Lauren se había despertado la siguiente mañana con el intruso sonido de la alarma de su despertador, Jasper lamiendo su pie derecho con entusiasmo, la extremidad sobresaliendo por debajo del edredón como resultado de haberse salido mientras se movía por la noche, exponiéndose para su atención. Le tomó un momento a Lauren apagarla y se frotó furiosamente con la parte de atrás de sus manos los ojos, girándose hacia el frente y deslizando su pie debajo del protector edredón, el movimiento haciendo que Jasper saltara de ansiosamente mientras intentaba atraparla. Lauren estiró sus brazos, sus músculos y sus articulaciones rígidas, protestando por la reclamación que estaba poniendo en ellos tan pronto en el día, pero pronto relajándose, la tensión en ellos evaporándose en un mero instante.
Lauren enterró su cara en la almohada y gruñó fuertemente, negándose a levantarse para ir a la escuela, sintiéndose demasiado cómoda en su cama de matrimonio, envuelta en el calor de su edredón. Sintió las pequeñas patas de Jasper trazar un largo camino por su espalda, el balance del pequeño perro precario en numerosas ocasiones mientras hacía su camino hacia la cabeza de Lauren y hasta la almohada a su lado. Sintió algo sólido moverse a su lado con la molestia de Jasper y recordó que se había quedado dormida mientras miraba a Camila durmiendo a través de su portátil, la dura funda del aparato ahora presionando contra su hombro mientras estaba tumbada. Lauren exhaló despacio y se levantó un poco para sentarse, apoyando su espalda contra el cabecero de la cama durante un minuto levantando el ordenador hasta su regazo, esperando ver a Camila aún dormida en la cama. Sin embargo, se encontró a sí misma mirando a una cama hecha, su novia notablemente ausente.
Camila no estaba por ningún lado a la vista, pero su portátil estaba aún donde estaba la noche anterior, en su mesilla y una gran nota estaba pegada en la pared opuesta, las palabras escritas en grande, en negrita.
"Buenos días príncipe, ¡Que tengas un buen día! No vayas besando a ninguna otra princesa porque volveré después y no puedo esperar para verte....
¡Te quiero!
P.S. ¡Dale a tu noble corcel un abrazo por mí!"
Lauren frunció el ceño con la última frase, insegura de lo que Camila quería decir hasta que sintió a Jasper caminar con dificultad en su regazo, buscando su atención. Sonrió con la extravagancia de su novia y apagó el ordenador, poniéndolo a un lado fuera de su alcance antes de coger al perro sobre su pecho besándolo suavemente en un lado.
"Mamá te dice buenos días," le dijo a Jasper, abrazándolo más cerca contra su hombro durante un instante antes de ponerlo de nuevo sobre la cama levantándose para prepararse para ir a la escuela, arrastrándose dolorosamente despacio desde el momento en el que puso un pie en el campus, cada segundo pareciendo una hora.
Por primera vez en cuatro semanas Lauren encontró el día de escuela pasando lentamente, su anticipación para que terminara, para que comenzara el fin de semana, haciéndoselo decididamente irritable.
Todo lo que quería era escuchar el timbre del final para irse a casa y ver a Camila, de quien, no había escuchado nada aún hoy excepto el mensaje que había pegado en la pared de su habitación cuando Lauren se había levantado encontrando que ya se había ido. Lauren sabía que Camila tenía una última sesión de terapia esa mañana y que probablemente estaría ocupada recogiendo sus cosas para volver a casa, pero, estaría mintiendo si dijera que no se sentía un poco ofendida con la falta de contacto.
Lauren estaba sentada en su hora libre esperando a que llegaran Ally y Dinah, sintiendo como si hubiese estado encerrada en la escuela durante días en vez de la hora que había estado allí en realidad, su estado de ánimo bajo y su motivación perdida seriamente el resto del día.
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Trials and Tribulations/Camren
FanfictionEs el primer día del tercer año de secundaria de Lauren después de un verano pasado en un campamento de softbol. Por un encuentro casual, ella consigue hablar con Camila en el pasillo, una chica fascinante con una historia triste. Mientras que Laure...