Apenas habían pasado unos minutos desde que Klerck llevó a Sharon a su casa, y en camino a la suya se preguntaba la razón de ese cambio en la actitud de Leno. Al llegar...
Manue: -estando sentado en un sillón y volteando la cabeza en dirección a la puerta- ¿Viste a Mária en el camino?
Klerck: -sin voltear la mirada ni detenerse- No, si así fuera no vendría caminando.
Manue: Tienes razón.
Klerck subió a su habitación y se recostó en la cama, quedó mirando el techo sin pensar en nada, y sin darse cuenta quedó dormido.
En la mañana...
Suena la puerta y abre la puerta Manue, y ahí se encuentra con Sharon:
Sharon: -con una sonrisa en la cara- Buenos días suegro, ¿se encuentra Klerck?
Manue: -impactado- ¿Suegro? Si, está en su habitación.
Sharon: Le agradezco, -entra- con su permiso.
Sin detenerse, subió por las escaleras y se dirigió a su cuarto.
Klerck, ya en su puerta comenzó a tocar pero, nadie contestaba:
Sharon: -tocando tres veces- ¿Kleck? Respeto tu privacidad como hombre pero, exijo mi autoridad como esposa entrando de cualquier modo.
Golpeó la puerta con una fuerza descomunal, que esta se despego de donde estaba y salió volando para romper la ventana y salir del cuarto como un loco suicida.
Klerck despertó del susto y volteo a ver a Sharon con una cara de asombro y furia:
Klerck: ¿Era necesario hacer ese escándalo?
Sharon: No pero no contestabas, -en eso dio un salto de tipo 3a cuerda hacia Klerck- ¡buenos días!
Él levantó los brazos y atrapó a Sharon antes de que cayera sobre él, Sharon sonrió y le beso la mejilla izquierda, de ese modo los dos se encontraban abrazados:
Sharon: Desde hoy hasta ¿quién sabe cuando? vamos a ser libres de entrenar, -abraza a Klerck por el cuello (a pesar de estar sobre él)- en ese caso salgamos a algún lugar juntos.
Klerck: ¿Te refieres a un paseo?
Sharon: ¿Por qué no?
Klerck: Y, ¿a dónde quieres ir?
Sharon: Conozco un lugar en la central que apenas acaban de abrir, por lo que ha estado hablando mi padre con las vecinas, ha de ser muy popular y lindo.
Klerck: ¿Es un centro de compras?
Sharon: Creo que si.
Klerck: Supongo que necesitaremos yares.
Sharon: Yo tengo ahorrados &642.
Klerck: No veo la necesidad de que gastes tu, tengo ahorrados &190'000, no veo necesario que gastes, te daré lo que necesites.
Sharon: ¿Cómo conseguiste tanto?
Klerck: Las pocas veces que no estábamos entrenando con Leno, me ponía a arreglar errores en La Fábrica.
Sharon: ¿No deberíamos de entrar hasta los 20?
Klerck: Así es, pero, les dije que necesitaba empezar para tener más tiempo con mi esposa y aceptaron.
Sharon: -acariciando la cabeza contra el pecho de Klerck y con una cara sonrojada- Gracias.
Él solo le acarició la cabeza y así se quedaron por un rato. Después de eso, Mária llegó y subió para que bajaran a comer y, miró la entrada al cuarto de Klerck y la ventana:
Mária: -expulsando un aura oscura alrededor de ella- Oye mocoso, -voltea a ver a Klerck con Sharon encima de él- ¿qué fue lo que paso aquí? -el aura se intensificó-
Klerck se empezó a levantar y Sharon se quitó de encima, ya levantado, estiró brazos y piernas:
Klerck: Solo una visita matutina, -Sharon le tomó la manga de su playera- no le veo lo malo de que una esposa ayude a su esposo a despertarse en las mañanas.
En eso, Mária lanzó un ataque sobre Klerck y este solo lo desvió de un manazo, esto se repitio varias ocasiones y lo mismo ocurría, cansada, intentó golpearle con la rodilla pero, él solamente la detuvo con su mano izquierda y una sonrisa en su rostro:
Klerck: ¿Ya estás satisfecha?
En vez de calmarse, eso la molesto más y de sus manos empezó a salir fuego, y golpeo a Klerck, a pesar de que se defendió, ella logró lanzarlo y hacerlo atravesar la pared, lo siguió, y a pesar de que él cayó tirado en el suelo tipo Yamcha se levantó:
Klerck: No esperaba que te pusieras sería, -con su mano derecha se quitó el collar y el anillo, Sharon llegó corriendo a donde Klerck se encontraba y él se los dio- gracias, ahora sin más preámbulos, empecemos.
El cabello de el comenzó a crecer y a brillar como si se tratase de hilos dorados reflejados a la luz del sol, y también sus ojos cambiaron a color dorado, de su espalda salieron un par de alas con plumas hechas de oro. Mária, sin inmutarse, se prendió fuego y ambos se lanzaron uno contra el otro.
¡Booom! Un estruendo se escucho, como si dos enormes masas hubieran chocado y explotado al mismo tiempo. Una cortina de polvo rodeaba a ambos, como si se quisiera dejar en duda el resultado de este encuentro pero, al empezar a dispersarse el polvo, se veía una silueta entre ambos contendientes, una silueta que detenía los puños de ellos y al mismo tiempo los separaba.
Klerck/Mária: -con una mirada de asombro y terror- ¿Cómo es posible?
Sharon era esa silueta que se encontraba separando a ambos, tomando con sus manos los puños de ellos, ambos retiraron sus manos y vieron que las de ella se encontraban ensangrentadas al igual que sus ojos llorando sangre.
Mária: ¡Manue! Necesitamos tu ayuda.
Manue salió de la casa como rayo, y al ver a Sharon sentada en el suelo llorando, le tomo las manos y dijo:
Manue: N tienes de qué preocuparte o llorar, -junto ambas manos de ella y las cubrió con las suyas, y al descubrirlas ya no existían las heridas o la sangre que escurría de ellas- las heridas nunca existieron o existirán mientras yo esté.
Klerck: No sabía que eras un "Corrector".
Manue: Soy un sanador o curador, como quieran llamarme, -suelta las manos de Sharon y se empieza a alejar- de cualquier modo, ¿vamos a comer?
Klerck: En un momento, -Manue se va y él ayuda a levantarse a Sharon- vamos.
Y así los tres se fueron como si nada a comer.
Mária: -antes de que entraran- Quiero eso arreglado para antes del anochecer.
Sharon: Yo me encargo.
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Klerck - La fábrica
Ficção CientíficaExiste un lugar, en donde todo se crea: dioses, demonios, mundos, etc., es llamado, "La fábrica". La historia trata sobre un "socio" de "La fábrica" y la vida que se lleva ahí, también sobre como son en realidad las cosas para el "socio más fuerte".