Capítulo 48

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Tres horas esperando y todavía no tenemos ninguna novedad de Isco. Los médicos entraban y salían de la habitación y no querían contestar a ninguna de nuestras preguntas. No sé qué está pasando ahí dentro, pero estoy muy asustada, hacía tiempo que no había tenido tanto miedo y lo estoy pasando realmente mal.

El tiempo pasaba y pasaba y no había novedades. Los chicos del equipo empezaban a venir y poco a poco nos fuimos reuniendo algunos para esperar a ver que iba a pasar en las próximas horas.

Yo: Marco... ¿qué crees que va a pasar? -le pregunté sacándome las lágrimas-

Marco: espero y deseo que se ponga bien -me contestó mirándome fijamente a los ojos y abriendo los brazos para que le abrazara y pude notar como unas lágrimas descendían por su rostro-

El médico salió de la habitación y se nos quedó mirando a todos, su cara reflejaba de todo menos felicidad y la tensión se hizo notar rápidamente en el ambiente.

Médico: estamos haciendo todo lo posible para poder salvarlo, está controlado, pero no aseguramos al 100% que vayamos a salvarle... lo siento -nos miramos unos a otros y nos abrazamos para poder consolarnos- Lo que os recomiendo ahora es que os vayáis a casa a descansar y a evadiros un poco de todo esto y en cuanto sepamos algo os llamamos para que podáis venir.

Me negaba a irme de aquí sin llevarme a Isco conmigo, me costó cielo y parte de la tierra convencer a Marco para quedarme aquí y por suerte aceptó mi propuesta y se fueron todos a casa a descansar y me quedé yo en el hospital a esperar. Una llamada de teléfono me distrajo de mis pensamientos.

Yo: hola mamá -le dije cansada y con la voz rota-

Mamá: ¿cómo estás Alejandra? -preguntó preocupada-

Yo: mal mamá, no puedo dejar de llorar, tengo mucho miedo -le dije y empecé a llorar de nuevo-

Mamá: Alejandra, vete a casa y descansa un rato que va a ser mejor que si estás ahí probablemente toda la noche esperando sin comer nada y sin descansar, así que coge tus cosas y vete -me dijo mi madre y podía notar la exigencia en su voz-

Yo: pero mamá -intente rebatirle, pero me interrumpió-

Mamá: pero mamá nada Alejandra, hazme caso por favor -me ordenó-

Yo: ¿crees que se va a poner bien? -le pregunté a mi madre y escuché como suspiró de fondo-

Mamá: espero que sí, por él y por tí -respondió y no pude evitar que unas lágrimas descendieron por mis mejillas de nuevo-

Yo: ojalá todo salga bien, bueno mamá, te dejo que me voy ya, ¿vale? Te quiero -y le mandé un beso y colgó-

Me levanté del banco donde he estado sentada todo este tiempo y me quedé mirando fijamente la puerta de la habitación donde estaba Isco, suspiré y susurrando un "ponte bien" tomé camino hacía el coche para irme a casa a descansar. No quería hacerlo, pero supongo que era lo mejor para mí, debía de comer algo y dormir un rato.

Me dormí a las 00:00 (aunque llegué a casa a las 19:30, pero me costó conciliar el sueño) y me desperté a las 13:00 del día siguiente. Estaba muy cansada, el día de antes tampoco había dormido mucho y necesitaba reponer fuerzas. Cuando me desperté, mi primo que me metiera a duchar y que me arreglara para irnos... no lo sé, no me lo ha dicho. Por lo que eso hice, me duché y me puse unos vaqueros negros, una sudadera de Balenciaga y mis zapatos favoritos del mundo, las Nike 270. Espere a mi primo nos fuimos.

Durante todo el camino le insistí de ir al hospital porque quería ver si había alguna novedad de Isco, pero hizo caso omiso de mis palabras y siguió conduciendo con un paradero que desconocía totalmente. Tras 30 minutos en el coche, aparcó en un restaurante que no vi como se llamaba y salimos del ciche para entrar en él. Era todo muy extraño, no sé que ha planeado este chico, pero espero que merezca la pena porque yo quería ir al hospital.

Cuando entramos, ví a todos los chicos en una mesa súper larga y en la punta, estaba Isco, en una silla de ruedas, mirándome con los ojos llorosos y con una sonrisa de oreja a oreja. Parte de mí quiso salir corriendo, pero pensé en el estado en el que se encontraba y me acerqué poco a poco a él. No podía creerlo, osea, ¿cuándo? Ayer los médicos nos dijeron que no sabían si lo iban a poder salvar y ahora está aquí y a decir verdad lo veo con muy buena cara.

Yo: ¿ya estás bien? -le pregunté cogiéndole la mano suavemente-

Isco: ahora sí que sí, te prometo que no te voy a dar más sustos -y dejó un suave beso en mi mano-

Yo: estoy tan contenta de tenerte aquí otra vez... ¿mejores amigos? -y le saqué el dedo meñique para hacer una promesa, este entrelazó su dedo con el mío y entre risas hicimos la promesa-

La comida fue increíble, estábamos todos felices, ya no habían llantos ni preocupaciones de por medio, todo había salido bien y no podía estar más contenta. Por fin voy a poder estar con mi mejor amigo... aunque estábamos enfadados lo echaba mucho de menos y echaba de menos sus bromas, las eternas llamadas por FaceTime...

Mientras hablaba con los chicos pude notar como Marco no estaba tan contento y eso me preocupaba, no quiero que por nada del mundo piense que entre Isco y yo va a volver a pasar algo, osea, si es eso lo que está pensando se lo tengo que quitar de la cabeza antes de que sea tarde. Lo llamé y le dije que me acompañara al coche que me había dejado el cargador del móvil y aproveché para hablar con él.

Yo: Marco, ¿qué pasa? No estás bien -le dije y desvió su mirada, no quería mirarme-

Marco: no quiero volver a lo mismo de antes... te he visto como lo miras y he visto como él te mi... -lo interrumpí porque la rabia estaba invadiendo mi cuerpo-

Yo: no puedes estar hablando enserio Marco. ¿Eres consciente de lo que acabas de decir? ¡CASI SE MUERE TU PUTO AMIGO Y LO ÚNICO QUE TE PREOCUPA ES QUE SIENTA ALGO POR ÉL!? -le grité llorando- Estoy flipando contigo enserio, espero que te des cuenta de lo que acabas de decir y te arrepientas

Marco: no me arrepiento, creo que ahora mismo no soy yo el que te va a hacer feliz -y por primera vez lo miré con desprecio-

Yo: lo siento por lo que te voy a decir, pero eres un gilipollas Marco, cuando empieces a pensar más en los demás hablamos, pero de mientras, cada uno por su camino -me di la vuelta y me dirigí hacia el restaurante sin dar crédito a lo que acaba de pasar-

~Hola chicos!!! ¿Cómo estáis? Espero que muy bien. Supongo que todos sois conscientes de todo lo que está sucediendo ahora mismo con la pandemia del COVID-19 y sinceramente estoy muy triste, es una situación muy complicada. En España se vienen momentos muy duros... yo voy a cumplir la cuarentena como se debe y voy a estar en casa todo el día, por lo que aprovecharé para subir más capítulos. Espero que todo esto se pase muy rápido y pueda volver todo a la normalidad. Un beso a todos!~

Complicidad ~Marco Asensio~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora