02. Profesor sangre (ChanBaek)

Capítulo 9

ChanYeol

ChanYeol sabía que era un idiota. Había disfrutado besando a un vampiro, follando a un vampiro, y de los pequeños e indefensos sonidos que BaekHyun había hecho, retorciéndose en su escritorio. Como ese momento robado hace dos semanas, ChanYeol había captado los gemidos que caían de los labios de BaekHyun, vislumbró el paquete de necesidades que BaekHyun tenía cuando ansiaba ser tocado.

Y aquí estaban en la oficina de BaekHyun, los labios de ChanYeol en los suyos. Porque BaekHyun había llegado a significar más para él que un humano ordinario y sin rostro, e incluso sus compañeros de trabajo de la tienda de autos.

BaekHyun había rechazado su propio vampirismo, pasó dos décadas tratando de inventar sangre artificial. Solo bebió sangre animal, e incluso guardo las puntas de sus colmillos.

¿Cómo rechazar el núcleo de quién eras?

BaekHyun era humano, tal vez más que algunas personas que ChanYeol conocía. Y a cada momento, ignoraba los cumplidos y le recordaba a ChanYeol las cosas en las que había fallado.

Estaba roto, al igual que ChanYeol, y ChanYeol se dio cuenta que BaekHyun nunca había tratado de curarse a sí mismo, porque nunca vio su propio valor.

Así que agarró a BaekHyun antes de irse, lo besó para mostrarle que se merecía... preocupación, si nada más. BaekHyun se congeló contra él.

—¿Por qué sigues haciendo esto? —Respiró BaekHyun, sus ojos dorados muy abiertos.

—Porque yo... —El amor era... no la palabra correcta para lo que sea que sintiera. Él no podría amar a un vampiro. Pero a él le gustaba muchísimo BaekHyun, y esa era razón suficiente. —Te lo dije, me gustas.

BaekHyun se giró, sus mejillas se oscurecieron. Antes de conocer a BaekHyun, ChanYeol nunca había visto sonrojarse a un vampiro, y, bueno. Él quería verlo de nuevo. Quería ver a BaekHyun sonreír y reír y no ser tan duro consigo mismo.

—Estoy limpiando el laboratorio, murmuró BaekHyun, agachándose de la oficina.

Con el corazón latiendo con fuerza, ChanYeol se arregló la ropa y luego lo siguió.

Encontró a BaekHyun de pie en la periferia de los cristales rotos, mirando a su alrededor, con expresión perdida. Había sido mucho daño; ChanYeol podía adivinar cuánto costarían las reparaciones. —¿Tiene fondos suficientes para obtener reemplazos?

BaekHyun parpadeó hacia él, las comisuras de sus labios tirando hacia abajo. —Sí, pero preferiría guardarlo para futuros experimentos. Pagaré por esto yo mismo.

Recalibrar la centrífuga tenía que ser costoso, y también lo era arreglar el horno. Y reemplazando todo ese material de vidrio. Pero BaekHyun había vivido doscientos años, y ChanYeol supuso que tenía suficientes ahorros para todo eso. Tomó una escoba y barrió los fragmentos de vidrio en una esquina. —Acerca del decano... en realidad no te expondré, ¿sabes?

BaekHyun lo miró, con los ojos muy abiertos. —¿De verdad?

ChanYeol se retorció. Mirando hacia atrás, no habría chantajeado a BaekHyun, si hubiera tenido una mejor opción. —Sí. Yo solo... quería unirme al grupo de laboratorio, eso es todo. Lo siento.

El profesor hizo una mueca. —Está bien. Hiciste lo que tenías que hacer. Después de una pausa, preguntó—: ¿Has aprendido algo de valor?

ChanYeol pensó en los fundamentos de conferencias sangre que había estado asistiendo. —Algunas. Pero no sé cómo esa sangre humana te dejó en la bruma. Él asintió al cristal roto. —Nunca he visto a nadie con sangre así.