Una de tus mayores fantasías hecha realidad. Entre sudor, gemidos, roce, calor, caricias, besos y lujuria se desenvuelve esta caliente historia de la que solo tú eres partícipe. El día que te atreviste a viajar sola a Corea del Sur quedaría marcado...
Cuando alzaste la mirada y viste semejante Dios te quedaste paralizada. Te temblaban las piernas y no era por el tacón que calzabas, no.
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- Wow, estás preciosa T/N - dijo embobado, mirando tu cabello y tus labios, los cuales teñiste de rojo.
- Yo estoy sin palabras... Jungkook... simplemente perfecto - dijiste sin saber dónde meterte de la tensión tan fuerte que había entre vosotros.
Te abrió la puerta de su coche para que pasaras, y después entró él. Se quedó observándote de abajo a arriba sin arrancar el coche, lo cual empezaba a ponerte nerviosa.
- No me has dado ni un beso... - dijo con voz triste.
Giraste su cara y lo besaste expresando toda la rabia que llevabas dentro.
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- Ahora sí podemos irnos - dijo satisfecho con una sonrisa - me muero de ganas por ver lo que llevas puesto.
- Da igual, vas a terminar arrancándomelo, ya te lo digo - dijiste orgullosa.
Llegasteis y al salir del coche, viste a Yoongi que estaba fuera fumando, y volviste a quedarte paralizada.
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