CAP3: Escuela

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Una vez que la campana sonaba todos los niños debian entrar a sus salones de clases.

Pasando los minutos el salón ya estaba repleto y los niños aun jugando y hablando mientras esperaban la llegada de su maestra, cuando se escuchaba el sonido de unos tacos y el picaporte girar de frente los niños volvían a su lugar y fingir que estaban tranquilos sin hacer travesura alguna.

Pero había uno en especial que no ocacionaba tanto escándalo y para la maestra del pequeño era un angelito el único que no la sacaba de sus casillas, ese niño era tan blanco como la nieve y su cabello escarlata que elegantemente le llegaba hasta su cadera y sus mechones caían delicadamente por sus hombros, labios rosados y delgados y unos ojitos tan intensos como el fuego aparte de ser brillantes y fue el primero en ponerse de pie para saludar a la maestra seguido de sus compañeros.

La maestra de los niños era una joven de 28 años, cabellos violetas y ojos verdes, con un cuerpo definido y hermosa a los ojos de cualquier hombre.

-Buen día niños.- dijo al pasar al salón de clases y sentarse en su escritorio y en un insonio los niños le respondieron

-buen día maestra Saori!- la profesora sonrio con satisfacción pues aveces tenia que gritar como loca para que los niños se sentarán, pero agradecía tener a un niño tan especial como camus en su salón, era una buena influencia para los demás menores.

-Pueden sentarse.- ordenó a lo que los niños se sentaron en completo silencio, la maestra nuevamente se puso de pie y empezo a escribir en la pizarra. Un título grande que decía "día de las madres". - Como saben cada segundo domingo de mayo celebramos a esos angelitos que nos dieron la vida me refiero a nuestras madres, como evento especial el director decidió hacer un homenaje a todas nuestras madres por lo que yo organizare todo y quiero que ustedes mis alumnos piensen en un buen regalo para sus madres y las madres de los mejores alumnos representarán a todas las demás, a ellas les entregaremos un buen regalo que dicen?

-Si!!-gritaron todos juntos con emoción, entre amigos empezaban a planear los posibles regalos que le darían a sus madres, la maestra aprovecho ese momento para escribir en la pizarra. Mientras el pequeño pelirojo solo jugaba con sus manitas pensando en un regalo digno para su padre, no tenía dinero tampoco algo de valor para darle, en esos momentos pensaba que era un mal hijo por no darle un bonito regalo a su padre degel, como sus demás compañeros le darían a sus madres, estaba apunto de llorar hasta que uno de sus amigos lo tomo de su hombro.

-Todo bien camie?- Pregunto un niño de cabellos rubios y unos bellos ojos celestes como un pedazo de cielo y blanco no tanto como camus pero aun así era un copito de nieve.

-Si...porque lo preguntas shaka?- respondió con una sonrisa disimulada pero no tanto porque su amigo se dio cuenta que una pequeña lágrima salia del ojito del menor, con mucho cariño su amigo se la limpió.

-porque estas triste, aun no pensaste que le vas regalar a tu mamá?

-No...porque no tengo dinero ni nada especial que darle a mi mami, soy un mal hijo?

-NO! -grito el rubio, haciendo que sus compañeros voltearan a verlo a lo cual cubrio su rostro que estaba rojo de vergüenza y los demás solo rieron.- lo siento...

-Entonces? -Pregunto camus ya casi en lágrimas.

-Eres el orgullo de tu padre, eres el mejor alumno muy cariñoso, tierno y responsable el mayor regalo que le puedes dar a tu padre es tu respeto y logros.- menciono con una sonrisa para que su amigo se sintiera mucho mejor pero decía la verdad, ese era el regalo perfecto para cualquier padre.

-Gracias shaka...pero realmente nose que darle a mi mami. Todos ustedes le darán un regalo

-Ya se, una vez me dijiste que a tu padre le gustan las orquídeas, verdad?

-Si...-

-Bueno serca de la escuela hay un valle de orquídeas silvestres, nadie te dirá nada si agarras unas cuantas para dárselas a tu mamá por el día de las madres

-Orquídeas, mmmm.- pensó el pequeño, si era un regalo simple pero representaba una gran belleza, degel le habia comentado a su pequeño hijo sobre esas bellas flores aveces camus no entendía porque su padre amaba tanto esas flores y es que para el Degel esa flor representaba mucho.

Así paso la mañana, todos ya habían planedo lo que harian el día de la madre y no faltaba mucho.

La campana de salida sonó y los niños esperaban a sus padres en el patio de juegos siendo vigilados por su maestra, pasaban los minutos y todos se hiban con una sonrisa junto a sus padres.

Pero camus siempre se quedaba hasta el último, acompañado de su maestra.

-Shaka! Tus padres ya están aquí.- menciono la maestra Saori con una sonrisa, a lo que el pequeño shaka se limpió el uniforme y se despidió de su amigo

-Ya me debo ir camus, estoy seguro que tu papá no tarda en venir

-Hasta mañana shaka.- con un apretón de manos se despidieron ambos pequeños, mientras ellos se despedían el padre de shaka, un hombre bien esculpido de cabellera azulina y piel blanca hablaba con la maestra.

-aveces pienso que ese niño estaría mejor en un instituto social para niños así, el joven Degel no puede dejarlo así como si nada

-Lo se señor aspros, pero ese jovencito esta mas que dispuesto a criar a camie

-Pobre criaturita, nisiquiera sabe quien es su padre

-A mi también me da lastima.- una vez que terminaron esa charla penosa, aspros se llevó a su hijo en un lujoso auto dejando solo al pequeño pelirojo y a la maestra

-Bueno camie, solo somos tu y yo...como siempre. -suspiro pesadamente la muchacha, una vez más el padre de camus llegaba tarde a recogerlo.

No es normal...[kardiaxdegel] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora