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Me comenzó a disgustar la presencia de Reaper.

Al principio podía soportarlo, pero ahora no quiero verlo. Cada vez que me habla suelto un quejido o un suspiro pesado.

Y aunque trate de mandarle señales de que no lo quería cerca, el seguía insistiendo, me abrazaba, me hablaba, a veces me tocaba la mejilla con su dedo solo para molestar (cosa que antes me parecía tierna).

—Geno~

—Ahora no, Reaper. —Trate de que notara que estaba leyendo en ese momento.

—¿Un libro es mas importante que tu esposo?

—Es que se puso interesante.

Me quitó el libro de las manos.

—¡Al menos mirame a la cara!

Exploté.

—¡Reaper ya dejame en paz!

Uh oh...

Listo, lo dije, con Goth durmiendo en su habitación.

El me miró estupefacto, frunciendo el ceño habló con la voz un poco alta.

—¿Que es lo que te pasa? ¡Hace rato estábamos bien y de repente de pones así!

—¿Que no ves que no te quiero cerca? ¡No estoy de humor!

—¡Yo tampoco lo estaba cuando tu querías hacer tus cosas o abrazarme y esas estupidez es! ¿Pero sabes qué? Yo no gritaba ni me desquitaba, ni contigo, ni con Goth.

—¡No me desquite!

—¡¿Entonces que es lo que te pasa?!

—No lo se, Reaper ¡¿Ok?!

—¡¿Acaso estas engañándome?!

—¿Que?— Esta discusión no llevará a ningún punto, lo sabía.

Pero quiero hacer algo que no puedo, tengo miedo de lo que vaya a pasar si digo algo erróneo, el también lo tiene, y también sabe que esto no llegará a ningún lado, sabe que pierde el que escape primero.

—¡Que si estas engañándome, zorra!

—¡Callate!—Grite golpeando la pared con mi puño. Sentí un nudo en mi estómago y en mi garganta, no podía respirar por culpa de ese nudo. —Basta...

—Geno... Lo siento yo no quería-

—Cuida a Goth, necesito caminar...

Terminé mi orden y camine rápido hacia la puerta, giré el pomo bruscamente y salí rápido. Apenas lo hice, escuche que Reaper le puso llave a la cerradura.

Comencé a caminar con la vista hacia abajo, ahora no quería pensar en nada. Mas bien, quería reflexionar sobre una sola cosa, que claramente era nuestro matrimonio.

Me perdí tanto en mis pensamientos que no sentí la primera gota que cayó en mi hombro, o la segunda, ni la tercera; hasta que sentí el torrente de agua caer sobre mí.

—Mierda...

Esto ha sido horrible, primero peleo con mi marido, y ahora voy a resfriarme, que buena es la vida.

Corrí hacia el lugar techado mas cercano posible, a esa hora todo estaba cerrado, la calle era iluminada solamente por farolas. Me cansé muy pronto, mis piernas no daban para más y espere un taxi a un lado de la calle, con la lluvia, pero con capucha.

Temblaba de frío, lloraba mas por desesperación que por tristeza, pero sentí que el agua dejo de caer. Cuando mire hacia arriba para confirmar que la lluvia había cesado, me di cuenta de que no, en su lugar encontré un paraguas anaranjado.

—¿Se encuentra bien?

❝¿Que hacer si se están divorciando?❞. •|Bleno|• #WorldSanscest2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora