y luego subir nada más, tu que no entiendes direcciones *lo mira acusadoramente*

Leo: Bueno eso explica porque la abuela siempre tiene que utilizar un rastreador a la hora de que vaya solo por las calles *se va por la dirección opuesta*

Shandy: Y como siempre hace lo contrario a lo que le dicen a la hora de ir en una dirección *suspira*―por favor que alguien vaya a buscarlo ante que se pierda

Martín: ¿Alguien se pregunta dónde estará Mateo? *mira a lo lejos*

Mateo: ¡Estoy debajo de tus pies! *se queja en el suelo*

Martín: Aww, me halagas *se ríe*―ya decía yo que la gente se arrodillaría a mis pies

Romeo: ¡No pendejo! *lo empuja*―lo estás pisando, sácale saco de grasas

Martín: ¿Saco de grasa? *queda perplejo*

Mateo: *Se levanta del suelo tratando de quitarse la suciedad de su ropa*―gracias, creí que nunca iba a moverse *hace un puchero*―además creo que piso un chicle *mira su manga*―que mal, tendré que comprar otra camisa...