Void Girl |Nogitsune [Teen Wolf]

Prologo

-No de nuevo-murmuró Luna al abrir los ojos y encontrarse acostada en el húmedo césped del bosque en la oscuridad de la noche.

Al ponerse de pie negó con algo de temor, se encontro justo enfrente de la cabaña de la bruja que la manada estaba buscando hace una semana. Era imposible que ella apareciera de la nada frente a la cabaña de una mujer que practicaba artes oscuras y venia utilizándolas para complicarle la vida a ella y sus amigos.

Luna se negó a sentirse atemorizada, no iba a dejar que la pisoteen de nuevo, ya no era esa niña, esa simple humana de hace cuatro meses, ahora era una deidad, una diosa con poderes inimaginables que a pesar de que aún no sabía cómo controlarlos, la situación lo ameritaba. El temor fue cambiado por rabia y sintió el poder recorrer sus venas hasta llegar a la punta de sus dedos, Luna hizo temblar la tierra ocasionando que la bruja saliera asustada de su cabaña. Pero en cuanto la bruja la vio a la pelirroja sonrió con alegría y comenzó a correr hacia ella.

-¿¡Pero qué demonios...-Luna se alejó pero esta seguía viniendo hacia ella, así que la pelirroja no tuvo mejor idea que echarse a correr con la bruja pisándole los talones.

La risa de diversión de la bruja solo le helaba la piel a la joven y le hacía creer que una autentica loca estaba detrás de ella. Llegaron al punto que Luna se cansó y se armó de valor, se detuvo y le dio la cara a esa mujer que solo dejaba ver una sonrisa aterradora debajo de esa oscura capucha. En cuanto estuvo a metros de ella, la joven hizo que las ramas más gruesas de los árboles se enrollaran en el cuerpo de esa mujer dejándola sin escapatoria.

Pero la victoria de la adolescente no duro demasiado, cuando ella sonrió de alivio una gran fuerza la empujo al suelo dejándola inmóvil y las ramas que sujetaban a la bruja, comenzaron a arder sin siquiera hacerle daño.

-¡Déjame ir maldita!¡No se supone que puedas hacer esto!-Luna se removía molesta sin conseguir absolutamente nada.

-Por favor mi diosa, no se estrese, no es bueno para usted-dijo esa bruja arrodillándose frente a Luna mostrando gratitud.

-¿Tu diosa?-pregunto la pelirroja con confusión y sorpresa.

-La mía y la de cada bruja que sabe que el poder se encuentra en una misma, que no se necesita a nadie más. Como usted nos enseñó, hay que pisar el amor y conseguir el poder-la bruja llevo las manos detrás de su cuello con cuidado de que no se vea su rostro y se quitó un colgante.

-No, no, aléjate de mí-negó repetidas veces y forcejeo con fuerza, la bruja le coloco el colgante en el cuello y se lo acomodo con delicadeza. Ese mismo colgante de flecha que Luna creía haber destruido, la punta de flecha que había asesinado al nogitsune en la primer vida, el símbolo que más lo ataba a ella.

-Lo vas a necesitar-musito la bruja y chasqueo los dedos apagando las llamas que se comían a los árboles.

-No intentes asustarme, yo destruí la flecha, solo quieres engañarme-gruño Luna con molestia, no importaba cuanto lo intentase, no lograba liberarse.

-No puedo dejar que sufras Luna, no hare la vista a un lado como los demás, ellas esperan que el regrese, pero yo no puedo permitir eso, no puedo permitir que te robe tu poder y libertad, aunque sea mínimo lo que he hecho, con esto tendrás ventaja-dijo la bruja tocando en collar sobre el pecho de Luna.

-¿De qué hablas?¿Quién eres?-Luna trago saliva nerviosa, no quería creer lo que estaba oyendo y tampoco quería comprobarlo.

-Una Darach, y como una deidad yo te respeto y practico mis artes en tu honor-la mujer coloco su mano sobre el vientre de Luna-vengo a decirte lo que nadie sabe, ni siquiera tú, lo que mi gente quería obligarme a mantener en secreto cuando lo descubrí.

-¿De... de que hablas?-La pelirroja comenzó a temblar levemente y lo único que quería en ese momento era que la Darach quitara su mano de su vientre.

-Ah pesar de haber ganado la batalla el precio que pagas es alto Luna. Tal como ha sido desde el inicio se trata de dos, Akai y su hermano mellizo, Lune y su hermano mellizo, tú y tu hermana melliza-la mujer toco el vientre plano de la pelirroja-y ahora será ella y su hermano mellizo-la mujer sonrió-Muchos intentaran tomarlos, su sangre es única y puede abrir las puertas a poderes inimaginables... me alegra decirte que serán sanos y fuertes, pero lamento que tengas que irte, este lugar ya no es seguro para ti-la mujer mira el vientre de luna-ni para ellos.

-No, no, basta, no sabes lo que dices, es imposible...-Los ojos verdes de Luna se cristalizaron y la bruja sonrió con tristeza. Pero la bruja huyo al oír voces acercándome, no sin antes liberar a Luna de su hechizo.

-¡Espera!¡Vuelve!-la pelirroja intento detenerla pero fue demasiado tarde, se había perdido en la mismísima oscuridad del bosque.

-¡Luna!-la voz de Stiles la hizo voltear, el chico de lunares corrió hacia ella y se arrojó al suelo a su lado a abrazarla, ella sintió como el temor de Stiles había sido reemplazado con alivio.

-Dime que estas bien por favor, que no te hizo nada-dijo él apresurado y tomo a la chica de las mejillas mirándola por completo.

-Estoy bien Stiles, no me sucedió nada-ella le regalo una pequeña sonrisa para tranquilizarlo. El humano la ayudo a levantarse y los demás chicos llegaron.

Lydia abrazo con fuerza a su hermana menor, Scott y Malia se acercaron y dieron por despejada la zona al ni siquiera sentir la esencia de la bruja.

-¿Que sucedió?-pregunto Scott.

-¿Quemaste los arboles?-pregunto Malia.

Luna negó.

-Ella dijo cientos de cosas raras que no puedo explicar y logro retenerme, quemo los árboles, nunca vi una Darach que pudiera hacer algo así-dijo la pelirroja.

-Entonces es poderosa-comento Lydia.

-Y peligrosa-agrego Scott-Quiere a Luna, debemos a encontrarla cuanto antes.

-Ya no creo que me quiera a mí, esto ya no se trata de ella-murmuró Luna viendo a Stiles.

-¿Entonces de quien se trata?-pregunto Stiles viendo a Luna a los ojos y noto la gran preocupación que los invadía.