Sjorvar y Varne

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Conforme los días pasaban, continuaba recibiendo visitas de facciones y reinos que venían con intención de ayudar, como era el caso de dos viajeros, llamados Fridd y Zero, que decían provenir de un lugar conocido como el Reino del Cuarto Menguante, los cuales se asentaron en Phiditia gracias a que Aventio les cedió una casa en la que alojarse temporalmente.

Tras una breve reunión con Hikari, en la que me advirtió de una visión que había tenido, en la cual podía ver mi muerte y por la cual decidió que me acompañaría en mi viaje a Isla Tormenta, tomé conciencia de que, realmente, aquella misión podía ser más peligrosa de lo que en principio pensaba, no ya solo por el lugar hostil que era Isla Tormenta, sino por la cantidad de enemigos que, movidos por el ansia de poder, viajarian también allí, en busca de las lágrimas.

Aquella reunión me hizo replantearme ciertas cosas, por lo que no dudé en escribir una carta a Varne, el hermano de la princesa Hisie, indicándole que se reuniera conmigo en los cuarteles con urgencia. Una vez el elfo llegó, ordené a todos los capitanes Kor'Kron que se encontraban reunidos conmigo que se marcharan, y una vez a solas, le entregué la espada que le fué incautada cuando llegaron por primera vez a la isla, explicándole sobre mi misión y sobre que ya no podría cuidar de su hermana, por lo que quedaba en sus manos. Ante aquellas palabras, Varne admitió que su hermana no estaba pasando por un buen momento, por lo que propuso que tanto él como la princesa volvieran a su reino, a Kámishyr, en esperas de que llegaran tiempos mejores a Isla Sierpe, pero que antes, debía emprender una misión personal, en la que se libraría del hechizo que lo unía a su hermana, ofreciendo, una vez liberado, sus servicios al clan Escama Negra como guerrero.

Sorprendido, agradecí su gesto, pero lo rechacé, pues su labor como guardia real no era alejarse de Hisie, sino estar siempre con ella. Sin más, y una vez finalizada la reunión, Varne dejó el lugar, quedándome totalmente solo. Suspiré, pues algo dentro de mí, sabía que no volvería a ver a aquella princesa elfa y a su hermano.

Tiempos oscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora