Era tarde y estaba lloviendo mucho fuera. Me estaba empezando a preocupar por Max, ya que llegaba bastante tarde aquel día. Estaba empezando a enfadarme sin razón. Estar en aquel lugar tanto tiempo encerrada me estaba volviendo loca.
Entonces, la puerta de mi habitación se abrió y allí apareció él, completamente empapado y con una bolsa pequeña en la mano.
Le hice cambiarse de ropa mientras miraba curiosa el interior de la bolsa. En ella había dos pulseras de cuerda: una negra y otra blanca.
Cogí la blanca al saber que era para mí, y el se puso la otra. Tenía bastantes regalos así de él, y eran los que más me gustaban. Me las traía de todos lados de la ciudad, y con cada una me contaba una historia diferente para entretenerme.
Pero sin duda, aquella fue la que más me gustó, ya que al verla, todo el enfado que tenía había desaparecido de golpe.
No podía enfadarme con él.
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El diario de Holly.
Novela JuvenilMax va a la habitación de su novia y se lleva de allí una bola de cristal, la pulsera favorita de Holly y una foto en la que salen ellos juntos, donde Holly sonríe radiante junto a él. Cuando decide irse, recuerda el cuaderno que usaba como peculiar...