Presente...
—Espera... Acaso ¿Puedes vernos?
—No imbécil, estoy hablando con el árbol que se encuentra pintado en aquella pared ¡Claro que puedo verlos! — afirmo incrédula por el comentario tan estúpido.
¿Díganme de esa pregunta?
—¡¿Quién diablos eres?! — El chico del arco quién se veía bastante furioso gritó aquello con desprecio.
—Tranquilo intento de Robin Hood, enojarte no te sienta bien — Las burlas por parte de los dos chicos a sus espaldas no se hicieron esperar.
Estaba a punto de abrir la boca otra vez, pero un empujón brusco contra el árbol detrás mío y una mano aferrada fuertemente a mi garganta me lo impedían. En un principio el pánico me invadió, pero luego solo podía desear que apretara con más fuerza y así todo terminaría... Sentía el aire irse y por acto reflejo coloque mis manos sobre las suyas intentando que no presionara más sobre mi garganta.
O quizás ayudándolo a hacerlo más fuerte...
—¡Alex! ¡Alex, cálmate! —gritó el chico que antes parecía divertido con la situación, ahora no tan contento.
—Su-su...eltame– Hice un gran esfuerzo por hablar, pero por más que intentara impedirlo mi bocota me había metido en un gran lio, otra vez...
El chico no hizo caso a lo que los otros le decían y de repente todo comenzó a tornarse oscuro.
(...)
Abrí los ojos de golpe y parpadeé unas cuantas veces para observar con claridad el lugar donde me encontraba, luego llegó el golpe de realidad tan rápido como una ráfaga de viento, lo que sucedió anteriormente; entonces, traté de pararme desesperadamente.
Mi intento de levantarme fue en vano al darme cuenta de que estaba atada a una silla.
—Esto era lo último que me faltaba... ya soy toda una estrella de cine— dije para mí misma. El chirrido de una puerta abriéndose llamo mi atención, alguien acababa de entrar, dos personas de hecho.
Una de ellas no era nada más ni nada menos que... ¡adivinen! Les daré una pista:
"Les saca el dinero a los ricos y se lo entrega a los pobres"
¿Adivinaste?
¡Correcto!
¡Es nuestro héroe Robin Hood!
Al otro sujeto no lo había visto antes.
—Hasta que despiertas— Lo primero que siento al verlo es odio, pero debía admitir que por otro lado lograba intimidar.
Robin procedió a tomar una silla posicionándola al revés mientras se sentaba al frente mío.
—Estas muy callada— me miraba fijamente, no sé si tratando de asustarme, en vez de eso me causaba curiosidad. Inclinó un poco la cabeza.
—Es que, ya sabes, no soy de las que hablan mucho en la primera cita— levanto una ceja toda seductora y con una sonrisa que desborda picardía. Mi rostro se voltea en un golpe seco. La zona afectada ardía.
Robin se sobresaltó por lo inesperado de la situación.
El chico a su lado y responsable de que ahora me arda la mitad de la cara me gruñó.
—Mira niña, mejor no me provoques—escupo de un lado la sangre de mi boca mirándolo con repulsión— Ahora, escúchame claramente— me dio una mirada profunda— ¿Para quién trabajas? ¿Estás con ellos, cierto?
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Recuérdame [L.G]
FantasíaPara muchos, el recordar algo es lo más difícil y confuso que existe. Los recuerdos se van perdiendo de a poco con el paso de los años... Sin embargo, ellos quisieran no poder recordar, porque en cada recuerdo solo hay dolor y miseria en sus vidas...