Capítulo 27

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Estuvimos un rato más todos hablando y aprovechando el tiempo que teníamos todos juntos antes de dirijirnos a Liverpool. La verdad que la semana que he pasado aquí en Valdebebas ha sido muy especial, he podido conocer a todas las personas que ahora mismo permanecen en mi vida y le dan sentido, he podido ver que los sueños con un poco de esfuerzo, se consiguen.

Nos despedimos todos con largos abrazos y besos, intentaba no llorar pero algunas que otras lágrimas rebeldes se escapaban de mis oscuros ojos resbalando por la lisa piel de mi rostro. Marco me vió y rápidamente vino hacía mi y me abrazó, estar con él creo que es una de las mejores cosas que me ha pasado, es tan atento conmigo y tan cariñoso que muchas veces pienso que no me lo merezco.

Marco: no llores anda, que mañana estamos todos juntos otra vez -me dio un beso en la mejilla y me abrazó riendose, seguramente, de mí-

Yo: sois tan especiales para mí, que la idea de perder a alguno de vosotros me mata por dentro -me puse de puntillas y le dí un beso en los labios-

Escuché un carraspeo detrás nuestra, me giré rápidamente para ver quien era, sinceramente me asusté porque pensaba que era el mister o Florentino para echarnos la bronca, pero no, era nada más y nada menos que la persona que me hizo levantarme del que yo diría, el momento más difícil de mi vida, Isco.

Me lancé a sus brazos y le repetí unas 1.000 veces que le iba a echar de menos, aunque estos días habíamos estado más distanciados ya que yo estaba con Marco y la mayoría de tiempo lo pasaba con él, Isco para mí ha sido desde el principio mi hermano aquí y le doy las gracias por todo lo que hace por mí día tras día.

Cogí mis cosas, busqué a mi primo con la mirada y nos dirijimos al coche, mi primo me miraba triste al verme llorar como si fuera una niña de 4. Nos subimos al coche y conecté mi móvil al bluetooh para poner música y así dejar de pensar en las personas que acaba se dejar atrás, aunque las vaya a ver mañana, se me hace raro separarme de ellos.

Dani: Alejandra, ¿estás llorando porque los vas a echar de menos aunque sea un día? -esbozó una tímida sonrisa- o, ¿hay otro motivo que sacude tu mente?

Yo: creo que es un poco todo, sabes que nunca había tenido a nadie cerca mio aparte de tí y ahora tener a tantos de golpe me impacta un poco, después de una semana entera con ellos nos tenemos que separar aunque sea un día, siento que mañana al volvernos a ver, puede que haya personas que se vayan de mi vida para siempre -bajé la mirada y una lágrima resbalaba tímidamente por mi mejilla, la cual limpié rápidamente-

Dani: todos me hablan mucho de tí, están super contentos de que hayas entrado en sus vidas, desprendes alegría y nos contagias la sonrisa hasta en los momentos más difíciles. Has cambiado la vida de todos a mejor, has impregnado de luz este lugar y te juro por lo que más quiero que nada va a cambiar -separó por un instante su mano del volante para acariciarme la pierna-

En todo el camino estuve con la cabeza apoyada en el cristal y divisando el paisaje tan bonito que tenía Madrid. El cielo tenía un degradado de colores y es que cada vez que lo miraba, el rostro de mi madre se dibujaba en él, sé que desde donde quiera que esté, estará orgullosa de mí de todo lo que he conseguido.

Llegamos a casa y lo primero que hice fue desplomarme en el sofá, he echado mucho de menos estar en casa, estar tranquila sin tener que estar de aquí para allá haciendo cosas, pero hacer esas cosas son las que me hacen feliz.

Subí a mi cuarto y nada más abrir la puerta ví a Isco y a Ceballos en ella, me giré y ví a mi primo con una sonrisa orgullosa en su rostro, apoyado en el umbral de la puerta, corrí y me abracé a los dos, no sabía a que venía su presencia en mi casa, pero me había hecho muy feliz.

Yo: ¿y que haceis aqui? -dije con una amplia sonrisa en mi rostro-

Dani: sobran dos habitaciones en casa, ¿no?

Ahí fue cuando comprendí todo, en esta casa donde caben dos, caben cuatro...

AL DÍA SIGUIENTE

Me levanté con un poco de dolor de cabeza y con una maleta que preparar, así que me levanté y me puse manos a la obra. Eché en la maleta la ropa justa y necesaria, los uniformes los repartirian allí, al igual que los chaquetones del club. De ropa "arreglada" he metido dos vaqueros y 3 sudaderas más arregladas.

Bajé y ví a los tres chicos desayunando, al principio me quedé un poco en shock, pero recordé el momento de ayer y se me dibujó una gran sonrisa en la cara. Ví como mi primo se alejaba de la mesa ya que le entraba una llamada al móvil.

Escuché unos cuantos gritos por parte de mi primo y lo ví llegar furioso, en su rostro podía ver perfectamente que esa llamada no había sido de su agrado.

Yo: ¿quién ha sido el culpable de tu enfado?

Dani: el cabron de tu ex -soltó rápidamente-

Yo: ah bue... ¿qué? -me levanté corriendo de la mesa a buscar el móvil y pedirle explicaciones-

Complicidad ~Marco Asensio~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora