Justo al salir de la habitación te topaste con Jungkook, preocupado porque habías pasado mucho tiempo allí dentro.
- Hey, T/N, ¿todo bien? Has tardado mucho y estaba preocupado - dijo el joven - Oh, veo que has elegido una de mis sudaderas holgadas, te queda espectacular.
- Oh, está todo bien, Jungkook. Gracias por dejarme tu ropa - agradeciste.
En ese momento, sonó el teléfono de Jungkook, el cual salió al balcón para hablar tranquilamente ya que Taehyung y Jimin armaban mucho jaleo con la consola. Te pidió un momento, se disculpó y te ofreció que fueras a la cocina por si tenías hambre. Entonces te dirigiste allí, coincidiendo con otro de sus amigos.
- Oh, ¡hola! ¿quién eres? - preguntó aquel chico de espalda ancha.
- Me llamo T/N, un placer. Conocí a tu amigo Jungkook en el karaoke y me invitó al apartamento. Vine a pasar unas semanas aquí para aprender más sobre vuestro país, cultura, idioma y demás - explicaste, aunque te costaba articular palabra ya que el alcohol estaba causándote estragos.
- Un placer, yo soy Seokjin, el mayor de todos los chicos. Oye, justo ahora estaba preparando unos cóctel y algo de picoteo. Ya sé que no son horas pero siempre estoy hambriento - dijo entre risas, algo avergonzado - ¿te apetece?
- ¡Claro! Me encantaría, si puedo ayudarte... - te ofreciste amablemente.
Ese chico te miraba de una forma especial, parecía que te comía con la mirada.
- Oh, ¿puedes pasarme la coctelera de aquel mueble, T/N? - te pidió el moreno.
Entonces te pusiste de puntillas para llegar, y justo cuando la alcanzaste se te resbaló de las manos, cayendo al suelo. Te disculpaste profundamente, sintiéndote muy avergonzada. Seokjin se agachó a recogerla, alzando la vista hacia tus piernas desnudas. Te apoyaste en el poyete, algo desubicada por el alcohol y reíste. ¿Por qué estabas actuando así? ¡Qué vergüenza!
- Tienes unas piernas preciosas, T/N - susurró el joven mientras dejaba la coctelera en el poyete y se acercaba a ti - creo que empiezo a tener hambre de otra cosa.
No sabías cómo, pero sentías lo mismo. Tenías inmensas ganas de morder sus labios, que además eran muy gruesos. No lo pensaste ni un segundo y tus labios se lanzaron hacia los suyos. Como acto reflejo, Seokjin te cogió en peso, subiéndote al poyete. Sus labios sabían muy bien, estaban muy húmedos y carnosos, y no pudiste evitar pensar cómo se sentiría su tacto en tu entrepierna. ¿Por qué estabas pensando eso, T/N? Acababas de acostarte con uno de sus amigos y ahora mira lo que estás haciendo. Además, quien te gustaba era Jungkook.
- Quiero probarte... ¿puedo? - dijo entre suaves gemidos el chico mientras subía tu falda.
No respondiste, simplemente agarraste su pelo y con tu mano bajaste su cabeza a tu intimidad. Comenzó a rozar sus enormes labios por encima de tu ropa interior, provocándote una intensa humedad. Sus manos agarraban tus piernas, sosteniéndolas en peso mientras su boca trabajaba contigo. Con tus manos echaste tus bragas a un lado y llevaste su cabeza a tu zona con fuerza, mientras echabas tu cabeza hacia atrás. El tacto de sus labios y su lengua estaba erizando tus pezones. Mordiste tu labio, te relamiste y dirigiste la mirada hacia él, quien no perdía contacto con tu mirada mientras trabajaba. Su lengua pasaba de abajo hacia arriba, viajaba por tus muslos, tus ingles, tus labios, tu clítoris, tu entrada, introduciéndose suavemente. Succionaba cada parte de tu intimidad con sus labios, aquello se sentía tan bien, que parecía que estabas en un sueño del que no querías despertar. Acelerando el ritmo, te suplicó que te vinieras mientras te saboreaba. Entre suaves gemidos y agarrando su pelo con más fuerza, comenzaste a venirte, viendo cómo Seokjin disfrutaba de cada gota que salía de ti.
- Sabes demasiado bien, T/N. Creo que ya no me hace falta comer más por hoy, has sido mi mayor banquete - te dijo tras besar tus labios.
Estabas demasiado excitada con todo lo que estaba pensando. Te planteabas constantemente dentro de la cordura que te quedaba si lo que estabas haciendo estaría bien o no, pero en ese momento te dejabas llevar. Saliste de la cocina, aún con tus piernas temblorosas, en busca de Jungkook. Estuviste poco tiempo en la cocina, así que no le dio tiempo a ir a buscarte. Te sentías aliviada. ¿Qué pasaría si se enteraba de lo que habías hecho? y lo más importante, no conocías a ninguno de los chicos, pero sentías que le debías una a Jungkook por haber confiado en ti y haberte invitado a su hogar. ¿Por qué te excitaba tanto lo que estaba pasando?
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Los 7 pecados carnales
FanfictionUna de tus mayores fantasías hecha realidad. Entre sudor, gemidos, roce, calor, caricias, besos y lujuria se desenvuelve esta caliente historia de la que solo tú eres partícipe. El día que te atreviste a viajar sola a Corea del Sur quedaría marcado...