02. Profesor sangre (ChanBaek)

Capítulo 12

BaekHyun

BaekHyun regresó tambaleándose a la universidad, con la garganta apretada y los ojos picando.

No debería haber importado tanto, ChanYeol empujándolo lejos. Debería haber sabido que ChanYeol no soportaba tenerlo tan cerca. ChanYeol tenía miedo de los colmillos de BaekHyun, y BaekHyun debería haberlo sabido al tratar de morderlo. Ni siquiera podía confiar en sí mismo, no cómo había asesinado a su propia hermana.

Incluso si hubiera lamido la sangre de los cortes de ChanYeol, era diferente de hundir sus colmillos en la carne de ChanYeol. ChanYeol no había sido mordido antes. Por supuesto que reaccionaría mal. Él nunca permitiría que un vampiro se acercara a él.

Y entonces el vampirismo de BaekHyun siempre causaría una brecha entre ellos. BaekHyun siempre sería un recordatorio de la muerte de los padres de ChanYeol. Si se preocupaba por ChanYeol, entonces se apartaría de la vida de ChanYeol, por lo que ChanYeol podría ser feliz.

Era mejor que nunca volvieran a verse.

Pasó junto a las letras de piedra del Colegio de Busan, ignorando al guardia de seguridad que salía de su puesto.

—Profesor Byun, —dijo el guardia, pero BaekHyun pasó junto a él. — Había un par de hombres buscándole. Les dije que lo vi salir.

Bueno, era tarde. Podrían visitarlo mañana.

Subió por la acera, metiendo las manos en los bolsillos. Su pecho no debería doler tanto. Dejar a ChanYeol no debería doler tanto, y tal vez... realmente amaba a ChanYeol.

Incluso si él fuera un estudiante.

Incluso si él fuera un humano.

BaekHyun tragó saliva y subió las escaleras del edificio del laboratorio de biología. Nada de esto debería haber sucedido, ni el sexo, ni las diferentes facetas de la persona de ChanYeol, ni los recuerdos que había escondido de ChanYeol sonriendo.

Se centraría en las muestras de sangre que KyungSoo había dejado, tal vez probara otro supresor. No estaba más cerca de encontrar uno que funcionara, maldición, ¿No podría tener éxito por una vez?

Todo lo que quería era algo que marchara bien en su vida, por lo que no tenía tantas razones para odiarse a sí mismo.

Caminó sin ver a través de los pasillos, pasando por los otros laboratorios con sus sencillas puertas marrones. Luego se detuvo frente al laboratorio de Síntesis de Sangre, colocando su mano en el picaporte de la puerta. Lo había bloqueado antes de irse; ¿Dónde estaba su llave?

La manija de la puerta se giró cuando presionó sobre ella. BaekHyun frunció el ceño. ¿Está abierto? Creí que la había cerrado.

Abrió la puerta y dos figuras en el laboratorio se congelaron. Estaban vestidos de blanco, con máscaras quirúrgicas en la cara. La puerta del refrigerador estaba abierta, y uno de ellos tenía las muestras de sangre sin etiqueta de KyungSoo en su mano enguantada. Un escalofrío le recorrió la espalda a BaekHyun. ¿Cómo se enteraron?

—Plan C, —dijo uno de los hombres enmascarados.

Ellos eran ladrones. ¿Agentes?

BaekHyun maldijo, caminando hacia adelante. —No puedes tener eso, espetó. —¿Quién te envió?

Los hombres ni siquiera se miraron. Retrocedieron, girando hacia la esquina del laboratorio. BaekHyun lo siguió, escuchando sus latidos del corazón. Dos corazones frente a él, golpeando rápidamente.

Uno fue un ruido sordo, y BaekHyun se giró. Una figura vestida de negro salió de su oficina, arma en mano. ¿Cómo no me di cuenta...?

El agente disparó. Un dardo tranquilizante se alojó en la garganta de BaekHyun. Él gruñó, lo tiró y saltó sobre el agente. Él debería huir. Pero este era su laboratorio; no podía dejar que se llevaran las muestras.

BaekHyun se arrojó sobre la figura vestida de negro, apartó la punta de su arma. El hombre lo alcanzó; BaekHyun agarró la garganta, apretó. El hombre luchó. BaekHyun estaba demasiado débil para matarlo fácilmente, pero la furia ardía en sus venas. Él necesitaba a esta gente, necesitaban esas muestras. Él había prometido mantenerlos a salvo.

Los agentes detrás de él hicieron clic en sus propias armas. BaekHyun juró, sabiendo que debería convertirse en polvo en este momento.

Trató de relajarse. Él no pudo.

Oyó el silbido de los dardos antes de golpear, uno en su cuello y el otro en su espalda. Los agarró, y el agente de negro se abalanzó sobre él y le dio un puñetazo en la cara.

Él se tambaleó, golpeándose contra la pared, el dolor estalló en su cráneo.

Uno de los agentes lo agarró, retorciendo sus brazos detrás de su espalda. Las manos fuertes lo bloquearon en su lugar. ¡Necesitaba relajarse, maldita sea! BaekHyun gruñó, luchando. Los hombres de blanco intercambiaron una mirada.

—¿Cómo llegaron aquí? —Espetó BaekHyun.

—Recibimos sugerencias. Alguien llamado ChanYeol.

El estómago de BaekHyun se convirtió en hielo. No.

Pero incluso mientras se negaba a aceptarlo, sabía que ChanYeol le había delatado. ¿Cómo no podría, cuando pasó diez años cazando vampiros?

BaekHyun jadeó, tratando de pensar. Él necesitaba irse. Necesitaba tomar esas muestras. Pero ChanYeol había revelado su secreto, y todos sus pensamientos se agruparon en torno a eso. Por supuesto, ChanYeol lo odiaba. ¿Por qué BaekHyun alguna vez pensó lo contrario?

Su visión se volvió borrosa. Los dardos de tranquilizantes. BaekHyun negó con la cabeza, necesitando que sus pensamientos se aclararan. Él necesitaba salir ahora.

Trató de relajarse. Su cuerpo permaneció inmóvil, y sus pensamientos se ralentizaron a paso de tortuga. Necesito partir. Algún lado. Decirle a JongIn sobre la sangre.

ChanYeol me odia.

Alguien le disparó otro dardo. Sus brazos estaban cerrados con fuerza. Él no podía moverse. Su visión giró, y BaekHyun se tambaleó.

Entonces los hombres lo empujaron, y sus piernas se rindieron.

Sus últimos pensamientos, antes que su visión se nublara, eran los ojos color marrón y una hermosa sonrisa engreída.