Capítulo 5- Titanium

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" I'm bulletproof nothing to lose
Fire away, fire away
Ricochet, you take your aim
Fire away, fire away
You shoot me down but I won't fall, I am titanium
You shoot me down but I won't fall
I am titanium"

-TA TA TA TA TA TA TA TA TA -Cantábamos Rap y yo a la par que golpeábamos el coche de Hiccup al ritmo de la música.

Llevábamos ya más de una semana en MoonLake y la habíamos pasado entera con Rap, enseñándole los sitios más remotos del pueblo y las maravillas del bosque a Hic. Seguía sin creerme que estaba aquí, recorriendo las amplias calles en el coche de mi mejor amigo, con la rubia en el asiento trasero y el viento acompañando nuestros gritos mientras jugaba con nuestro pelo.

-Chicas... Chicas! -nos decía Hic mientras nos movíamos como si tuviéramos esquizofrenia- CHICAS! Que no sé si es por aquí, hacedme puto caso.

-Gira a la derecha en el cruze -Rap se inclinó hacia delante para indicarle la dirección- y luego aparca enfrente de el supermercado.

Una vez allí nos bajamos del coche para dar fin al tour de hoy con la atracción final: El Royal.

-Mierda! -dijo Rapunzel mientras se escondía detrás del coche- Bajad! -y acto seguido nos tiró de las manos, así que nos tuvimos que agachar con ella.

-Se puede saber que te pasa? Tengo ganas de mi puto batido de chocolate, rubia.

-Mer, es que hay gente en el Royale... 

-Que por cierto, aún no me habéis contado que es el Royale -interrumpió Hiccup, a lo que contesté rodando los ojos, pero como me seguía mirando esperando una respuesta, se lo explicamos.

-Es el bar al que siempre íbamos de niñas. Al salir del colegio, tomábamos unos batidos y le decíamos a nuestros padres que habíamos tomado el camino largo. Se convirtió en una tradición, incluso... bueno, Jack nos acompañaba la mayoría de las veces.

-Nunca voy a olvidar sus mezclas de sabores -dijo Rap con una sonrisa triste- se pedía una mitad de batido de un sabor y la mitad de otro, y luego los mezclaba. Pero aunque supieran mal siempre se los acababa.

Solté una carcajada. Como olvidar su cara al mezclar maracuyá y vainilla. Y cuando descubrió que el chocolate y la fresa estaban buenos juntos. Pidió dos vasos y lo repartió entre los tres. Experimentaba por nosotras y luego nos daba las mejores mezclas.

-Es verdad... me suena que alguna vez me contaste algo de esto, Mer -dijo Hic mirándome con pena. No, no con pena, sino... con tristeza? Bueno, da igual.

-Si, pero fue hace mucho. Y tanto recordar me da hambre -me levanté ante la asustada mirada de Rap- tengo ganas de probar los que hacía el encargado con licor para mi padre.

Y entonces miré hacia delante, y entendí por qué la rubia se había escondido. La dije que no me apetecía ver a nadie más de mi infancia de momento, pero ahí estaba enfrente del Royal, otro pedacito de mi pasado: Las hermanas East, Ana y Elsa. Y un chico de pelo blanco junto a ellas, que fue el primero en verme.

-Qué miras, Frost..? -dijo Elsa mientras se giraba, para acto seguido quedarse con la boca abierta. Ana se adelantó un par de pasos.

-Mérida Dumbroch? -preguntó la pequeña con los ojos muy abiertos. No me extrañaba nada que estuviera sorprendida.

-Hola pequeña princesa... -y nada más lo dije vino corriendo para abrazarme, seguida de Elsa. 

Rap y Hiccup salieron de detrás del coche, y la rubia se unió al abrazo. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que las vi...

-Dios mío estás aquí! -exclamó Elsa mientras se separaba- por qué no nos habías avisado? Te hemos echado mucho de menos, M.

-Y que lo digas, no eres alguien fácil de olvidar cabrona -dijo Ana, cuando se dio cuenta de que Rap venía conmigo- Serás zorra! No nos has dicho nada de que había vuelto!

Rap se sonrojó.

-Es que Mer... tiene que procesar aún lo de Jack... no quería que le recordara más... quiero decir, más de lo necesario.

-Pero no pasa nada, estoy bien, y me alegro muchísimo de veros chicas. Yo también os he echado de menos.- dije para quitarle hierro a la verdad.

Tras un par de reproches y sonrisas, las presenté a Hiccup y pasamos a el Royale. El chico de antes ya no estaba, pero lo dejé pasar. No estaba preparada para integrar gente nueva en mi vida, y como las hermanas no lo mencionaron, no dije nada.

Estuvimos hablando sobre nuestras trastadas de pequeñas. Eramos mas o menos un grupo cuando éramos niñas, Jack y yo solíamos ir a parte, pero cuando no estábamos con Rap a solas, nos juntábamos los tres con Ana y Elsa. Me dí cuenta de que la mayor no paraba de mirar a Hic, y ya me empecé a preocupar, por que no fuera a ser que tuviera por mejor amigo a un tío bueno y no me hubiera dado cuenta antes. Podría haberle explotado mucho más para que me consiguiera apuntes en el instituto a cambio de citas... en fin.

-Vale, voy a hacer una cosa -dijo Ana para levantarse y volver con varios vasos y un batido de chocolate y otro de fresas- Ah por cierto, ahora trabajo aquí. Anda que tener un día libre y tener que estar trayendo cosas... pero bueno. Esto es para un homenaje- Sirvió los batidos mezclados en cada uno de los vasos, y cuando ya todos teníamos uno en la mano, levantó su vaso y dijo- por Jack.

Brindamos. Aunque riéramos, podía sentir la tristeza en el aire. Ellas también habían sufrido bastante con este tema. Sin quererlo me volví a abstraer de la conversación, y cuando miré por la ventana me pareció ver una sombra pegada al cristal, y mi corazón se paró. Me levante mientras corría hacia la puerta. "Mer!" oí que gritaba Hic, pero no me importó. Era el, tenía que ser el.

Pero al salir, solo estaba Emma. Emma Overland... la hermana de Jack.

-Es culpa tuya... y ahora te atreves a volver... y a brindar por mi hermano. NO TIENES DERECHO -Me dijo con una infinita rabia en los ojos.- Vuélvete al infierno, zorra.

Y se marchó, dejándome aún más rota de lo que ya estaba.



Rock High School! (The Big Four)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora