Capítulo 3

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Eran las 6 am, y la alarma en el celular de Judy estaba sonando. Ella rápidamente decidió apagarlo, y a continuación se estaba estirando delicadamente mientras miraba cuidadosamente la escenografía. Era el departamento de Nick, miró el vaso de agua que tenía en el mueble de al lado, también miró la lámpara y el guardarropa de Nick, y finalmente lo vio impregnado en un profundo sueño. Era tan tierno estando dormido.

No lo molestó sino hasta ir por algo de comer a la cocina. Trajo galletas y algo de leche para ambos, y finalmente lo despertó.

-¡Buenos días, oficial Wilde!- decía mientras le arrebataba la manta que lo cubría durante su sueño.
Nick ni se inmutó. Seguía dormido, solo se giró para evitar ser molestado.

-Nick, vamos. Es hora de ir al trabajo.- decía moviéndolo un poco del sofá.

Judy volteó los ojos y fue por su uniforme. Entró al baño y se cambió. Se tomó su tiempo, de verdad esperaba que al salir del baño su amigo ya estuviera más que despierto.

No tardó más de 10 minutos para salir, y cuando lo hizo su amigo seguía echado totalmente en el sillón.
Estaba más que molesta. Su pata derecha comenzó a golpear el piso, era más que involuntario. Se le ocurrió una idea, y se acercó al mueble que había al lado de la cama. Tomó el vaso de agua que estaba ahí y sin más se lo vació en la cabeza a Nick.

Este de despertó más que asustado.

-¡YA DESPERTÉ!- gritó al abrir los ojos.

-¡Ya era hora!- Decía Judy, con los brazos cruzados y sin dejar de golpear el piso con su pata.

-Sabes mejor que nadie que debo de tener mi sueño de belleza, Pelusa.- Decía mientras se estiraba- En fin, ¿qué hora es?

Nick pareciera pensar que era el fin de semana, puesto que no se le veía ninguna pizca de apuro. Se acomodó en el sofá y miró a Judy con una sonrisa. Retándola.

-Escucha. Veo que no tienes ni la menor idea, así que te lo diré.- Judy miraba su celular -Son exactamente las 8:15. ¡Gracias a tu "Sueño de belleza" vamos a llegar tarde!

A Nick se le borró la sonrisa, pero no por mucho. Su sonrisa volvió.

-Se lo que estás planeando, y tu broma no funcionará.- Se cruzó de brazos.

Judy frunció el ceño. -¿De qué broma ha...? Bien, al parecer sigues más que dormido.- tomó sus cosas. Su celular, sus llaves, y se acercó a la puerta -No pienso llegar tarde por culpa tuya.

Nick miró el reloj que tenía a un lado de su cama, encima de su mueble. 8:20. Su compañera no le mentía.

-¿Vas a dejarme aquí?

-¡Adiós, compañero!- dijo finalmente la coneja mientras cerraba la puerta tras de sí

-No... ¡No!- Se levantó del sofá y rápidamente fue por su uniforme. -¡Zanahorias, espera!

Judy iba bajando del departamento riendo, de verdad quería ver la cara de Nick al llegar al trabajo. Despeinado, desvelado y molesto. No le agradaba nada más que el ver a su amigo de esa forma.

Ya habían pasado varios minutos en lo que iba caminando por la acera hacia su trabajo, hasta que su teléfono sonó. Rápido lo tomó y contestó. Ni siquiera miró quien le llamaba, pues estaba segura de quien era.

-Todo fue tu culpa, sabes lo que Bogo nos hará cuando hablemos con él hoy y aún así...- La voz del otro lado la interrumpió. Su rostro cambió totalmente.

-¡Mamá, papá! ¡Qué alegría me da oírlos!- decía bastante nerviosa.

Sus padres le preguntaron si se encontraba bien desde el otro lado de la línea. Lo que acababa de decirles segundos antes los preocupó un poco.

Zootopia: Regreso al trabajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora