Capítulo 2

472 26 4
                                    

Habían dado las 8 de la noche. Hora de salida de Nick y Judy. Aún no sabían qué idear para poder quedarse hasta tarde esa noche, así que por unas cuantas horas decidieron atender asuntos pendientes, o fingir que adelantaban papeleo del día siguiente mientras contaban chistes o platicaban de algún chisme rondando por la comisaría.

El tiempo se fue muy rápido, y dieron las 11:30 de la noche, una tres horas y media después del inicio de la jornada nocturna. Según Judy a esa hora ya no había mucha gente, y sería fácil pasar desapercibidos en el lugar.

Nick había salido a comprar un aperitivo, puesto que como aún no salían del "trabajo" no habían ido a cenar, mientras que Judy se quedó en la oficina organizando todo para su escabullida.

Dentro de poco, Nick había llegado a la comisaría. Incluso comenzó a contarle a Garraza que se había quedado con Judy a adelantar el trabajo de mañana, para no levantar sospechas.

-Buenas noches, Oficial Hopps- decía Nick tocando la puerta abierta de su oficina. Traía en el hocico una popsipatita, y una más para su compañera.

-Al fin llegas, creí que te habías quedado dormido en medio de la calle- dijo, sonriéndole mientras estaba sentada en su silla.

-Muy graciosa. En realidad estaba hablando con Ben, para no levantar sospechas. De esa forma si alguien pregunta, tú y yo estamos adelantando trabajo de mañana.- pasó a la oficina y cerró la puerta. Se quedó parado recargándose en el escritorio que estaba frente a la coneja.

-Vaya, si que eres astuto- ella le guiña el ojo.

-Oh, mira. Te traje una también- Nick le da una popsipatita a Judy, sabía que era uno de sus dulces favoritos después del chocolate.

Judy cruzó los brazos y lo miró con una ceja alzada.

-¿Qué? En el camino me encontré con Finnick y me regaló dos. Nada fuera de lo normal, Zanahorias- le decía este como explicación.

Ella siguió mirándolo con la misma expresión.

Nick volteó los ojos -Bien. Me regaló una, la otra la compré para ti.

Judy cambió su expresión, en realidad no era la respuesta que esperaba de su parte pero estaba satisfecha -Ow, Nick, ¡qué tierno!- había bajado sus orejas por el bello acto.

Por otro lado, el zorro no está acostumbrado ni a recibir afecto ni a demostrarlo, pero con ella era algo diferente. No lo hacía seguido, pero mostraba interés en ella.

El cambio repentino desde que sus vidas se encontraron fue grande. Nick pasó de no importarle absolutamente nada más que él mismo, a mostrar importancia en esa coneja que había causado tantos alborotos en su vida. Y aunque no se lo diga o lo demuestre, muy en el fondo la aprecia demasiado.

Wilde cambió su expresión a algo de molestia, no le gustaba que le dijeran que era tierno, ni mucho menos le gustaba cuando se daban cuenta que mostraba sus sentimientos a los demás animales. Prefería tener su perfil bajo, prefería ser el zorro sarcástico e inexpresivo, a uno cursi y sentimental.

-¿La vas a querer o no?- dijo con voz irritada y el ceño fruncido.

Judy tomó la paleta, con una cara satisfactoria -Gracias, tesoro.- Nick seguía mirándola algo molesto, no le hacía gracia cuando ella usaba las frases de él. Al menos no en este tipo de casos.- Entonces, ¿estás listo?

Su expresión cambió, al parecer se cambiaría el tema también.

-Son casi las 12 de la noche, Hopps. Creí que jamás lo dirías- dijo con ese gesto de tranquilidad que le daba confianza a Judy.

Zootopia: Regreso al trabajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora